Lo poco que sé lo aprendí de ti, Selena…


Cuando Selena me dio aquel beso y me dijo “Gracias” sólo porque le había mostrado mi apoyo incondicional a su proyecto de abrir su cadena de boutiques “Selena Etc.” me sentí sorprendido y a la vez halagado. Sorprendido, pues tal vez no me parecía tan raro que alguien como yo, que era su esposo y que la amaba, pudiera tener un gesto tan genuino como ese. Pero por otro lado me gustaba que me lo reconociera. Ya hubiese querido que mi familia aceptara y apoyara mi idea de comprarme una guitarra y armar una banda de rock. Lo que nos pasa en nuestra infancia y adolescencia termina siendo trascendental en nuestras vidas. A mí me costó que me aceptaran como soy. A mí me resultó muy problemático poder decir las cosas que quería, expresar mis sentimientos, abrirme a los demás ... Siempre tuve miedo a la exposición, a la no aceptación, al ridículo. Y hubiese querido tal vez tener a alguien cerca que me hiciera sentir seguro, que me motivara a hacer lo que quería, que dijera lo que pensara, que nada malo podría ocurrirme si me mostraba tal cual soy. Por eso siempre fui callado, medido, un tanto hosco. No era realmente la persona que se mostraba en sociedad. Pero era lo que me salía. Y tal vez por eso es que siempre necesité apoyar a las personas que quería en sus ideales, en sus sueños, en sus pensamientos … Yo podía entender que la familia de Selena no entendiera el motivo por el cual ella quería montar un proyecto tan ambicioso … Incluso comprendía que su padre tratara de aprovechar el momento más brillante de su carrera para explotarlo y a la vez gozarlo … Entendía que ellos la miraran con extrañeza, sobre todo porque lo que deseaba Selena estaba lejos de su entendimiento … Si ellos sólo se dedicaron en los últimos años a la música, ¿para qué meterse en algo que no conocían y teniendo tanto que realizar en lo que hacían justo en ese momento en el que les iba tan bien? Y justo también es decir que al Señor Quintanilla no le parecía bien sólo porque, como muchos han sostenido, “lo único que quería era explotar a su hija en su negocio” … ¡¡Para nada!! Las ganancias que ellos obtenían se repartían equitativamente entre todos y cada uno de los miembros de la banda recibía su justa retribución … No era ese el tema para ellos … El tema era que no entendían que a Selena justo en ese momento, allá por 1993, se le ocurriera semejante emprendimiento … Esas cosas eran para otro momento … Para cuando ya fuera una artista consagrada, cuando ya hubiese logrado todo o lo más importante a nivel profesional como cantante … Pero en ese momento … Era lógico que el padre de Selena le dijera que se relajara y que gozara de su presente … Selena tenía 22 años … Era muy joven y tenía todo para hacer … ¿Quién la apuraba? Era lógico lo que le pedían. Era lógico lo que pensaban. Era lógica su posición … Era lógico pero…

Selena quería hacer ese proyecto … Yo lo sabía muy bien … Y cuanto más la conocía en nuestra convivencia sabía que cuando algo se le pasaba por la cabeza ya pensaba en el siguiente paso, que era el de la acción … Selena era un huracán, un torbellino … Nadie podía pararla cuando algo deseaba y tenía el modo de lograrlo … Yo sabía la importancia que tenía eso para Selena y lo importante que era para ella que le dijeran que lo que hacía era lo correcto … Cuando empezamos a vivir juntos me sorprendía la avidez que tenía Selena para hacer cosas que a mí me dejaban azorado … La necesidad de saltar, gritar, correr, hacerme partícipe de juegos, de pedirme casi rogando de salir a andar en moto, en auto, de competir a muerte hasta en el juego más banal … Eso me hizo ver lo que tuvo que dejar atrás para dedicarse a cantar desde tan pequeña … Aunque lo supiera de sus propias palabras, de su propia familia y hasta leyendo de su historia en cualquier publicación que hablara de ella, Selena no tuvo ni una niñez, ni una pubertad, ni una adolescencia normal. Casi diría que no tuvo siquiera una primera juventud normal. Recién a los 20 años cuando vinieron los primeros éxitos reales Selena pudo empezar a asentarse en un lugar y empezar a hacer realidad sus sueños postergados … Y antes que todo ello jugar a aquellas cosas que no pudo ni siquiera pensar en realizar … Cuando veía a Selena en semejante grado de excitación podía imaginarme a ella antes de conocerla, cuando tenía unos 15 o 16 años, yendo en autobús de pueblo en pueblo imaginándose triunfante como cantante y una reconocida diseñadora … Y me podía también imaginar en ese viaje en el medio de la noche mirando el camino juramentándose hacer todo lo posible lograr el éxito sólo para vivir ese momento, el momento de jugar, de ser feliz, de cantar, de bailar, de gozar … pero también de redoblar la apuesta para ponerse a trabajar en algo que soñó toda su vida … su corta vida … A veces pienso que si puso todo en cada concierto, en cada presentación, en cada grabación fue para su gran objetivo personal … El de ser diseñadora … Lo que realmente quería … Lo único que era enteramente personal y que no era el sueño de otros … Era el de ella … Sólo de ella…

