Si alguna vez hiciéramos todo por Amor, Selena...



La asesina no pudo dormir esa noche. Estaba ansiosa y alegre ... Había llegado por fin el último día de cárcel ... Al otro día vendría la libertad y contaba con que miles de periodistas y de curiosos fueran a verla y a escuchar sus primeras declaraciones ya libre después de 30 años .... No era una libertad total ... Era condicional ... ¡¡Pero qué le importaba a la asesina!! Ella se la pasó hablando sobre todo lo que quiso en esos largos años y nadie se lo impidió ... Lo gracioso es que aún con su condena a cadena perpetua podía salir luego de todos estos años por acreditar “buena conducta” ... Curiosas son las leyes ... Interpretan buena conducta ser “amable, callada y considerada” en prisión, pero no hacen el mismo análisis con las declaraciones de esa misma persona hacia los medios ... ¿Y todo lo que dijo de Selena? ¿Las calumnias e injurias que blasfemó con total impunidad? ¿Eso no contaba para definir si había acreditado “buena conducta”? Curiosa es la ley ... Curiosa es la Justicia ... ¿No es hora de revisar determinadas cuestiones? ¿No es hora de condenar las mentiras que se dicen en un juicio? Si en un juicio la asesina dice bajo juramento que disparó “por accidente” y luego de la sentencia dice que disparó con intención “para impedir que Selena se escapara a Monterrey”, ¿no habría que hacer un juicio por falso testimonio por lo que dijo antes? Sí, ya sé ... Cuando se llega a la sentencia definitiva y se terminaron las apelaciones ya no hay marcha atrás ... ¿Pero no se pueden reabrir las causas si se comprueba una presunción o se confirma que algo que se dijo era falso? ¿No se pueden hacer nuevos juicios cuando se incumple con el juramento ante Dios o ante quien fuere en un Tribunal? ... Parece que no ... Parece que a nadie le conviene que le revisen y le controlen sus conductas ... Tal vez por eso nadie promovió esos juicios ... Pues a muchos le era más redituable que la asesina calumniara que ser censurada por decir mentiras ... Así lo deben haber pensado los medios que nunca le impidieron un espacio para decir toda clase de barbaridades sobre Selena ... “Eso nos da dinero”, me dijo una vez un gerente periodístico amigo. “No estamos para evaluar a los que nos da dinero. Sólo tenemos que lograr que hable ¡¡y ya!! ... Y en lo posible tener la primicia”, me sentenció ... Era el mismo gerente que mandaba a cuanta persona tuviera a su alcance para cubrir cualquier evento en el que estuviera involucrada Selena ... “Es que eso también nos daba rating, y más ventas de revistas y diarios”, me confesaba el gerente periodístico ... “Pero ahora el negocio es hablar sobre su muerte y las especulaciones”, me remataba ... “¡¡No lo olvides!! Los muertos siempre van al principio”, me decía un profesor de periodismo a la hora de enseñarme cómo escribir un artículo periodístico que hablaba, por ejemplo, de un accidente de tránsito con muertos producto de la fatalidad ... Muchas veces me pregunté si a veces deseamos que se mueran los “famosos” sólo para poder hablar semanas de ellos, y no de nuestras vidas vacías, miserables y grises ... Y también me pregunté si Selena habría visto lo que ocurrió luego de su partida absurda de este mundo, y notara que logró fama mundial más por lo que le pasó que por lo que estaba haciendo ... Y me pregunté que si esto había pasado tenía que llegar a la conclusión de que este mundo no tiene paciencia ni tiempo para disfrutar de las buenas cosas ... Que así como muchos habrán visto miles de veces a Selena por la televisión y disfrutado de un concierto o de una entrevista de ella, ahora asistían el espectáculo lamentable que daban la asesina, los periodistas y los “analistas del caso Selena” cuando se dio el juicio a la asesina ... Y verlo igual ... Y consumirlo igual ... Como si fuera lo mismo ... Como si todo, todo fuera parte del mismo espectáculo ... Siempre se dijo que en Roma se practicaba el “pan y circo” para entretener a las masas, y evitar que piensen y sepan qué los hace realmente felices, qué es lo que quieren hacer de verdad ... Con qué disfrutarían ... Qué es para ellos ser libres y felices ... Y me pregunté qué debe haber sentido Selena cuando vio que la misma ciudad que había sido protagonista de uno de los conciertos más majestuosos brindado en el Houston Astrodome el 26 de febrero de 1995 ahora era foco de atención del juicio a la asesina, del dolor, de la indignación, de la falsedad, de la mentira, de la gente que habla y habla sin saber, sin conocer, sin siquiera tomarse la molestia de indagar sobre lo que significaba Selena para tanta gente ... Tomarse la molestia de saber lo que era Selena como artista y, sobre todo, como persona ... Me imaginé las respuestas a esa pregunta y me puse a llorar ... Porque suponía que Selena también estaba llorando ... Porque esas escenas tan contrastantes y tan disímiles eran parte de la  misma ciudad, del mismo país, del mismo mundo ... Y todo parecía, como decía el tango: “Vivimos revolcaos en un merengue y en un mismo lodo todos manoseaos...”
