Simplemente contigo soy feliz, Selena…


En la vida siempre estamos buscando la felicidad. Podemos estar toda nuestra existencia estando tras aquello que tanto anhelamos y no encontrarlo jamás … Podemos vivir buscando sólo una cosa, el motivo que nos dé la felicidad y no encontrarlo nunca. Y cuando llega el momento de partir de este mundo tener como última imagen aquel ser que nos hubiese dado la felicidad total presentándose de la manera más vívida, como si siempre lo hubiésemos tenido a nuestro alcance, como si siempre hubiese estado al lado nuestro. Muchas veces transitamos por esta vida haciendo cosas, planificando otras, armando una vida que acaso nos dé un paliativo a tanta soledad, a tanta sinrazón, a tantos interrogantes sin respuesta. Toda nuestra vida está en la búsqueda de algo, de ese algo que nos colme la vida, que sea la razón de nuestra vida aquí, la respuesta a tantos interrogantes, la felicidad que nos haga vivir a pleno nuestra vida.

Yo crecí y viví en el ámbito del rock. Y allí siempre se vive la vida con mucha insatisfacción e incertidumbre. Las letras, la música y el espíritu es expresar la bronca, lo que no nos gusta, el querer cambiar todo, la búsqueda de un destino mejor, el rebelarse contra lo establecido. Allí también podemos ver que los músicos pueden estar toda una vida cantando su desencanto por este mundo, la frustración ante una sociedad que no los contiene y que no los alberga. Pero tal vez en el ámbito del rock, como en todos los ámbitos en los que se desenvuelve el ser humano, lo único que se busca es Amor. Alguna vez John Lennon cantó “All you need is love”, y esa canción y esa frase recorrieron el mundo como una verdad tan simple y tan cierta como que muchas veces no damos cuenta de que de eso se trata la vida. Y que eso es lo que queremos y buscamos … Pero en el ámbito del rock, por su propio espíritu, puede verse, pero no siempre apreciarse, valorarse y aceptarse, a aquel músico que encontró lo que tanto buscaba … Ese Amor que le dé paz, tranquilidad, y romance con la vida, con la naturaleza y con la sociedad. Entonces, ese músico hace otras músicas, elabora otras letras, su semblante cambia, ya no ve todo mal, y se lo ve feliz y optimista. Buena parte del ambiente de rock rechaza a aquellas personas, pues ven a alguien que los ha abandonado, que ha perdido el espíritu rebelde. Ya no rompe guitarras, ya no es agresivo, ya no da saltos y se arroja ante su gente para ser tomado por ella. Ese ambiente se siente traicionado y, por ende, abandona y desprecia a ese músico … Y el único pecado que ese músico ha cometido es sólo ser feliz, ser feliz con alguien, haber encontrado un sentido a la vida, un bálsamo a tanto dolor. Encontró en definitiva lo que todos estamos buscando, lo que todos queremos para nosotros mismos. Es un hombre feliz, un hombre que encontró el Amor…

