Aferrarnos a tu recuerdo y no a la mentira, Selena...
Se me ocurrió pensar en esto porque a pesar de que ha
pasado tanto tiempo y de que ya a todos le ha quedado claro lo que eras, cuando
nos emocionamos nuevamente con tu recuerdo en la serie que se vio por Netflix y
se ha rechazado por baja audiencia la serie de Telemundo en base al libro de
María Celeste Arrarás, en breve tu asesina puede recobrar la libertad y tal vez
hable de nuevo y, ya sabés, siempre habrá alguien interesado en escucharla…
Yo sólo espero, Selena, que allí donde estés no te llegue
el rencor, el egoísmo, el odio, el resentimiento. Espero que en el paraíso en
el que te encuentres no te genere el mismo dolor que nos genera a nosotros cada
vez que escuchamos o vemos a esa mujer que te quitó todo, la vida, tus sueños,
la energía, tus proyectos, tu sonrisa, tus anhelos, hablando mal de ti,
metiéndose impunemente en tu vida privada, revelando con total desfachatez tus
momentos íntimos, mintiendo descaradamente a sabiendas de que nada puedes
decir, que nada puedes contestar, que nadie la detendrá en el camino de manchar
tu buen nombre y honor...
Yo sólo espero que alguna vez me hagas saber qué sientes
con todo esto. Y de nada servirá que ninguno de los que estamos en esta bendita
Tierra haga interpretaciones de lo que supuestamente tú sientes, pues tú,
solamente tú, sabes lo que has sentido aquel nefasto día y qué sientes ahora
con tanto manoseo proferido por la persona que te ha quitado todo. Alguna vez,
en el juicio que se le hiciera a esa desquiciada, el defensor Doug Tinker osó
decir que si tú hubieses aparecido en la sala del Tribunal seguro que la
abrazarías a esa persona y la perdonarías. Y con acierto el Fiscal Carlos
Valdés le contestó que si tú aparecieras en esa sala, eso querría decir que ese
juicio no existiría y nada de lo que estaba ocurriendo en ese momento tendría
sentido. Nada más claro y vívido que lo que indica la realidad...
Yo me pregunto Selena, cómo no te diste cuenta, cómo no
sospechaste nada. Cómo no llegaste a dudar de las intenciones de esa mujer.
Cómo no avizoraste ningún peligro cuando histéricamente esa persona buscaba que
te presentaras al Days Inn sola aquel nefasto 31 de marzo de 1995. Cómo no
pensaste que tú eras lo suficientemente relevante como para darle importancia a
una mujer que no tenía vida propia más que vivir de ti, cómo no reparaste en
que antes que darle prioridad a esa mujer tenías grandes proyectos, tenías una
hermosa vida para vivir, que en ese momento te esperaban a poca distancia de
allí para seguir grabando tu soñado disco en inglés que en breve saldría a la
venta. Cómo no reparaste que al otro día, sí al otro día, tenías que
presentarte a dar un nuevo concierto en Los Ángeles. ¿Por qué no estabas
pensando en eso cuando sin ningún sentido estabas yendo sola aquella mañana,
tal como lo pidió tu asesina, al Days Inn, la acompañaste a esa farsa que te
propuso de ir al hospital para no querer luego ser revisada mientras tú mirabas
a una de las enfermeras con cara de no entender cómo estabas padeciendo eso y
terminaste de nuevo en el Days Inn, y te percataste recién allí y tardíamente
las reales intenciones de esa odiosa mujer?
Desde ese momento tuvimos que escuchar cómo esa mujer que
te quitó la vida levantara el arma una y otra vez, y la dispara otras tantas
veces como si nunca se cansara de hacerte daño, como si su propio resentimiento
no acabara nunca, como si el hecho de no haber quedado libre luego del juicio
la dejara con un rencor tremendo pues parte del plan era justamente salir libre
y no precisamente para gozar de la libertad por el convencimiento de su
inocencia. Su resentimiento surgió porque ella quería poder expresar su alegría
abiertamente por haber logrado todo lo que se había propuesto: matarte, salir
libre y refregarle su éxito al motivo de tamaña decisión: tu padre. Y si su
plan de asesinato no le salió perfecto, tal cual si se tratara de un capítulo
de Columbo, más precisamente el primero de la serie, aquel que dirigiera Steven
Spielberg -"Murder by the book"- fue gracias a ti, Selena. Menos mal
que al menos tú llegaste a darte cuenta y pudiste salir de allí. Sí, lo sé. No
pudiste salir con vida, y eso es lo que siempre nos lamentaremos y lloraremos.