Y allí estaba la asesina ... Había esperado mucho ese momento ... Para ella era su revancha ... Podría salir y decir “Aquí estoy vivita y coleando ... ¿Vieron? Lo logré ... ¡¡Gané!! Los engañé a todos y terminé saliéndome con la mía ... Ellos creyeron que podían sacarme fácilmente de encima y no se dieron cuenta de que los tenía bien maniataditos a todos ... ¡¡Qué ingenuos fueron!! ¡¡Nunca se dieron cuenta de que podría hacerles algo semejante!! ¡¡Me subestimaron!! ¡¡Creyeron que podían olvidarse de mí y logré que me tuvieran en su mente para siempre hasta su propia muerte!! ¡¡Claro que gané!! Les saqué a Selena antes de que me quitaran a mí ... Querían decirme “no”, y yo los anticipé y hasta me di el lujo de instalar la duda y de echarle la culpa del destino de Selena ... A mí nadie me gana ... ¡¡Nadie!! ¡¡Todos los que están alrededor de mí tendrán que hacer lo que yo quiera porque si no lo pagarán!!” … Pero en un punto sabía que no era lo mismo decirlo ahora ... No tanto porque la asesina no iba a disfrutar de ese momento ... ¡¡Claro que lo disfrutaría!! Pero la asesina había imaginado que iba a poder decir eso ya en 1995 ... Ella lo había planificado todo, absolutamente todo ... Y no sólo el asesinato ... No ... Como buena psicópata supo lo que tenía que hacer desde el momento en el que vio por primera vez a Selena en aquel concierto que dio en San Antonio a principios de abril de 1991 ... Se juró que en poco tiempo sería la persona de confianza de Selena y que ella estaría a su entera disposición ... Sólo había que tener un plan y nunca mostrar sus verdaderas intenciones hasta estar segura de que la “presa” estuviera maniatada a sus órdenes y deseos ... Mientras tanto había que tener perfil bajo, y ser muy amable, trabajadora y considerada ... Supo que tenía todo encaminado cuando convenció al padre de Selena de tener un club de fans controlado por ellos ... Pero como buena psicópata fue insistente, muy insistente para lograr que el señor Quintanilla la recibiera, y fue con un plan, con algo que nadie podía tomarlo como algo improvisado o inviable ... Tuvo muy en cuenta lo que había visto antes ... La asesina se sorprendió a la salida de aquel concierto de San Antonio que Selena, siendo tan famosa y querida en Texas, no explotara su figura vendiendo fotos de ella u ofreciendo souvenirs a sus fans ... Allí notó que eso no se daba porque a nadie se le ocurrió hacer un club de fans que explotara ello y que canalizara los deseos de sus admiradores ... Muchas veces me pregunté cómo una simple enfermera que recién conocía a Selena en un concierto supiera más de cuestiones de marketing de una artista que el propio padre de Selena que estaba desde hacía muchos años en el negocio de la música ... Tal vez la explicación pase porque para el señor Quintanilla lo importante era que su hija cantara bien y tuviera buena imagen ... Luego Selena le hizo ver que había que poner otras cosas en el escenario para ser muy popular ... Y la asesina le hizo ver que a esa popularidad había que explotarla y generar dinero ... El padre de Selena se sorprendió de la buena idea y la dejó desarrollar no sin mandar a su hija Suzette para que la supervisara y vigilara ... Lo que nunca supo el señor Quintanilla hasta que el trágico destino se había corporizado es que la asesina nunca mostraría sus intenciones hasta no lograr la entera confianza de ellos ... Que mientras tanto iba a mostrarse como esa incansable hormiga que está en todos lados, que hace todo, que se ocupa de todo, siempre con una sonrisa, siempre con amabilidad, siempre para servir ... Y una vez lograda la confianza de todos lograr que todos se abrieran y le contaran sus vivencias, sus dudas y sus certezas ... Que todos le contaran todo mientras ella sólo escuchaba y no le contaba nada a nadie ... Tener ese poder de saber todo de los demás para poderlos luego manipular ..Y esa simple enfermera ... Esa humilde, trabajadora y simpática mujer en las sombras construía un poder que nadie imaginaba ni sospechaba ... La asesina sabía mucho de todos los Quintanilla mientras éstos ni sabían lo que realmente era ella ni qué pretendía ... Ni siquiera supieron que habría ofrecido sus servicios a Shelly Lares ... Nadie se imaginaba nada mientras la asesina avanzaba a pasos agigantados en el mundo de la familia de Selena ... Pronto conoció a Selena ... Pronto se hizo amiga de ella ... Pronto logró que Suzette la nombrara, al igual que Selena, como Dama de Honor de su casamiento... La asesina fue haciéndose imprescindible y necesaria ... Y confiable ... Ella no se “metía” en lo que hacían todos ... Ella no daba su opinión de lo que pensaba y quería de cada cosa hasta que no supiera todo de todos  ... y sintiera que tenía el absoluto control de la situación ... Y eso lo sintió cuando Selena hizo realidad su sueño de convertirse en una diseñadora y echó a rodar el proyecto de “Selena Etc.” ... A la hora de buscar a alguien de confianza que oficiara de