Por eso la entendí y la apoyé en todo … Era natural para mí … Tenía y sabía de mi historia … Y comprendía la de ella … Amaba a Selena y lo mínimo que debía hacer por ella era apoyarla y motivarla en todo lo que quisiera hacer … Yo no quería que hiciera lo que yo deseaba … Sólo quería que Selena fuera una mujer feliz … Pero es cierto también que yo solía proyectar las cosas y motivar a los demás a hacer lo que yo no hacía para mí mismo … Yo motivaba a que Selena hiciera sus cosas, realizara sus deseos, sin que yo pusiera el mismo ímpetu para realizar mis propios deseos, mis propias expectativas … Seguía siendo como siempre un tipo callado, de perfil bajo, poco afecto a las reuniones sociales y a las grandes exteriorizaciones … Estando a solas con Selena o con amigos sí me mostraba tal cual era, pero me costaba y mucho … No sé si yo quería ser así … Es lo que me salía y me hacía sentir más cómodo … Más de una vez Selena solía hacerme chanzas por mi forma de ser, tan tímida y cuidada … Por ser tan callado y tan solitario … Una vez fui a decirle a Selena que me iba a ver unas guitarras nuevas que había comprado uno de mis amigos … Ella estaba en el Big Bertha con una amiga y yo para no molestar le hice sólo unas señas para que me entendiera … Finalmente, Selena abrió la ventanilla para entender lo que le quería decir, por lo que me obligó a explicarle … Ella estalló de risa, me dio su consentimiento y me fui … Tiempo después la amiga que estaba con ella me dijo que en cuanto me retiré del lugar Selena la codeó y entre risas le dijo: “¡¡A veces lo tengo que cachetear para saber si está vivo!!”, mientras seguía riéndose a carcajadas … Esa era la imagen que daba … Y no me molestaba porque era real … Pero también entendí con el tiempo que no alcanzaba con apoyar y avalar lo que quiere y desea el otro … A veces hay que saber decir que no, o al menos hacer razonar al otro que no está haciendo las cosas bien, o que si las hace por un deseo o cuestión personal puede erosionar la relación de pareja o traer graves consecuencias … Y paradójicamente eso lo aprendí de Selena … Pero cuando di cuenta de ello ya era tarde, muy tarde … Si lo hubiese puesto en práctica en su debido momento la historia hubiese sido otra y tal vez Selena estaría conmigo siendo una cantante y diseñadora famosa … Tal vez estaría conmigo en esa casa tan soñada rodeada de nuestros hijos y de miles de animales … Y seguramente sería una mujer feliz … Pero me di cuenta tarde como de tantas cosas … Cuando conocí a Selena tenía la seguridad de que por sus propias carencias yo había vivido más cosas que ella … El tiempo me hizo ver que por esas mismas carencias y necesidades Selena había vivido muchísimas más cosas que yo … Pero cuando di cuenta de ello ya era tarde, muy tarde…