Pero al menos esa mujer no pudo salirse enteramente con la suya...
Te juro, Selena, que evito escuchar a esa mujer, esa
mujer que puede pedir la libertad condicional en tan sólo 2 años. No puedo
escucharla, pues no puedo atender a alguien que no muestra el más mínimo
remordimiento, el más mínimo arrepentimiento. Una típica psicópata, que muestra
una impunidad a toda prueba. Que encima cada vez que aparece da expresas
instrucciones de que no quiere salir vestida como presidiaria que es. Y le
hacen caso, encima… Y así hemos visto cómo esa mujer con aires de estar en un
hotel o en una cabaña de vacaciones nos explica lo que hacías, lo que no
hacías. Habla de tu vida privada como si alguien tuviera derecho. Te desnuda
sin pudor. Sonríe con satisfacción ante cada revelación que hace, del mismo
modo que cuando exhibe con total cinismo las cosas que tiene de ti. No puedo
entender, Selena, que nadie de tu familia pueda hacer nada para frenar esas
declaraciones o recuperar tus pertenencias. No entiendo cómo te encuentras aún
tan sola como aquel 31 de marzo de 1995...
¿Me entiendes Selena, entonces, por qué no puedo ver ni
escuchar a esa mujer? Pues cada vez que la veo recuerdo tu sufrimiento,
recuerdo tu calvario, recuerdo tu dolor. No puedo evitar sentir el lamento tuyo
cuando corrías entre el desconcierto, el sufrimiento, tu mano en el pecho llena
de dolor, tu otra mano aferrada a un anillo, tu respiración que se te entrecortaba,
tu vista que se te nublaba, tu angustia de saber que ese podía ser tu final, tu
increíble final, un final nunca pensado aunque tal vez soñado en una horrenda
pesadilla, esa pesadilla que nunca quisiste contar Selena ... ¿Lo recuerdas?
Tal vez en ese instante de sumo dolor, incredulidad y llanto hayas recordado
aquella pesadilla y dieras cuenta de que eso era lo que habías soñado, de que
esa era la pesadilla que no querías ni ver ni recordar. Tal vez, Selena, no
querías ver tu propio destino ... No querías ver hasta dónde puede llegar la
maldad, el egoísmo y la miseria de una persona que decía quererte ... de una de
las tantas personas que te expresaron ese sentimiento...
Y entre esas personas que te dicen querer y recordar con Amor
está esa gente que aún hoy le siguen dando espacios a tu asesina. Obviamente lo
hacen en el "convencimiento " de que esta vez dirá "la
verdad", esta vez dirá nuevas revelaciones. Esta vez sí tiene
"libertad" para decir lo que "realmente pasó" ... Lo mismo
cuando se hacen versiones de tu historia en base al libro de María Celeste Arrarás,
que es como leer la versión de esa asesina. Con una mano en el corazón, y
apelando a tu memoria, ¿realmente piensan eso? ¿O sólo será para mantener una
gran audiencia en base al morbo? Yo sé lo que es ser periodista y sé
perfectamente que lo que te ha pasado a ti. Selena, es un tema muy tentador,
muy tentador para imaginarse muchas historias, para creer en historias
intrincadas, enrevesadas, de película. Por eso, entonces, ¿qué se supone que
quieren que les diga tu asesina, Selena, cuando pronto recupere la libertad, si
es que se anima a hacerlo? ¿Que en realidad no era ni México ni Brasil a donde
querías ir Selena? ¿Buscará lugares más exóticos para impresionar a la
audiencia ante la mirada de supuesta sorpresa de sus entrevistadores? ¿Hasta
cuándo se puede sostener la mentira? ¿Hasta cuándo tendremos que seguir viendo
y escuchando las actitudes psicópatas de esa mujer? ¿Hasta cuándo te seguirán
disparando Selena ante la mirada pasiva de todos?