gerente de sus boutiques que no fuera alguien de la familia, todos ocupados en la banda que crecía cada día más y más, pensaron en ella ... ¿Quién si no? Podía haber sido otros ... Algún otro familiar ... Algún amigo ... Algún diseñador ... La ironía del destino es que a esa pregunta la mismísima Selena tuviera una respuesta ... Allá por noviembre de 1994 en el programa “Un nuevo día”, ella dijo que había dejado a cargo de la boutique a alguien de confianza porque se sabía que había en el mundo muchos aprovechadores que no dudarían en sacar partido de su fama ... Y esa “persona de confianza” era la asesina ... Así confiaban en ella ... Así se demostraba que no había ninguna duda sobre su persona ... Y conforme la asesina notaba ese gesto de Selena y de todos los Quintanilla, empezó a ejercer su poder sobre Selena y sobre los demás ... No dudó en mostrar su verdadera cara y su actitud despótica hacia los empleados de “Selena Etc.” ... Hizo y deshizo el negocio de Selena como quiso. ¡¡Hasta se sacó de encima familiares de Selena con el total apoyo de todos!! De nada sirvieron las advertencias del diseñador Martín Gómez, alguien que eligió la misma Selena para que pusiera en hechos lo que ella imaginaba en su cabeza ... De nada sirvieron las “pistas” que iba dejando la asesina que debieron llamar la atención ... Ya lo había dicho Chris ... Él empezó a notar que la asesina trataba de instalar mentiras para que Selena se terminara peleando con la gente que ella más confiaba ... Chris recordó una vez que la asesina le había dicho a Selena tras una fiesta que los baños habían quedado destrozados y que el responsable era él ... Chris no reparó en que la asesina recordaba bien el hecho de Los Ángeles en el que él y otros empleados de la banda casi destrozaron la habitación de un hotel ... Pero Chris sí debió haberse alarmado de que Selena fuera a cerciorarse de ello preguntándolo si eso era cierto ... Seguramente Chris pensó que tal vez Selena nunca debió haberle hecho esa pregunta y que antes que ello debió haberle pedido una prueba a la asesina para recién hablar con Chris ... Era una alarma, una alarma seria ... Pero era lógico en un punto que Chris no pensara en algo peor ... Nadie quiere pasar por un alarmista ... Nadie quiere generar una pelea y desconfiar cuando todo parece andar tan bien ... Aun cuando Chris notara que la asesina se las había ingeniado para que nadie supiera lo que realmente estaba haciendo con el club de fans y con “Selena Etc.” .... Cuando las críticas fueron en aumento, la asesina se las ingenió para que eso nunca llegara a oídos de Selena ... Y como buena psicópata se las ingenió para que todas las quejas fueran a su nombre y no al club de fans ... Como buena psicópata logró que sólo se escuchara su voz en el nombre de Selena y de nadie más ... No había otra versión de la historia ... Sólo se sabía lo que ella decía ... Hasta que se dio por primera vez lo imprevisto, algo que no estaba en sus planes ... Las quejas fueron a q-productions y allí se enteró el padre de Selena ... La asesina reaccionó con el temor típico del psicópata ... Sabía que el señor Quintanilla no dudaría en sacarle a patadas de la vida de Selena y que la “otra verdad”, la única verdad, quedaría expuesta ... La psicópata tenía que echar su última carta, tenía que decir que todo era un error, que los demás no decían la verdad ... pero sobre todo tenía que ganar tiempo ... El tiempo necesario para salir del paso y tener nuevamente el control ... Tenía que recurrir a Selena ... Tenía que volver a los orígenes ... Debía mostrarse débil e inofensiva ... Debía obligarla a Selena a pronunciarse ... O confiaba en ella a ciegas o nada ... Todo con la lógica del psicópata ... Todo o nada ... Negro o blanco ... Fidelidad o traición ... Y mientras insistió, insistió e insistió en ver a Selena “a solas” para decirle “la verdad”, dejar las “cosas en claro” y afirmando que “ya no sé si quiero seguir con esto” con todo “dolor y congoja”, compraba el arma por si las cosas no resultaban como quería, por si Selena le aseguraba con palabras y hechos que ya no confiaba más en ella, que ahora sabía lo que realmente era, que ya no podía contarla en sus planes ... Lo peor que podía escuchar y vivir un psicópata ... Que alguien viera su real cara y la despreciara ... Antes morir que verlo ... O mejor dicho, antes matar que padecerlo ... Cuando logró ver a Selena a solas a mitad de marzo de 1995 la esperó con un arma ... La mataría sin dudar si Selena no hacía lo que ella deseaba ... Cuando notó para su sorpresa y alegría que Selena le daba su confianza y no seguía el camino de su padre, desechó al final de la idea y pensó en devolver el arma ... Pero como buena psicópata tenía que dar una pista, tenía que dar una señal de lo que iba a hacer aunque su “presa” no entendiera la alegoría ... Por eso la asesina no dudó en mostrar el arma a Selena luego de cambiar su humor y de pasar de una falsa lástima de dolor