Un día, aprovechando el éxito de Selena y de lo bien que íbamos en nuestro matrimonio, me permití plantearle que era un buen momento para dejar la banda … Ella sabía que mi sueño era formar una banda de rock, y que sólo había postergado ese proyecto al convocarme su hermano A.B. para la banda Selena y Los Dinos … Le comenté que estaba todo bien con la música texana, que había aprendido a valorarla y a gozarla, pero su propia estructura hacía que yo tuviera poco para hacer, ya sea en las grabaciones como en las actuaciones en vivo … Que era un buen momento para echar a mano a mi idea de armar mi propia banda con la música que me gustaba… Selena se me quedó mirando fijo con aire de incredulidad … Luego empezó a decirme que mi lugar en la banda no era tan secundario, que A.B. me permitía hacer cosas de mi cosecha para aplicarlas a la banda, lo cual era cierto pues con el tiempo hasta nos permitimos grabar temas como “Ya no”, que era más bien un tema pop-rock adelantado para la época y que sólo fue posible por las inquietudes del hermano de Selena de ampliar el universo musical de la banda … Pero yo sabía que todo tenía un límite y yo deseaba hacer otra cosa … Por eso le volví a explicar a Selena sobre mis verdaderos motivos para dejar la banda … Fue allí cuando Selena se acercó a mí y mirándome fijo a los ojos me dijo que si hacía eso lo nuestro no podría continuar … Yo la miré entre incrédulo e indignado … ¿Cómo podía una decisión tan genuinamente personal afectar nuestro matrimonio? … Pero Selena apeló casi al sentido común: “Recuerda, Chris, que yo te conozco de antes de ser novios y de tus relaciones anteriores. Si tú armas tu propia banda de rock harás tus propias giras y tu propia vida en tu ambiente, con todo lo que ello implica. Tú aceptaste la propuesta de A.B. y él te dio el lugar que nadie da a un guitarrista en una banda tejana. Y estando en esa banda me conociste a mí, te casaste y nos comprometimos a vivir el uno para el otro hasta la muerte. ¿Cómo crees que será posible nuestra felicidad si cada uno va a estar haciendo su vida y su proyecto por su lado? Tú sabes lo que nos costó llegar al éxito y tú eres parte de él … Y ahora eres parte de mi vida, que es nuestra vida … ¿Cómo crees que será posible ello si cada uno estará casi todo el año con vidas, conciertos, ambientes y lugares tan diferentes? No es que yo no quiero que hagas algo que deseas … Es que ahora no estás solo … Estás con nosotros … Estás conmigo … Y tú te comprometiste … Si ahora no lo deseas, entonces cada uno deberá tomar un camino distinto”. Sé que Selena no deseaba que yo hiciera semejante cosa. Sólo quería que reflexionara y que tomara una decisión … Una vez más Selena me demostraba que había vivido más que yo, a pesar de que le llevaba casi 4 años … Selena conocía muy bien el ambiente de la música y me vio a mí allí antes de que fuéramos novios … Era razonable que si tomaba esa decisión las cosas iban a ser distintas y no muy buenas … Podría pensarse que Selena estaba siendo egoísta, pero no era así … Ella estuvo conmigo y me apoyó cuando llevaba una vida equivocada … Selena me rescató cuando con mis amigos hicimos aquellos destrozos en un hotel y por ello casi me echan de la banda … Y también era cierto que no todas las decisiones y deseos personales pueden cumplirse cuando uno lleva una pareja, un noviazgo, un matrimonio … Y más aún cuando uno lleva un compromiso y ha puesto más que la palabra en ello … Una cosa era el proyecto de “Selena Etc.” … Eso no alteraba nuestro matrimonio … Selena seguía viviendo en nuestra casa, podía seguir con la banda, podía seguir con su vida y, sobre todo, podía vivir conmigo … Lo otro no podía ser, al menos en ese momento … Así lo comprendí … Abracé a Selena y le di las gracias … Las mismas que me había dado ella por apoyarla en su emprendimiento … Me había hecho ver qué era lo importante y que hay cosas que no se pueden hacer si eso afecta a lo más querido o a lo que más apreciamos … Lástima que no pude advertirle a Selena que ella estaba haciendo lo mismo en su último mes … No se daba cuenta … Y a mí algo me olía mal, pero seguí en mi postura de que ella hiciera lo que mejor le pareciera … Ni siquiera cuando un día antes de la tragedia no le permití que fuera a volver ver a esa psicópata … En ese momento sólo aduje como motivo que ya era tarde y podía ser peligroso ir allí de nuevo … Pero a mí ya me revoloteaban otras cosas … Yo ya pensaba que era inútil que la fuera a ver … Que nunca le iba a devolver esos documentos que ella había prometido devolver … Recordaba que apenas dos semanas atrás la asesina le había mostrado el arma en una de sus tantas reuniones “de persuasión” … Que por algo lo había hecho … Tenía miedo, pero no sabía cómo decirlo … Otra vez mi dificultad para expresarme, para decir lo que siento, para romper con esa barrera del temor a lo que dirá el otro … Otra vez el dejarme llevar por el destino y no esperar ni pensar en la posibilidad de que pudiera pasar lo peor … El miedo inmoviliza y yo viví muerto de miedo … hasta que conocí a Selena … Ella me salvó del ostracismo … Pero yo no supe cómo salvar su vida…