A mí también me pasaba lo mismo … hasta que descubrí a Selena. Yo también venía del rock sin ser músico, pero sí seguidor de su música. Y sin haber abandonado esa música y sin haber dejado de escucharla, hoy soy como aquel músico de rock que ha encontrado lo que tanto buscaba. Lo encontré cuando puede apreciar a Selena entrando en ese carruaje que la depositaba al escenario en el Houston Astrodome el 26 de febrero de 1995. Lo encontré cuando pude verla actuar en ese famoso Medley de los años ’70 y quedarme anodadado con su voz, con su carisma, con su personalidad, con su autoridad en el escenario. Lo encontré viendo a Selena interpretar “Si una vez” y dejarme con la “piel de gallina”. Sentí la misma sensación que sintieron todos, me sorprendí como se sorprendieron tantos. La vi y no la pude dejar de mirar desde que empezó hasta que terminó cada canción. Recorrí cada uno de sus movimientos, me emocioné con cada una de sus sonrisas, me deleité con cada paso de su baile, me quedé extasiado y pleno con cada movimiento a uno u otro lado del escenario. En unos minutos descubrí que estaba ante lo que tanto buscaba. En unos minutos descubrí a alguien que podía más que lo que habían hecho por mí miles y miles de artistas en sus discos y en sus conciertos. En unos minutos todo lo que vi y escuché por años pasó a un segundo plano. A partir de ese momento Selena fue y es el centro de mi atención y la razón de mi vida. Cuando la vi empecé a darme cuenta de que estaba ante una artista en serio, de verdad, que no era un invento de ningún medio ni de nadie. Que era una realidad y que buena parte de su éxito se basaba en ser ella misma en el escenario. Uno podía no conocerla o haberla seguido desde que era muy pequeña. Uno podía ser admirador o apenas dar cuenta de ella ... No importaba ... Era verla y era descubrir lo que una artista era capaz de hacer, de cantar y de generar. Era verla y quedar encantado con ella y con la vida. Era verla y enamorarse de ella para siempre. Era verla y querer acercarse a ella para abrazarla. Era verla y sólo acercarse a ella para darle las gracias. Selena no generaba sólo admiración. Selena generaba Amor. Y todos los que la sabemos apreciar no sólo nos gusta cómo canta Selena. También nos gusta cómo era ella. Y es verla en el escenario y saber que artista y persona eran lo mismo. No se podían escindir. Se la apreciaba y se la quería. Se la quería escuchar pero también se le quería expresar el Amor y el aprecio ante una persona que era tan linda … no sólo físicamente … Selena era también un Alma linda. Por eso generaba eso que sólo ella podía despertar en la gente. Todos supimos apreciar algo que pocas artistas tenían, que era Amor, Amor al canto, Amor a la creatividad, Amor a la vida, Amor al público, Amor a su familia, Amor a su esposo, Amor a la banda, Amor a todo lo que la rodeaba. Y cuando una artista es eso, además de ser honesta, sincera, sencilla, humilde y tan talentosa, no se la olvida jamás, acaso porque nunca habrá nadie que despierte lo que ha generado Selena…

Las cosas de la vida … Selena ha llegado a mí por su triste final y siempre me intrigó por qué pasó aquello. Llegué tarde a la fiesta y siempre me pregunto por qué no la descubrí antes, por qué Dios y el destino me la pusieron frente a mí cuando ya nada podía hacer, cuando ya no la podía ver, cuando ya no la podía apreciar en vivo con mis propios ojos. Siempre me sentí como aquellas personas que llegan tarde a algo preguntando lo que ha sucedido, diciendo una y otra vez “¿Pero qué ha sucedido con Selena? ¿Por que? ¿Por qué?”. Más de una vez me dije por qué no reparé en ella allá por 1994 cuando vi al pasar el video “Bidi bidi bom bom” en la pantalla de televisión en “mute”, ya que esperaba ver otro programa, y sin saber que era ella y sin imaginarme ante qué artista me encontraba. Más de una vez me dije qué hubiese pasado si ese nefasto 31 de marzo nunca hubiese existido y si yo llegara a este año sin saber nada de ella, o si la hubiese oído nombrar sin dar cuenta de lo que Selena hacía. Más de una vez me dije, ante esta circunstancia hipotética y en la que nunca hubiese reparado en ella, si al verla aunque sea en un tema en un concierto que hubiese ofrecido en Buenos Aires me hubiese generado lo que me ha provocado después en otras circunstancias, en otros tristes momentos ... Juro que al principio hubiese pensado en lo lógico: tal vez no, porque yo hubiese seguido en lo mío y hubiese prejuzgado a su música y hasta la hubiese subestimado ante su presencia en mi país diciendo “¿Pero quien es esa tal Selena?”, con la soberbia e ignorancia de los que se creen que saben todo, de los que creen que escuchan “la mejor música”, que vieron a “los mejores artistas”, que están en un “nivel superior”, “que ya vieron todo”, y que nada puede sorprenderlos … Después, al recapacitar lo que más me ha impactado de Selena, me doy cuenta de que seguro me hubiese generado lo mismo si la historia hubiese sido distinta, si hubiese podido verla en Argentina, máxime si hubiese podido escuchar su repertorio en inglés. Me hubiese impactado de la misma manera, me hubiese quedado con la boca abierta de la misma manera ante semejante artista … y seguramente hubiese despertado el mayor de los celos de toda mi familia al ver que hubiese ido corriendo a sacar las entradas a todos sus conciertos para apreciarla, para sentirla, para que me cautive, para verla en su plenitud y feliz de todo lo que ha generado en mi país y en el mundo…