a una efusividad incontrolable ... La asesina sintió que todo volvía a la normalidad .... Hasta que algo pasó ... Vaya uno a saber qué pasó ... Pero algo, algo que nadie supo explicar bien por qué pasó hizo que la asesina volviera sobre sus pasos y readquiriera el arma ... Pero ahora no había vuelta atrás ... Eso que pasó, ese eslabón perdido que si algún día se descubriera entenderíamos por qué sucedió lo que sucedió aquel nefasto 31 de marzo de 1995, hizo que urdiera un plan para matar ... Y no era cualquier plan ... No era cuestión de matar y de entregarse a las consecuencias ... El psicópata nunca piensa en esos términos ... El psicópata siempre quiere ganar ... El psicópata puede mostrarse apasionado y que actúa por impulso pero actúa con una frialdad y planificación asombrosas ... La asesina tenía que lograr que Selena viniera aunque ya no confiara en ella ... Tenía que tocar en sus fibras íntimas ... Tenía que volver a dar lástima ... Tenía que generar culpas y dudas a Selena ... La asesina sabía que Selena era honesta y que iba con la verdad en la vida ... Actitud que para la asesina era un error fatal pues daba ventajas a los demás que pensaban como ella ... Empezó a decir que la habían violado en Monterrey a sabiendas de que Selena le insistiría en ir a un hospital ... Ella se negaría para obligar a Selena a ir a su encuentro ... Eso era más efectivo que seguir diciéndole de verla a solas para devolverle papeles importantes de “Selena Etc.” que nunca le daría ...Ya lo tenía todo pensado ... Usó sus conocimientos de enfermera ... Ella sabía que estando en Corpus Christi, siendo oriunda de San Antonio y diciendo que la habían querido violar en Monterrey, salvo que ella quisiera hacer la denuncia, la policía de ningún lugar podría tomar de oficio cartas en el asunto ... Tenía que lograr que Selena le llevara al hospital para que muchas personas antes de perpetrar el crimen fueran testigos de verlas juntas como buenas amigas, viendo a Selena acompañándola al lugar “por una dolencia” ... Tenía que mostrar eso para confirmar que lo sucedido después fue “un accidente” ... Luego de ir y volver del hospital, la asesina esperaría el momento de cometer el crimen para llamar después al 911 y que los testigos se quedaran con su versión “unívoca” de los hechos ... Como hace todo psicópata ... Que todos se queden con su “versión de los hechos” ... Pero algo falló, algo hizo maldecir a la asesina ... Y la que alteró el plan perfecto de la asesina fue la mismísima Selena ... Ella nunca imaginó que Selena podría salir del lugar ... En un punto la asesina subestimó a Selena, y no reparó que ella era una mujer llena de vida y de una entereza increíbles ... Selena salió del lugar, y por un instante la asesina salió de su frío y elaborado plan para actuar por impulso de supervivencia ... Sabía que si Selena salía con vida del lugar era ella la “mujer muerta”, y no dudó en pasar por las manchas de sangre y el olor a muerte para salir de la habitación para rematarla ... Si tenía que morir que fuera con Selena en silencio ... Ganar ... Ganar a como sea ... La lógica del psicópata ... Pero en cuanto salió la realidad volvió a la tranquilidad y a la frialdad de la asesina ... Sabía que Selena no sobreviviría ... Y no iba a gastar un segundo disparo si por allí nadie la había visto efectuar el primero ... La asesina dejó de apuntar a Selena, bajó el arma, caminó despaciosamente y en silencio hacia la habitación llena de sangre ... Tenía que pensar en un plan “B” ... Algo podía rescatar del plan original ... No podía llamar al 911 ... Escapar iba a ser peor ... Era admitir su intención ... Tenía que sostener la inocencia ... Tenía que decir que todo había sido un terrible accidente ... Y allí volvió al otro típico recurso del psicópata, que es generar pena ... Y tal como lo había hecho con Selena, utilizó el recurso de amenazar con suicidarse ... Por eso fue hacia el garaje del motel en el que se hospedaba, fue a buscar su camioneta y se parapetó allí con su arma apuntando a su sien ... Estuvo así 9 horas ...Al principio sólo se lamentaba y amenazaba con suicidarse ... mientras tenía la radio prendida ... para cerciorarse de algo muy importante ... Tenía que tener la confirmación de que finalmente el crimen se había consumado ... Si no lo había logrado se suicidaría o intentaría disparar a algún policía para que la mataran ... Pero si lo había logrado, como sucedió, entonces haría lo sabido. Entregarse y afirmar que todo había sido un accidente y que el culpable de todo había sido el padre de Selena ... Allí entró a rodar el plan “B” de la asesina, un plan que lo fue elaborando hasta el juicio, y que lo mantuvo aun después de que la sentencian y la declararan culpable ...Como toda psicópata instaló el viejo recurso nazi de “miente que algo queda”. Recurso que juraría mantenerlo hasta que ella misma se muriera y la recibiera el mismísimo demonio para felicitarla y declararla su discípula...