No hay que seguir escuchando más a esa persona. Que se
quede cumpliendo su condena en su celda para siempre. Ya no tiene más lugar
entre nosotros. Y a todos los que buscan la verdad y de boca de su asesina, los
invito a que no la entrevisten más, pues hace mucho, mucho tiempo que ella ya
dijo a todo el mundo por qué lo hizo. Lo hizo en una tarde lluviosa. Esa misma
tarde del nefasto 31 de marzo de 1995. Lo hizo mientras prometía, para variar,
una cosa que nunca cumplió, y sostenía un arma y una radio en sus manos. Hacía
horas que decía un montón de incoherencias. Hacía unas horas que te había
disparado, Selena, pero no estaba del todo segura. Especuló con que lo había
logrado y por eso no efectuó el segundo disparo, para evitar vanamente que
alguien la viera disparar. Pero cuando por la radio escuchó la triste noticia,
menos para ella, es como si propio alivio y contento le devolviera el alma al
cuerpo, le volviera a correr la sangre por el cerebro, la misma sangre que ya
no tenías Selena, y eso le permitiera la lucidez y la claridad de pensamiento
(fue como cuando te mostró el arma dos semanas antes cuando tú le prometiste qué
seguiría trabajando para ti, ¿recuerdas?). Fue allí cuando culpó a tu padre.
Allí empezó a dejar en claro dónde estaba el conflicto y por qué había
planificado el crimen. Como verás, Selena, ya no necesitan escuchar a esa
persona. Todo lo dejó muy claro aquel nefasto 31 de marzo de 1995. Ya ellos
también podrían dejarte en paz y en todo caso si quieren volver a hablar que
sea para pedirte perdón y pedir clemencia a Dios, nada más ... O al menos para recordarte
con Amor...
Y lo que más me duele, Selena, es que todos se sientan
con derecho a juzgarte, a hablar de tu vida como si cualquiera de nosotros
fuera alguien con derecho para pedirte explicaciones. Tú, Selena, tenías
derecho a hacer de tu vida lo que quieras. Tú no le debías una aclaración a
nadie. Sólo debías hablar de tu vida privada con quien correspondiera. Nadie
tenía derecho a hablar de tu vida y más aún ahora que nada puedes decir ni
hacer. Nadie como tu voz puede expresar tu sentir y tu pensamiento. Nadie,
absolutamente nadie, puede hablar en tu representación, pues sólo tú sabes lo
que sientes. Tú, sólo tú, sabes que lo que has sentido aquel día. Tú, sólo tú,
tienes el derecho a hablar de tu vida, de defenderte ante tanta calumnia, tanta
mentira, tanta insensatez, tanto odio, tanto resentimiento, tanto egoísmo,
tanta desfachatez. Y como tú no estás, nadie podrá ocupar ese lugar. Nadie sabe
ni imagina lo que es estar en tu lugar, Selena. Y estoy seguro, eso sí, de que
en ese trayecto tan doloroso al lobby del Days Inn debes haber pensado con
angustia si acaso te seguirían queriendo, si acaso serías el centro de un lugar
al que siempre rehuíste, al que siempre escapaste. Acaso debes haber pensado si
después de tantos sacrificios este era el final que merecías, si éste era el
final, tal vez con la esperanza de que no fuera ése el epílogo de una historia tan
bella como increíble...
Siempre que veo estas cosas no puedo evitar recordar tu
miedo, Selena, a no ser querida, a ser rechazada, a estar en una situación que
comprometiera tu Amor hacia todo lo que querías. Cuando veo estas cosas, no
puedo evitar el dolor de la injusticia, de la blasfemia, de la mentira, del
hablar impúdicamente de los demás, de meterse en la vida de los demás, de
arruinarle la vida a los demás ... Y cada vez que veo esta densa y triste
realidad desearía poder estar allí para evitar tanto odio hacia ti, tanta
violencia hacia ti, el ver una y otra vez ese final tan impropio a tu historia.
Un final que nadie quería pero bastó la enfermedad y la locura de una psicópata
para dar por tierra a tu vida ante la impericia y la pasividad de los demás. El
odio de una persona que pudo más que ti, que tu familia, que tus fans, que tu
discográfica, que todos los planes de los que confiaban en ti, que todo el Amor
de tu gente. Así de loco es el mundo. Aunque sea hubiese querido estar allí
para ser yo el depositario de tanto resentimiento. Sólo para que tú pudieras
estar viviendo tu vida feliz, con gozo y con tu inconfundible alegría y energía.