Sí, tal vez sea como aquellos músicos de rock que han logrado la felicidad plena … pero tarde … Porque nunca pude decirle a Selena lo que me ha provocado. Tal vez, eso sí, pueda darle mis mejores palabras, que no sé si son las mejores ni si están bien escritas, pero que expresan todos los días lo que ella me ha generado y me sigue generando hoy en día. Querría no tener que exponerme como lo hago desde hace un tiempo largo ya para poder decir a los cuatro vientos lo tanto que la quiero. Querría no tener que estar en un primer plano para evocarla. Quisiera no tener que escribir todo esto, porque si ésa fuera la realidad, entonces eso significaría que Selena estaría aquí destilando y desparramando todos sus sentimientos en un escenario, mostrando toda su felicidad expresada en su rostro. Nos contagiaría con su risa, nos cautivaría con su personalidad, nos haría suyos en un instante. No querría estar en el plano en el que estoy ahora, pues siempre fui alguien de perfil bajo que le gusta expresar a la distancia el aprecio que le genera un artista. Yo soy de los que nunca quiere acercarse a alguien a quien admira por miedo a molestar, para no invadir su mundo, para no ser yo el protagonista de algo que es de exclusividad del artista … ¡¡Pero qué no daría por decirle a Selena lo que siento por ella!! Tal vez siempre fui así con todos pues nadie de ellos me ha dado las cosas que me ha ofrecido Selena. Y entonces tengo la alegría, pero a la vez la tristeza, pues todo eso que me dejó Selena en mi Alma y en mi corazón no se lo puedo decir, no se lo puedo transmitir … Apenas se lo puedo decir a la distancia espacio-temporal, y sin saber si ella puede escuchar y ver todo lo que le escribo y expreso. Pero esa distancia que he tenido con todos los artistas a los que he apreciado, no la podría tener con Selena. Con ella haría la excepción, pues simplemente Selena era distinta, totalmente distinta a todo y a todos. Daría mi vida para poder abrazarla y decirle lo que ha hecho de mí. Le diría que se cuide, que nunca deje de ser como es y que sabe que siempre tendrá el Amor de esa gente que la quiere tanto. Le diría que es la mejor y que se crea que lo es, y que lo que ha provocado en la gente no lo va a generar nadie. Le diría de dónde vengo y qué ha sido de mi vida desde que la conocí. Le diría tantas cosas, tantas cosas como las que le he escrito y que jamás me cansaré de escribir. El que ama a Selena sabe a lo que me refiero, pues basta con verla para entender lo que significa esta artista en el escenario y el vacío que genera su ausencia…

Ya no hay más en mí ni insatisfacción ni desencanto por este mundo. Selena genera milagros hasta en su ausencia. Me ha convertido en mejor persona, en un ser más tolerante y más comprensivo a todo y con todos. Nunca podré llegar a ser como ella y nunca podré decírselo personalmente. Pero el sentimiento que me genera al verla, la sensación que deja en mi corazón cuando la veo cantar, cuando la veo hablar, cuando la veo expresar cada canción y cada tema me convierte en alguien que ya no puede ver mal la vida. Ni siquiera su absurda partida de este mundo me hace volver hostil ni que reniegue de este mundo ni de esta vida … Es cierto que Selena no está, que este mundo sería bien diferente con ella, que seríamos más felices, comprensivos y tolerantes con ella aquí, pero también sé que ella es producto de esta tierra, de esta naturaleza, de este mundo, de Dios mismo. Ella generó el mejor de los sentimientos a tanta gente. Selena dejó su impronta en cada uno de los que la supo apreciar. Si acaso Selena pudiera ver cómo aún hoy la gente sigue cantando sus canciones, cómo los que son niños hoy y que nunca la vieron cantan sus canciones, si viera cuánta gente de todo el mundo la tributa y le deja el mejor de los recuerdos, seguro que se emocionaría, y se sentiría orgullosa y emocionada. Pero, por sobre todas las cosas, Selena se sentiría plena de ver cómo la gente de todo el mundo supo captar todo lo que ella les ha transmitido y que no lo ha podido expresar nadie, pues nadie tiene el Amor, la naturalidad, el talento, el carisma, la voz y la personalidad de Selena. Selena era distinta, distinta a todo, distinta de otros artistas, distinta de otros músicos, distinta de su entorno, distinta de todo lo que alguien haya visto jamás. Por eso todos la quieren sólo a ella y la hacen suya. Selena supo transmitir su propia vida a través de sus canciones y de sus conciertos, y eso quedará por siempre en los corazones y hasta en la vida de cada uno que la recuerda cantando cada una de sus canciones, escuchando sus discos, guardando o exhibiendo sus fotos, admirándola cada día y cada noche como si estuviera entre nosotros. Es que Selena nunca se ha ido porque sigue estando presente en toda la gente que la recuerda con Amor y la siente como propia…