La asesina, luego de recomponerse de estar parapetada 9 horas en su camioneta y de cometer el absurdo crimen en aquel nefasto 31 de marzo de 1995, pensó que tenía chances de salvarse ... Ella no había planificado todo en vano ... Ella cometería la atrocidad y sería impune, y cuando fuera declarada inocente porque “todo había sido una lamentable accidente” ella se reiría a carcajadas, se reiría de los Quintanilla, de Selena y de sus fans ... Se alegraba de pensar que ahora ella era el centro de la atención de todos, y que sería así por mucho, mucho tiempo. Por eso mandó a su hermana a que se contactara con aquella periodista de Univisión que buscaba tener desesperadamente esa entrevista con ella que le daría notoriedad y que hacía el papel de “ecuánime” al analizar el caso “Selena”. La asesina sabía que la ambición de esa mujer le serviría para sus planes. Ella necesitaba alguien que difundiera “la otra historia”, la “historia no oficial”, la “otra cara de la moneda” en lo que ocurrió aquel nefasto día. La asesina pensaba que cuando terminara el juicio y la dejaran en libertad, esa periodista sería la ideal para difundir sus ideas y calmar a la gente que quería degollarla. Y si por esas cosas el juicio no resultaba favorable para la asesina, ella se las ingeniaría para aparecer como una pobre víctima de las circunstancias, de la “mentira de los medios” y de la crueldad de los Quintanilla ... Pero la asesina no pensaba en esa última posibilidad ... Ella estaba segura de que sería declarada inocente ... Cuando se reunió con el abogado defensor, éste le habló de las posibilidades que tenía. Le dijo entusiasta que los Quintanilla nunca podrían probar lo del presunto robo y que sabía que el procedimiento que la policía utilizó para que ella confesara no había sido el correcto. El prestigioso abogado contratado por el Estado de Texas para garantizar un “juicio justo” le decía que ese hecho le haría enfocar en una estrategia que consistiría en atacar a la policía por sus procedimientos y a los Quintanilla como unos “tiranos explotadores” de Selena y de victimarios de su defendida. La asesina lo escuchó atentamente. Aceptó la sugerencia del abogado de no hablar en el juicio ni públicamente mientras durara todo el proceso. Pero le enfatizó que ella quería salir en libertad en cuanto terminara el juicio. El abogado la escuchó y le prometió que cumpliría su pedido, mas nunca tomó en serio la petición. Él tenía experiencia en el tema y muchos acusados le dijeron lo mismo y terminaban conformándose con una pena lo más reducida posible ... Con ese plan fue el abogado y en los primeros días del juicio le fue muy bien, a tal punto que ya todos hablaban del mal procedimiento policial para “hacer confesar a la asesina”, de lo buenas amigas que eran ella y Selena, y de lo conmovidos que estaban al ver de nuevo la desesperación de la asesina cuando supuestamente quería suicidarse aquel nefasto día y todo lo que tuvieron que hacer los rescatistas “para que no lo hiciera” ... El abogado estaba entusiasmado ... Sabía que su defendida estaba jugada ... Que había un testigo clave que la había visto salir de la habitación apuntando un arma mientras corría detrás de Selena malherida, que el informe del forense era categórico (“Esto nunca podía haber sido un accidente. Fue un crimen”), pero confiaba en que la confusión que generaban las declaraciones de otros testigos, más la supuesta amistad y admiración del jefe de la policía por Selena, más las dudas que había entre la verdadera de relación de la asesina con Selena y de ésta con su familia aminorarían la pena que le darían a su defendida. Con ese fin iba a encaminar la última etapa del juicio. Sabía que cuando más pasara el tiempo más jugaría a favor de él, pero recibió un llamado urgente. Era la asesina. Cuando fue a su encuentro ella fue categórica: “¿Pero qué estás haciendo? A ver si me entiendes ... Yo no hice esto para contentarme con unos años de cárcel y evitar la pena máxima. Ya te lo dije ... ¡¡Yo quiero ser declarada inocente!! ¿Me entiendes? Yo no planifiqué todo para estar en la cárcel uno, tres o mil años. ¡¡Yo planifiqué todo para vengarme de los Quintanilla y para reírme en su cara cuando vieran que logré lo que quería sin ninguna sanción!! ¡¡Eso es lo que quiero!! ¿Me entiendes ahora? Mi filosofía en la vida es todo o nada. Las cosas son para mí blanco o negro. No creo en los matices. Menos en el mal menor. Entenderás que no me importa que me consideren y me bajen la pena. ¡¡Yo quiero ganar el juicio, no perder por la mínima diferencia!! ¡¡Así que quiero que plantees al Juez y al Jurado que me declaren culpable o inocente ya!! ¡¡Nada más!! ¡¡Blanco o negro!! ¡¡Todo o nada!! ¡¡No quiero que dilates más el tema!! ¡¡Quiero la sentencia ya!! ¡¡No quiero que me tengan lástima!! ¡¡Quiero que me envidien y que me odien!! ¡¡Eso significará que he triunfado!! ¡¡Así que ahora vete y haz lo que tengas que hacer, que es lo mejor para mí!!”. El abogado empalideció, y se fue del lugar derrotado, abatido y consternado. Nunca vio a la asesina así. De pronto se dio cuenta de todo ... No era esa mujer que destilaba lástima, desesperación y fragilidad en el nefasto día ... Era en realidad esa mujer tiránica, despótica, irreverente, psicótica que sólo esperaba que se hiciera lo que ella quisiera, pues si no “la víctima” se atendría a las consecuencias ... El abogado sorprendió al Juez, al Jurado, a los periodistas y a todo el mundo con su “cambio de estrategia” ... En el medio del juicio y con mucho para recorrer pidió en el recinto que se tomara la acusación máxima y que se la declarara por ella culpable o inocente... Si era lo primero, sería prisión perpetua. Pero si era lo segundo, significaba la libertad y declarar a su defendida inocente en todos los cargos menores a la acusación de asesinato ... Todo o nada, como quería la asesina ... Y la asesina esperaba todo. El abogado perdió fuerzas en ese tramo final. Sabía que muchos no entenderían su decisión y lo cuestionarían. Pero él no podía hacer nada. Sabía que iba muy bien y que podía lograr una condena menor para la asesina, pero ella iba por todo y él sabía que eso no sería posible ... Siguió con profesionalismo el último tramo del juicio y trató de estar el menor tiempo posible con la asesina ... Ésta esperó con ansias el veredicto y antes de que se llegara a él mandó a su padre para hablar con el Jurado con el objeto de presionarlo para declarar a su hija como inocente. La asesina, como buena psicópata, movió como marionetas a toda su familia con el objeto de salir de la cárcel cuanto antes. “Di que si son buenos cristianos no tiene que declararme inocente. ¡¡Dilo!!”, le dijo la asesina a su padre antes de que éste fuera a ver al Jurado. Mientras, la asesina mandaba a su hermana para ultimar los detalles con la periodista de Univisión con el fin de formalizar la entrevista posterior ... La asesina se alarmó cuando antes de la sentencia su abogado le habló como un médico que tiene que anunciar la muerte de algún familiar: “Créame que hice todo lo que pude. Que Dios escuche nuestras plegarias”. Luego de lo dicho se fue y sólo lo volvió a ver cuando leyeron la sentencia. La asesina estalló en ira, pero se mantuvo en silencio. “Tengo que estar fuerte”, se dijo. Vio los griteríos de la gente afuera y el retiro del recinto de los Quintanilla en silencio sin siquiera mirarla ni mostrar emoción alguna ... Era lo peor que le podía suceder a la asesina. Ver la alegría de los fans y la indiferencia de los Quintanilla ... Se juramentó que se vengaría, que nadie se saldría con la suya ... Se juramentó que iba a hablar, que iba a decir todo, que no dejaría títere con cabeza. Que no importaba si decía la verdad, si mentía o hacía ambas cosas ... Lo importante era vengarse, vengar su derrota ... Y si tenía que manchar la memoria de Selena, lo haría sin dudar ... Ella no había hecho todo esto para pudrirse en la cárcel ... Ella no renunciaría a ir por todo ... La asesina no se quedaría con la nada misma jamás....
...Luego de aquel nefasto día vi a la asesina en aquella primera entrevista y en otras ... La detestaba pero tenía que escucharla. Quería que al menos ella me diera una razón para entender lo absurdo. Como todos, pensé que tal vez había algo oscuro, que detrás de todo esto había un entramado de relaciones extrañas que haría “explicable” semejante atrocidad ... Con el tiempo me di cuenta de que las cosas eran más “sencillas” ... No había ni relaciones oscuras o extrañas ... No había cuestiones de política, drogas o cualquier negocio extraño atrás ... Con el tiempo todos nos dimos cuenta de que sólo se trataba de una psicópata, de una mujer que se aferró a la estrella que le daba sentido e importancia a su vida, y que se la ganó jugando a ser una persona que nunca fue ... Y cuando se le descubrió el juego, ella esperó la lealtad a ciegas, como toda buena psicópata ... Cualquier acto medianamente diferente del sinónimo de lealtad sería considerado una traición y así lo vio la asesina ... No le importaba que el padre de Selena la descubriera ... El psicópata sabe que a la larga tiene que mostrar su verdadera cara, sólo que para cuando eso suceda el otro sólo debe ser una marioneta que está para acatar sin chistar, como lo hizo el abogado ... Pero sí le importaba que Selena fuera fiel a ella aun a costa de que dejara de lado a su esposo y a su familia. Al principio quiso creerle, pero cuando sucedió “ese algo” que le dio la certeza de que Selena se aferraría a los suyos y no a ella, la asesina no dudó, la psicópata no dudó y urdió el plan. Lo que pasó después fue la confirmación de aquello ...  Hubiese querido darme cuenta antes de todo esto ... Hubiese querido que Selena lo advirtiera a tiempo ... Que su esposo o su familia se alarmaran en su real dimensión a tiempo ... Pero para ese entonces no se hablaba tanto de psicópatas ... Cuando uno hablaba de esa clase de gente, pensaba en una persona extraña a la que se le daban vuelta los ojos ... Con el tiempo me di cuenta de que el psicópata puede ser una persona común, corriente, que te saluda, que es amable, que es divertido, que es carismático ... mientras sabe que te tiene en sus garras ... Y que cuando siente que eso lo ha perdido mostrará lo que realmente es cometiendo la peor de las atrocidades ... Y no se detendrá allí ... Porque el psicópata, cuando se siente herido y traicionado, no deja de dañar, no deja de disparar, no deja de destilar todo su odio y rencor contenidos contra todo el mundo y la humanidad ... Eso lo aprendí viendo a la asesina hablar en todos estos años ... Sentía que cada vez que hablaba rememoraba aquel nefasto 31 de marzo, y volvía a dispararle una y otra vez a Selena ... Y una y otra vez ... Como si lo hiciera porque nunca estuvo segura de haberla asesinado realmente, como si cada vez que la difamaba con toda serie de calumnias y mentiras de todo calibre tratara de hacerle pagar el “pecado” de haber salido de aquella habitación espantada, y hacerle caer su plan perfecta y macabramente elaborado … Como si ella nunca quisiera aceptar que Selena la había rechazado … Después de un tiempo no la puede escuchar más ... Me daba asco. Más de una vez quise ahorcarla con mis propias manos. No podía tolerar que el mundo fuera tan injusto teniendo a ese monstruo vivo y a Selena tan lejos de nosotros ... Me daba asco cómo determinados medios seguían dándole espacio para que siga diciendo las barbaridades que ha dicho ... Cuando en un especial de Univisión la vi junto con aquel doctor apoyando su absurda y malintencionada versión de los hechos caí en la cuenta de que el libro de Castrellón no era tan delirante como parecía ... Al menos su teoría sobre las verdaderas intenciones de la asesina, del doctor y de su ayudante eran para reflexionar con mayor seriedad que la que nos propuso aquella periodista que quiso ser famosa difundiendo las mentiras de la asesina ... “¿Qué ves? ¿Qué ves cuando me ves? Cuando la mentira es la verdad”, decía una canción ...  Nada más cierto ... Por eso, cuando vi que la salida de la asesina de la cárcel era inminente, llamé a mis amigos de los diarios, de todos los canales de televisión, de todas las radios, y escribí en todas las redes sociales ... Les pedí encarecidamente que no le dieran espacio a la asesina, que sólo se limitaran a dar la noticia y punto ... Que era mejor el silencio ... Que ya su salida era un cachetazo a Selena, a su familia y a sus fans ... Les pedí que no le diéramos más notoriedad ... Que Selena era la única protagonista de su historia, que la asesina era una rea y que debía ser ignorada por completo ... Que no valía la pena escucharla, que ni siquiera tenía sentido movilizarse para repudiarla o pedir vanamente que la mantengan en la cárcel. Suponía que ella desearía eso antes que la indiferencia ... Suponía que ella se reiría si miles de personas se juntaran en la puerta de la