Para vivir en plenitud sin tener que dar ninguna explicación. Sin que nadie te
juzgue. Sin que nadie hable por ti. Para que seas feliz y libre, algo por lo
que tanto luchaste, Selena, algo por el que tuviste que dejar tu vida...
Y si me puedes escuchar, si me puedes ver, si acaso
puedes sentir donde quieras que estés lo que realmente sentimos los que te
amamos, ten por seguro Selena que siempre estaremos aquí por tu recuerdo, por
tu Amor, por tu canto, por tu emoción, por tu pasión, por todo lo que nos diste.
Y ten por seguro que lo que nos llega al corazón jamás se nos borrará. Y con el
corazón en la mano estaremos por ti. Nunca podremos hablar en tu nombre, pero
sí podremos demostrarte con nuestra dedicación que seguiremos luchando por tu
sueño y que sólo en tu historia interesan tu voz, tu obra, tu palabra y tu
vida. Y que en nuestro más absoluto y profundo sentimiento y esperanza, siempre
soñaremos con que algún día volverás. Y ese día todos los que te queremos
saldremos a abrazarte. Y los que no, huirán, coherentes con lo que han hecho y
dicho toda su vida...
Hoy la misión de todos lo que te amamos es recordarte con
Amor. Espero que todos estemos a la altura de las circunstancias. Y espero que
nadie, absolutamente nadie olvide lo que representas para cada uno de nosotros.
Todo lo que hagamos por ti será poco. Y tanta obra de Amor hecha en tan sólo 23
años, casi 24 años, bien vale nuestro desprendimiento, nuestro Amor, nuestro
cariño, nuestro sacrificio...
Te quiere mucho...
Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)
Mis promesas a ti, Selena...
Muchas veces en nuestros recuerdos a ti, Selena, no faltan nuestros lamentos, nuestras lágrimas, el dolor de no poderte ver, de no poder disfrutar de tu alegría, de tu triunfo, de tu sonrisa desparramada por doquier ... Que siempre lamentaremos no asistir a un concierto tuyo, que no podremos aceptar jamás que te hayas ido, que nunca asimilaremos tu partida, que siempre en cada recuerdo a ti, Selena, sea bueno o malo, sea alegre o triste, nos arranque una sonrisa o nos provoque el más prolongado llanto, siempre tendremos ese sabor de la nostalgia, de la frustración de no poderte disfrutar, pero fundamentalmente, no poder disfrutar de que tú estés feliz con tu vida, con tus éxitos, con tu sueño de toda una vida hecha realidad...
Por eso me pregunto si acaso sería bueno replantearnos
nuestro recuerdo hacia ti, Selena. Si el paso del tiempo y tu ausencia nos
obliguen a ver las cosas de otro modo ... ¿Y si te recordamos de otra manera,
Selena? ¿Y si pensamos que realmente no te has ido? ¿Y si realmente estás aquí
con nosotros? No se trata de negar lo innegable. No se trata de canjear
tristeza por alegría. No se trata de que sólo debemos recordarte con lo bueno y
no con lo malo ... Simplemente se trata de recordarte con lo que nos has
dejado. Simplemente se trata de creer fervientemente de que si ponemos todo
nuestro Amor por ti algún día aparecerás para cantarnos otra vez, para reírnos
otra vez, para agradecernos otra vez ... Que en cada situación cotidiana allí
estás tú presente, que no estás tan distante, que estás mucho más cerca de lo
que uno imagina ... Que es cuestión de proponérselo, como tú lo has hecho con
cada acto de tu vida...
Por eso, Selena, yo te prometo tener siempre una sonrisa
en mi rostro, como lo hacías tú. Desafiaré todas las adversidades que tenga
cotidianamente poniendo mi mejor predisposición, siendo amable con todos,
ayudando a mi prójimo con lo que necesita, preguntándole cómo se siente,
demostrándole que es tan importante lo que él hace como lo que hago yo. Que no
sirve encerrarme en lo mío. Que no sirve con limitarme a ser una persona que
hace "lo que tiene que hacer". Que siempre las cosas hechas con Amor,
afecto y alegría son más valiosas. Que son satisfactorias para uno pero,
fundamentalmente, son gratificantes para los demás, que agradecerán
infinitamente ese gesto ... Que allí estarás presente en cada acto de Amor, de
solidaridad, de apoyo, de afecto que tengamos con nuestros padres, con nuestros
hijos, con nuestros hermanos, con nuestros amigos ... Eso que reflejaste tú en
cada contacto con tu público al que jamás le negaste un saludo, una foto, un
autógrafo. A ese público al que siempre le diste su mano para estrechársela si
lo tenías cerca o para alzarla para que le llegara tu saludo a la distancia. A
ese público al que uno por uno saludaste a la salida de aquel concierto
inolvidable en el Astrodome colmado con 65.000 personas...
Te prometo, Selena, que nunca bajaré los brazos. Que
nunca pensaré que algo no es viable, que hay cosas que son imposibles de
realizar, que mis fuerzas tienen un límite, que hay metas que no se pueden
lograr. Que el poder realizar las cosas que nos proponemos en la vida depende
de uno y que no hay nada ni nadie en el mundo que nos pueda impedir lo que nos
hemos propuesto en nuestras vidas. Que sólo soy yo el límite, que yo sabré si
seguir o detenerme. Pero que la palabra imposible no existe en mi diccionario,
en mi vocabulario, en mi vida cotidiana ... Que tu vida misma es la mejor
demostración de ello ... Que nada ni nadie pudo impedir que tus más íntimos sueños
se pudieran cumplir. Que tu anhelo de trascender con tu canto, que tu mayor
sueño de ser diseñadora, que tu necesidad de ser querida por todo el mundo con
todo lo que les ofrecías no tuviera freno ni límites. Que tu Amor fuera lo
suficientemente grande como para que la palabra imposible se transformara en
posible. Para que tu frase "The impossible is always possible" no
fuera sólo una declaración de principios que luego se los llevara el viento ...
Que tus actos fueran la confirmación de lo dicho por ti...
Te prometo, Selena, permitirme soñar, permitirme que, más
allá de lo que haga diariamente, yo tengo sueños, alegrías, ganas de hacer
cosas, proyectos, ambiciones. Que en cada cosa que sueñe le daré el lugar que
se merece, que no lo taparé, que no lo dejaré relegado por las obligaciones
cotidianas. Que siempre estarás tú para decirme que hay que luchar por nuestros
sueños. Que nunca nos frustremos por no haberlo intentado, por no dar el lugar
que se merece a lo que realmente nos da satisfacción todos los días, lo que nos
identifica, lo que nos da la energía necesaria para encarar todo, lo que nos
hace sentir vivos, lo que nos hace sentir felices. Nada más hermoso cuando
sentimos que tenemos nuestro espacio, nuestro lugar en el mundo. Ese lugar que
es sólo nuestro y que nada ni nadie nos lo quitará ... Que en cada sueño
realizado sentiremos la misma alegría que sentiste tú cuando, apenas cumplidos
los 23 años, abriste Selena Etc., tu sueño de niña hecho realidad ... Ese sueño
que lo tuviste siempre, que lo deseaste siempre y que no sólo esperaste
pacientemente que se cumpla ... Hiciste lo indecible para que se cumpliera.
Redoblaste tu esfuerzo con tu canto y con tu arte para hacerte un nombre, y que
ese nombre te diera lugar para expresarte en ese lugar que tanto te gustaba, en
ese lugar en el que todos te reconocieran como Selena, la diseñadora...
Te prometo, Selena, que siempre tendré en cuenta que lo
más importante en el mundo es la vida. Que nos demostraste que nada más hermoso
en el mundo que estar en contacto con tus afectos, con todo lo hermoso que te
acompañaba y te llenaba de vida. Que nada material en el mundo ni la fama son
más valiosos que la vida misma. Siempre recordaré cuando llevaste a un perrito
al que involuntariamente atropellaste a un hospital para que se le dieran todas
las curaciones sin medir los gastos. Que cuando veo ese hermoso acto recuerdo
tus sueños de tener tu jardín lleno de animales de todas las especies para que
convivan, para que sean felices, para que todos, tú, tu familia, tus animales
sean gobernados por el amor, por los códigos del afecto, y que sean libres,
como tú, Selena, deseabas que fueran, con toda esa libertad que tanto te costó
conseguir ... A nadie se le hubiera ocurrido, en el medio de la fama, con las
luces de Hollywood tan próximas, en soñar con tener una casa con un enorme
jardín lleno de animales como máximo objetivo. Sólo tú, Selena, y tu esposo.
Sólo tú, Selena, y los animales. Sólo tú, Selena, y la naturaleza. Sólo tú,
Selena, y la vida...
Te prometo, Selena, que siempre defenderé mis afectos.
Que nadie me impedirá defender contra viento y marea aquello que ha ganado mi
corazón y que para mantenerlo tenga que poner todo de mí. Que incluso ponga
mucho más de mí que los demás para defender lo que más quiero. Que siempre tendré
en cuenta todo lo que hiciste por defender tu Amor por Chris, que decidiste
casarte en secreto con tal de que nadie te impidiera tu legítimo derecho a
amar, a darte un espacio en tu vida sin por ello dejar de cantar y de cumplir
con lo que te propusiste desde pequeña. Que cuando uno ama da sin esperar,
pelea por su Amor, no mira alrededor, no mide. Sólo se deja llevar por lo que
le dice su corazón ... Que tu pasión, Selena, acaso uno de los sentimientos más
distintivos tanto de tu carrera artística como de tu vida, haya sido el motor
para desplegar tus más nobles sentimientos. Y que muchas veces hay que poner
mucha pasión para defender lo que uno más quiere. Y tú lo hiciste con creces.
Lo hiciste por Amor, por un Amor al que sólo tú le pusiste toda el Alma, sólo
tú lo defendiste con toda tu corazón ante tu familia. Un Amor al que sólo tú
expusiste tu vida...
Te prometo, Selena, a ser humilde, a agradecer todo lo
que he logrado, a ser agradecido hacia quienes me han tendido una mano para
lograr mis objetivos. A quienes supieron darme un consejo. A quienes valoraron
lo que he hecho en mi vida. A los que vieron en mí algo especial y me lo
quisieron resaltar. A los que me señalaron por algo bueno que les he dejado. Te
prometo, Selena, encarar cada día como si fuera una jornada distinta y nueva en
la que todo lo que he logrado lo tendré que revalidar. Que lo que he obtenido
no me pone en una situación superior frente a los demás. Que sólo mi actitud
ante la vida y ante los demás me engrandecerá. Que el ser consecuente entre lo
que digo y lo que hago me hará fuerte ante todo y que me hará libre ante los
demás. Que sólo si doy todo de mí tendrá sentido lo que he logrado, se hará
creíble mi mensaje y seré respetado. Siempre recordaré que en tu fuero más
íntimo, Selena, te sentías la mejor y lo sabías, pero también sabías que ante
tu público no alcanzaba con eso. Ante el público había que estar sólo
agradecido ... Que sólo él te ponía en el lugar en el que estabas y a él tenías
que darle lo mejor de ti todos los días...
Te prometo, Selena, que siempre aprenderé que las cosas
valederas, verdaderas, las que valen la pena, sólo se logran con trabajo y con
esfuerzo. Que tu vida artística, que comenzó a los 8 años, demostró que para
lograr el éxito había que trabajar duro, y que sólo con verdadero amor a lo que
se hace y con trabajo honesto y respetuoso ante los demás se puede lograr todo
lo que uno se propone. Que para lograr los mayores anhelos personales y aun los
materiales se pueden lograr a base de esfuerzo y dedicación. Que no hay nada
más lindo en el mundo que llegar a la noche y apoyar la cabeza en la almohada
con la conciencia tranquila y con la satisfacción del deber cumplido. Que en
este mundo sin ti, en el que se glorifica el éxito inmediato, fugaz y sin ningún
esfuerzo, tu vida es el mejor ejemplo de que con una vida ejemplar, con
trabajo, amor y dedicación también se puede lograr todo. Sólo así se explica tu
particular recorrido al éxito, tus innumerables premios en los Music Tejano
Awards desde los 16 años, tu increíble éxito en México y en el resto de los
Estados Unidos, cómo con sólo tu presencia se levantaron todas las barreras que
impedían el éxito a tantos otros, que tu talento llegó a verse en
Centroamérica, y cómo en países como Colombia y Venezuela te adoraron sin
siquiera verte...