Debí haber hecho la noche del 30 de marzo lo mismo que Selena hizo aquella vez conmigo … Debí haberle hecho recordar aquello que me dijo cuando yo pensaba dejar la banda, y decirle que por seguir los deseos de esa psicópata y complacerla estaba alterando su vida, sus proyectos, su compromiso con los demás y, sobre todo, nuestro matrimonio … Debí haberle dicho que la saqué de allí, porque sabía que jamás le daría esos benditos papeles y que temía de sus planes … Le hubiese hecho recordar cuando dos semanas atrás le mostró el arma y le hubiese preguntado para qué realmente la quería en ese momento … Le hubiese hecho pensar qué había pasado en este tiempo para querer tener un arma … Le hubiese dicho que dejara ese tema de los papeles en manos de un abogado a pesar de que sabía que querría manejarlo ella y que si mantenía esa postura nuestro matrimonio no podría seguir … Porque esos documentos y esa mujer en que ya no confiábamos no podían ser más importantes que nuestra relación … Y que si seguía en su porfiada actitud debería hacerlo con el riesgo que ello implicaba … Al final su padre lo sabría y sería aún peor … Le hubiese dicho en definitiva que ya no era su deseo … que debía ser nuestro deseo … Y si eso no podía ser, entonces cada uno debería seguir su propio camino y que tal vez para mí sería lo mejor, pues al fin y al cabo podría ser enteramente libre para volver a mi viejo proyecto de armar mi banda de rock … Yo estaría libre … Y le preguntaría a Selena si al separarnos ella también sería enteramente libre … Y si los dos seríamos felices así…

En definitiva, la hubiese hecho reflexionar … Como Selena hizo conmigo aquella vez … Pero no lo hice … Yo aprendí mucho de ella … Me hubiese gustado que Selena hubiese aprendido de mí … Pero de eso me di cuenta tarde … muy tarde…

Al menos puedo decir que en el breve tiempo en el que estuvimos juntos yo fui feliz … El único momento en el que me sentí pleno y aprendí algo en esta vida fue cuando tuve a Selena a mi lado … Ahora lo único que puedo hacer por ella es escribir, y decirle al mundo entero que estuve al lado con el ser más maravilloso del universo y que fui feliz … aunque sea por un ratito…

(Deberíamos aprender a gozar de la vida y de esos pequeños momentos en los somos verdaderamente felices … Y procurar que esos pequeños momentos sean eternos … A veces creemos o queremos creer que tenemos todo resuelto, que nuestra felicidad está en un lugar o con una persona determinada … Y quizá sea así … Pero primero hay que ser sincero con uno mismo y buscar lograr aquello que deseamos en el más profundo rincón de nuestro corazón … Y después de escucharse a uno mismo saber escuchar a los demás, sobre todo a los que más queremos … Porque nosotros somos uno con nuestros afectos … Y si no estamos atentos a lo que siente cada uno de ellos posiblemente lo lamentaremos después … Uno es el que forja su destino, uno cosecha lo que siembra y padece aquello que no ha realizado en su momento … Para dar felicidad uno tiene que ser feliz … Para dar consejos hay que vivir primero … Selena supo hacerlo y transmitirlo … Está en nosotros poner en práctica su hermosa forma de ser y de vivir…)

Lástima que no te conocí antes, Selena … Seguro que hubiese sido otra persona … enteramente feliz y mucho para dar a los demás, como lo hiciste tú…

Te quiere mucho…


Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)

No hay comentarios: