Tus manos húmedas sobre las mías, Selena…



Selena me tomó de la mano y se me quedó mirando … Yo no supe qué decir … Ni qué hacer … No sabía si mirarla … No sabía si decirle que me había enamorado de ella en ese mismo instante … Tal vez lo único que sabía era que Selena una vez más lo había hecho posible … De un modo simple … A su manera … Divertida, directa, auténtica, sin vueltas … De pronto supe que nada había aprendido … Que tenía una vida por delante y que sería con ella … Y para siempre … Supe que me había preocupado demasiado … Que vivía pensando y pensando … Que imaginaba cosas … Que pensaba otras … Pero que no concretaba nada … Por miedo, por vergüenza, por inseguridad … Selena lo hacía simple … Me invitaba a ser feliz … Me lo decía ella en ese avión, en ese ambiente pequeño en el que no había ni lugar, ni tiempo ni cómplices para poder decirnos todo lo que sentíamos … Tenía tantas ganas de decirle cosas … Lo que sentía, lo que respiraba, lo que vivía … Tenía ganas de decirle que me había iluminado … Que lo único que había hecho en mi vida era callar, seguir las reglas, conformarme, no alardear, no decir lo que sentía, no mostrarme tal cual era, no decirle a alguien “Te quiero” … Y allí estaba Selena, sonriéndome en forma cómplice diciéndome si así tomados de la mano me sentía mejor, so pretexto de alguna turbulencia que me hizo asustar un poco, en mi primer vuelo de avión … Lo cierto es que sentía que volaba, pero no en ese avión … Era otra dimensión, algo que difícilmente se pueda explicar … Sólo vivirlo … Vivir ese momento único e irrepetible … No sé cómo comenzó todo … Ya no importaba … Lo que sí entendí en ese momento es que me preocupé toda mi vida de tantas cosas sin sentido, que viví pendiente de tantas otras sin fundamento, que soñé con tantos momentos que no viví ni intenté vivirlos aunque muriera por poder experimentarlos … Y allí estaba … viviéndolo … Y no por mí … No porque yo lo intentara … Si hubiese sido por mí, jamás lo hubiese hecho … Tal vez Selena vio eso en mí y sólo me ayudo a hacerlo … Me invitó como lo hubiese hecho con cualquiera de sus seguidores, con su familia, con sus amigos, con quien sea … Selena fue la única que se interesó por mí … No me pidió que hiciera lo que ella quisiera … No me pidió que la siguiera … Ni siquiera me preguntó qué era lo que yo quería decir o hacer … Selena ya lo sabía … Y sólo me invitaba a que saliera de mi cascarón, que saliera a descubrir el mundo, a descubrirla a ella, a descubrirme … Me invitaba a vivir, me invitaba a compartir, me invitaba a ser feliz siendo tal cual era … Me invitaba a vivir con ella para siempre…

Estuvimos un largo tiempo así … Parecía eterno y efímero a la vez … No quería que se me escapara … No quería que Selena me quitara sus manos … Me volvió a repetir si estaba todo bien así … Si me sentía mejor, más seguro, más tranquilo a su lado … Yo asentí con una sonrisa sin dejar de mirarla y de sentir su perfume … Quise retener por siempre ese momento aunque fuera imposible … Es que sabía que no volvería a vivirlo … Que seguramente cuando ella tuviera que quitar mis manos sobre las mías volvería a mis preocupaciones, a mis silencios, a mis miedos, a mi tormento … Y cuando ello sucediera, todo volvería a ser lo mismo de siempre … Trataría de tapar ese momento jurándome no volver a vivirlo jamás, eludiendo a Selena o tratándola evasivamente por miedo a … mí mismo … Miedo a ser feliz, miedo a ser libre, miedo a hablar, miedo a decir lo que pienso y siento … Me volvería a contener, me volvería a callar, me cubriría con la caparazón de siempre … Volvería a ver mi novia que me esperaba en San Antonio para ser con ella lo que no soy, a aparentar una relación normal, lógica, de cariño pero sin pasión … Y tal vez preferiría eso antes que vivir esa sensación … esa sensación de salir de mí mismo, de sentirme un volcán en plena ebullición, con tanto para exteriorizar, con tantas sensaciones que me provocaban éxtasis, emoción, desborde … Pero Selena estaba allí … Y sólo me pedía que me dejara llevar … que no pensara tanto, que no sufriera más, que no valía la pena preocuparse tanto si todo está tan a mano, si la felicidad está tan a la vista, tan dentro de nosotros … y uno no queriendo ni verlo, ni vivirlo, ni sentirlo … Luego de estar un largo tiempo en silencio Selena me acercó unas fotos y me pidió una opinión sincera … Me pidió que yo le dijera si eran tan buenas como para ser publicadas en una revista … Son fotos que se había sacado apenas unos días antes en Acapulco, lugar del cual veníamos de vacaciones invitados por A.B. Yo las tomé y las miraba, me sonreía y la miraba a ella … Selena me observaba con inquietud, esperando mi veredicto … Yo sólo atiné a decirle que eran fantásticas, que ella lucía como siempre, que … Selena tomó de nuevo mis manos y dejó las fotos a un lado … Volvió a mirarme y me preguntó si acaso volvería a ver a mi novia … No sabía qué contestarle … Pero lo sabía … Y ella también … Sabía que me metía en una locura … Pensaba que su padre jamás aceptaría nuestra relación, y que lo único que lograría con ella era que él me despidiera y que nunca más volvería a ver a Selena … Pensé en mis amigos que decían que era un afortunado en tener la oportunidad invaluable de ver a Selena todos los días, de tenerla tan cerca en el escenario … Pensé que eso debía tener en cuenta y que era lo más conveniente, lo más razonable, lo más lógico … Trataba de convencerme de ello, pero volví a ver la expresión de los ojos de Selena … Sabía que no habría vuelta atrás … Sabría que estaríamos juntos para siempre … Allí pensé si acaso alguien de la familia de Selena o de la banda se habían dado cuenta de lo que estaba pasando … O sólo se hicieron los desentendidos pensando que lo que estuviera pasando en ese momento sería algo circunstancial y perecedero … Yo también lo hubiese pensado y unos instantes antes hasta lo hubiese deseado … Pero no me podía mentir … Los ojos de Selena no me lo permitirían … Sus manos apretadas a las mías tampoco … No podía imaginarme cuánto tiempo habría pasado … Tampoco podría imaginarme el tiempo que podríamos estar juntos … Pero supe desde ese mismo momento que mi Amor por Selena sería para siempre, más allá de lo que pasara en el futuro, más allá de lo que pasaría son nosotros, más allá de lo que el Señor tenía signado para nuestra relación…

