Una salida a la vida

Finalmente, Selena y Chris se casaron el 2 de abril de 1992. Selena pensó que podía estar un tiempo en esa condición hasta explicárselo a su padre. Pero ella ya era popular y, por ende, la noticia de que se había casado en “secreto” duró poco. A las pocas horas ya se anunciaba su casamiento por la radio. Selena supo que estaba en boca de todos, por lo que esta circunstancia la obligó a encarar a su padre cuanto antes. Tenía que negociar más que nunca. Antes no lo pensaba así, pero todo lo que ocurrió en los últimos días le hizo ver que había una posibilidad y este anuncio le hacía ver que no le quedaba alternativa … Fue así que se dirigió a la casa de sus padres y encaró a don Abraham Quintanilla. Estaba todo dicho en un punto. Su propia actitud habría hablado por ella misma. Por eso, su padre actuó con ella con el hecho consumado y con la decisión de aceptar la realidad. Sabía que un choque más en ese momento podía hacer perder a su hija y negociar en este caso le podía dar una “solución”. Chris se incorporaría a la banda y sería parte de la familia. ¿Para qué pelear entonces? Podía temer que Chris, según pensaría él después, la obligara a dejar el canto a Selena. Pero sabía, obviamente, que eso no iba a ocurrir. Selena volvería a los conciertos más contenta que nunca. Nada cambiaría, salvo que su hija estaba casada. Pero al menos su sueño de catapultar a su hija en lo más alto de su carrera musical no se derrumbaría. Era el momento para sacarse el problema de su hija con o sin novios. Ahora estaba casada y seguía en su banda bajo su control. Mejor no se podía estar. Pero recordaría que su hija se le atrevió esta vez con crudeza a enfrentarse. No le haría cambiar de posición. Pero sabía que Selena podía volver a actuar así, por lo que Abraham empezó a tomar recaudos para el futuro inmediato…

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