Puede que mucha gente aquí en mi tierra me vea como una persona rara, como en el ambiente del rock se mira a aquel músico de su género que se deviene en un ser feliz pues ha encontrado al Amor de su vida, la razón de su felicidad. Tal vez muchos no entiendan por qué hago esto por Selena. Tal vez aquí en mi país no entiendan que exhiba esas fotos de ella, tal vez algunos no sepan de Selena y simplemente la conozcan a través de la película que protagonizara e hiciera famosa a Jennifer López. Tal vez mucha gente no comprenda mi admiración por ella, tal vez no se explique qué tenía Selena que no tuvieran otras. Tal vez muchos no entiendan por qué no escucho la misma música con la misma asiduidad que hacía antes, y que desde hace ya unos cuantos años sólo escuche y vea cotidianamente a Selena. Tal vez aquellos que no me comprenden hoy empezarían a entender si acaso pudieran verla, si acaso se tomaran la molestia de lo que era aquella mujer, si apreciaran su voz y su talento, si captaran su esencia en cada actuación, si supieran cómo llegó a ser alguien en la historia de la música, si vieran cuánto de la vida de Selena hay allí en cada canción. La vida es muy injusta. Siempre nos quedamos con la última imagen o con lo último que se nos presenta, que no es siempre lo mejor. Muchos lamentablemente se quedan con lo que ha sucedido, con aquello que no pudo ser, con una vida que se truncó, con una artista con un talento ilimitado que no pudo mostrar todo lo que podía dar. Muchas veces nos quedamos con eso y damos vuelta la cara cuando ya eso deja de ser una novedad, o pasa a ser algo que ya no despierte interés. Y pocos de los que no entienden reparan en lo más importante que nos ha dejado de Selena: un Legado de Amor, de música, de sentimiento, de pasión, que es incontable e inimaginable. Si todos dieran cuenta de ello, entenderían lo que yo siento por Selena. Si dieran cuenta de ello, ellos también sentirían lo mismo que siento yo. Mientras tanto, yo seguiré siendo como aquel músico de rock feliz, que tal vez no sea el rebelde de antes, que ya no reniega de este mundo, que ya no quiere destilar odio ni rencor. Tal vez porque se ha convertido en una persona feliz, feliz pues ha encontrado el Amor, la felicidad que muchos buscan y que no la encuentran en toda su vida. Tal vez hoy sea feliz porque llevo a Selena en mi corazón. Tal vez sea para siempre feliz, porque Selena siempre vivirá en mí mientras yo esté aquí. Y seguro que estaré feliz, pues aunque deje este mundo algún día, a donde vaya yo Selena se irá conmigo también…

Sólo te doy las gracias, Selena … Te doy las gracias por haberme hecho tan feliz no sólo por tu música sino por tu Amor, expresado en cada una de tus interpretaciones, en cada uno de tus conciertos, en cada pedacito de Alma que nos dejaste impregnado en nuestros corazones cada vez que nos cantabas, que nos hablabas, que nos expresabas tus más puros sentimientos…

Simplemente te quiere, te extraña, te espera, te recuerda…

Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)



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