Muchas veces me pregunté qué generaba Selena en sus admiradores. Algunos amigos solían hacerme chanzas pensando en que el gran atributo de Selena era su figura … Obviamente, Selena era muy linda … Pero no dejaba de ser una expresión machista, como si una mujer sólo puede generar algo si es bella o llamativa … Yo siempre les aclaraba que la admiraba porque sabía cantar … Al vivir ese instante con ella en el avión entendí su mayor atributo, aquello que hacía que no sólo fuera admirada sino también tan querida … Selena era auténtica, era carismática, era sincera, era talentosa, era pasional, tenía personalidad, era en el escenario tal cual era en la vida … y la gente lo entendió así … Sabía que no fingía, sabía que no componía un personaje, sabía que sería incapaz de engañar a nadie, sobre todo a los que componían su mundo … Eso era lo más preciado de ella … Lo supe en ese instante … Me invitó a entrar a su mundo y sólo tuve que aceptarlo en silencio, vivirlo en silencio, gozarlo en silencio … Y sabiendo lo felices que seríamos de allí en más … sin tantos silencios … Durante un largo tiempo me quedé mirando el cielo sintiendo sus manos apretadas a las mías deseando que se detuviera el tiempo para poder sentir para siempre ese momento sublime en el que uno descubre al Amor de su vida … ese hermoso momento en el que sólo se es feliz y en el que no hay más nada hermoso que poder sentirlo…

(Tantas veces vivimos cosas para no vivir otras, tantas veces hablamos de cosas que realmente no nos interesan, tantas veces nos boicoteamos componiendo un personaje que nos aleja tanto de nosotros mismos … Las cosas que hacemos para no mirarnos a la cara, para no decir lo que realmente queremos, para no expresar lo que realmente queremos y deseamos … Desde hace mucho tiempo nos enseñaron a sufrir, a ser tolerantes, a trabajar, a estudiar, a comprender … Pero nunca nos enseñaron a ser felices … Y menos nos enseñaron a aceptar lo que somos y a aceptar a los demás tal cual son … Selena enseñó a muchas personas a ser felices con lo que se es, con lo que se tiene, con nuestros sueños, con nuestros deseos, siendo tal cual somos, sin dañar, sin ofender, con una sonrisa, pero a la vez siendo firmes, personales y determinantes … Selena hizo feliz a Chris hasta donde la dejaron … Pero la huella que dejó en su corazón y en su Alma será para siempre … Y aunque Selena no lo sepa, yo también aprendí a ser feliz gracias a ella … Y si le escribo es para poder decirle al mundo que Selena lo ha logrado también conmigo … Aunque aún tengo muchísimas cosas que aprender de lo que ella me enseñó con sus 23, casi 24 años…)

Ojalá Selena el mundo alguna vez tuviera tu fuerza, tu mirada, tu Alma, tu corazón, tu fuerza, tu vitalidad y tu espíritu … Sin duda sería otro…

Mientras tanto lucharemos para que así sea…

Te quiere mucho…

Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)



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