cárcel sólo para esperarla salir y expresar su repudio ... Todos los gerentes y dueños de los principales medios no estuvieron muy acuerdo en la propuesta aunque me prometieron dar la noticia en forma fría pero con la contundencia de lo que significaba aquel acto ... Habría móviles, pero no habría entrevistas, no se buscaría la palabra de la asesina ... Entendieron que había que recordar con ello que Selena no está entre nosotros … y ello era lo más importante y lo más triste ... Pensé que ésa era la mejor solución ... Pensé que era la mejor forma de asimilar otro golpe duro a Selena ... Ya había pasado mucho tiempo ... Yo suponía que a mucha gente ya no le interesaba lo que pasó, por más que tuvieran un lindo recuerdo de Selena y muchos le tuvieran cariño a pesar de que no la hubieran visto jamás ... Pensé que los que más sentían la ausencia de Selena eran las personas mayores, y que para las nuevas, tan entusiastas con otro tipo de artistas y valores, Selena sólo le podía representar no más que una buena artista que fue buena mientras duró, pero que ahora … ahora no significaba más que eso ... Un lindo recuerdo, una linda artista que ya no está por obra de una persona que sí está y que forma parte de ese recuerdo cada vez más lejano de Selena ... Por eso pensé que era la mejor solución, a pesar de que entre la gente, y sobre todo en las redes sociales, se había reavivado ese sentimiento de tantos años atrás ... Pero yo no quise prestar atención a esas reacciones ... Sólo serían impulsos espasmódicos que nunca reflejarían lo que se perdió aquel nefasto día, ni lo que significaba la salida de la cárcel de la mujer que le quitó todo a Selena y la oportunidad al mundo de vivir feliz para siempre...
Me desconecté del mundo los días previos a la salida de la asesina ... No quería mirar nada ... Ni escuchar ... Era mejor así ... Siempre pensé que el aislamiento amortiguaba el dolor y me permitía seguir adelante a pesar de todo ... Cuanto menos contacto afectivo, mejor ... Menos posibilidades de llorar ... Menos posibilidades de entregarse ... Menos posibilidades de quedarse pegado a tantos lazos que atan ... Así lo hice cuando se nos fue Selena ... Por meses no vi ninguna imagen del dolor ... Y aún hoy no pude mirar otras ... Siempre quise creer que alguna vez Selena volvería ... Siempre desee que Selena estuviera en algún lugar observándonos, esperándonos que nunca la dejáramos sola ... Yo hice en todo este tiempo lo que pude ... Pase por todos los estados de ánimo ... Tristeza, bronca, euforia, fanatismo, depresión, aferramiento a cuanta cosa hubiera de Selena ... Todo lo que hubiera de ella era más importante que cualquier cosa ... Después me di cuenta con el paso del tiempo de que debía recordarla escribiendo, difundiendo su obra, permanecer vivo su recuerdo ... Pero ahora volvía a la necesidad de aislarme ... No quería ver a la asesina con su cara triunfalista con el contento de haber cumplido con su real cometido aun cuando la condenaran ... No quería escuchar las nuevas barbaridades que diría de Selena ... Me pondría mal y violento, y terminaría yendo a buscarla para acabar con ella de una buena vez ... Pero eso también desearía la asesina ... Nada tenía sentido ... Allí fue cuando pensé ayer lo que pensaría la asesina a pocas horas de salir en libertad ... De pronto oigo sonar el teléfono ... Era un amigo dueño de un importante multimedio: “¡¡Ey, Oscar!! ¿Tienes la televisión encendida? Si no lo tienes, ¡¡hazlo ya!! ¡¡No sabes lo que está pasando!!”. No iba a hacerle caso. No quería enfrentarme con la realidad. Aun así le pregunté: “¿Pero qué quieres que vea? ¿Acaso tú y los demás fueron a darle cobertura masiva a la asesina para que ésta se explaye con mayor impunidad? ¿Para qué lo hicieron? ¿Acaso no saben cómo realmente es? ¡¡No lo puedo creer!!”, exclamé y estuve a punto de cortar la comunicación. “¡¡Mira a la gente, Oscar!! ¡¡Mírala!! ¡¡Nos está dando una lección!! ¡¡La asesina no sabe qué hacer!! ¡¡Parece que teme salir!! ¡¡Y nadie va armado ni la amenaza!! ¡¡Es más!! ¡¡Le da espalda!! ¡¡Míralo con tus propios ojos!! ¡¡No podrás creerlo!!” y fue él quien cortó ... Fui despaciosamente a la TV ... Me quedé un buen tiempo parado frente a ella sin hacer nada ... Tenía temor de ver algo que no me agradara ... Tenía miedo de la asesina y también de la gente que buscaría justicia por mano propia ... Al final me decidí, encendí la televisión y me quedé helado ... Una enorme cantidad de gente se había autoconvocado a la prisión en la que estaba la asesina, y la rodeó dándole la espalda y portando cada uno de ellos una foto de Selena que daba de frente a la prisión ... La escena era tremenda ... Una multitud que esperaba en absoluto silencio mirando en sentido opuesto a la cárcel ... Y en el interior de ella sólo se podían ver imágenes imborrables de Selena … El mensaje era claro … No querían ver a la asesina pero se acercaron a la cárcel para hacerle recordar que en cada uno de sus corazones estaba Selena ... Que Selena vivía en ellos ... Que Selena estaría allí presente para hacerle ver a la asesina que siempre ella estará en su camino y que su cruel acto la torturaría hasta el fin de su existencia ... Los medios cubrían todo desde atrás de los manifestantes ... Ellos le habían pedido expresamente que no se interpusieran entre ellos y la prisión ... Y los periodistas cumplieron por respeto a Selena ... Cuando la asesina se acercó a la puerta y vio el espectáculo se estremeció y se encolerizó ... No esperaba este espectáculo ... Imaginaba un futuro glamoroso en el que ella sería una de las animadoras principales de los grandes medios ... Pero la gente se le interpuso una vez más en el camino ... La asesina no los quiso enfrentar ... Un poco por cobardía ... Un poco porque no toleraba seguir viviendo bajo la sombra de Selena ... Al principio amagó con suicidarse si no se alejaban ... Como la multitud no se salía de su lugar ni aún con el pedido de importantes figuras políticas y de espectáculos, la asesina entró en pánico y se metió de nuevo en la prisión ... Cuando sucedió ello fui corriendo al lugar de los hechos ... Corrí y corrí llorando ... Esa gente me había dado una lección ... Varones, mujeres, ancianos, niños, como 30 años atrás, demostraban que seguían queriendo a Selena ... Y estaban también aquellos que hacía poco la empezaron a amar y le demostraban su cariño como si la conocieran de toda la vida ... No los guió ni la conveniencia ni ninguna especulación ... Sólo los movió el corazón ... Cuando llegué, la gente estaba eufórica ... Acababan de enterarse de que la asesina había firmado un papel en el que renunciaba a la libertad condicional y pedía encarecidamente cumplir el resto de la condena en prisión ... Yo me abracé con ellos y pronto de la alegría pasamos al llanto ... Se había cumplido una etapa más que nos confirmaba que Selena se nos había ido para siempre ... Pronto nos retiramos del lugar y fuimos caminando hacia nuestras casas cantando las canciones de Selena ... Ya entrada la noche miré el cielo y sonreí ... Estaba seguro, estaba convencido de que Selena estaba en alguna de esas estrellas, o en todas, observándonos con una sonrisa de satisfacción y con lágrimas que brotaban de sus ojos ... Imaginaba que Selena lamentaría no poder acompañarnos, pero que estaba contenta porque a través de los años ella nunca se había quedado sola ... Ni el paso del tiempo ni la maldad de tanta gente pudieron con su recuerdo ... Selena fue lo más hermoso que hayan visto, la hayan conocido o no ... Selena era una de ellos, una de los nuestros, la hermanita que encarnó el sueño de tanta gente que nunca tuvo su oportunidad y que aún la siguen esperando ... Hoy me di cuenta de algo hermoso ... Que nada fue en vano ... Selena abrió el camino con Amor ... Y con ese mismo Amor su gente lo transita para que ese sueño nunca se termine, para que todo sea posible, para lograr todo lo que uno se propone con voluntad, trabajo y cariño ... Para que un mundo sea posible ... Para que la humanidad sea mejor con el ejemplo de Selena ... Esa misma noche me dormí con una sonrisa ... No sólo porque la asesina se quedó en prisión para siempre ... Me dormí contento porque me convencí de que pronto volvería a ver a Selena y cuando ese eso suceda ya no habrá más pena ni olvido ...
(Vivimos en el medio de la locura ... Vivimos en un mundo lleno de odio, de rencor y de traición ... Pero lo que es peor: vivimos alienados ... Creemos que así amamos. Creemos que triunfar es ganar a como sea, no mostrar lo que uno es realmente. Creemos que si hacemos lo que nos gusta no alcanza para ser felices ... Que tenemos que triunfar, triunfar a como sea, destruir al que se tiene en frente, verlo como un rival, como un enemigo ... Creo que si cada uno de nosotros nos miráramos a los ojos con sinceridad, otra sería la historia ... Creo que cuando llegue el día en el que nos convenzamos de que con voluntad, Amor, honestidad, trabajo y perseverancia se puede lograr todo, seremos mejores personas ... Y creo que si nos diéramos cuenta del valor de estar vivos y de gozar de lo que se hace en cada minuto de nuestras vidas, éste sería un mundo mejor ... Y estaríamos más cerca de Selena ... Por eso confío en llegar a aquel día soñado ... Porque cuando llegue ese día, habré encontrado a Selena ... y seré la persona más feliz de mi vida...)
Mi corazón siempre estará contigo, Selena...
Te quiere mucho...
Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)

1 comentario:

Karen Muñoz dijo...

Sergio me gustaria saber si esta historia es real? Es tan hermosa!! Escribes tan lindo! mira no he dormido por leerlas... y las estoy publicando en mi paginita de FB https://www.facebook.com/pages/All-Selena-Los-Dinos-photos/117616775095140