Te prometo, Selena, a poner más de mí en cada
emprendimiento que hago. Que cada cosa que elabore esté mi sello personal, que
no me esconda detrás del conformismo. Que siempre se puede dar más de lo
normal, que siempre tenemos un plus, algo más que demuestre nuestras ganas de
hacer, de dar, de sobresalir poniendo Amor en lo que se hace, ganas de
demostrar que se puede hacer más de lo que se espera, sorprender a más de uno.
Que con ganas, con ansias de saber, de conocer, de ir más allá de lo que se nos
pide obtendremos más de una satisfacción. Siempre recuerdo cómo sorprendías a
todo aquel que no te conocía, que acaso cuando se disponía a conocerte
esperaba, en el mejor de los casos, una buena voz, una aceptable actuación y nada
más, y luego se quedaban anonadados por todo lo que les brindabas. Y eso que
les ofrecías no surgía de casualidad, de esas cosas del destino. Surgía, aparte
de tu magia, de tus ganas de sobresalir, de querer brindarles todo de ti, de tu
necesidad de agradar, que surgió, tal vez, cuando tuviste un micrófono en mano
y todo un auditorio que esperaba algo de ti. Pero que tal vez nació antes que
ello, incluso en un acto que acaso marcó el destino de ti y de tu familia. Tal
vez surgió cuando quisiste ganarte el Amor de tu padre y se te ocurrió
aprenderte las canciones viejas de un libro que tenía él como una forma de
acaparar su atención, como una forma de sorprenderlo, como una forma de que
jamás olvidara aquella actuación, aquella demostración de amor...
Te prometo, Selena, tener tu constancia, tener tu tesón,
que cuando me propongo algo no parar hasta cumplirlo. Te prometo no
boicotearme. Si tú te propusiste aprender el español no sólo por necesidad sino
por respeto al público, ¿cómo yo no puedo hacer lo mismo? Muchas veces cuando
te observamos en tus primeros tiempos, en los que no sabías hablar el español,
sólo cantarlo, nos reímos con ternura cómo querías evitar hablarlo para no
pasar sobresaltos, para no exponerte ante una situación incómoda ante tu gente.
Pero aprendiste con Johnny Canales que tenías que intentarlo. Fue él quien te
dijo, cuando tenías 14 años, que te animaras a decirle al público de México que
cómo hacían los cambios de vestuario. Allí te permitiste decir "Los
pintaroun" y te desternillaste de risa. Desde allí para adelante todo lo
que te propusiste lo lograste, y cuando tu propia necesidad te hizo saber que
debías aprender el español lo hiciste sin dudar. Y aunque tuvieras dificultades
y te mandaras algún desliz como decir "diez y cuatro" en vez de
"catorce" en el Show de Cristina, nunca dejaste de perfeccionarlo.
Fuiste un ejemplo para todos nosotros. Por eso, una forma de retribuir de mi
parte ese esfuerzo, ese respeto, es redoblar mis esfuerzos para hacer lo que
tanto me ha costado en la vida. Pero creeme, Selena, que lo haré. Nunca podría
no cumplir lo que te he prometido, Selena ... Contigo definitivamente lo
prometido es deuda...
Todas esas promesas Selena son una forma de tenerte presente,
de saber que estás conmigo siempre, que no necesito tenerte físicamente
presente para tenerte en mi mente y en mi corazón. Y aunque me muera por verte
en cualquier lugar sólo para abrazarte y para agradecerte por tanto Amor, el
resto de mi vida lo dedicaré para demostrarte que lo tuyo ha sembrado de Amor a
mucha gente, que ha cambiado el destino de tantos otros, que llenaste de vida y
de alegría a tantos almas que pululan por allí, por tierras que nunca
imaginaste que llegarías. Y semejante muestra de Amor se ve presente en todos
los actos de mi vida, en los actos de tanta gente. Y te prometo que será
siempre así porque nuestros corazones, que dirigen nuestros actos, te
pertenecen a ti y ellos sólo se rigen por lo que tú nos has enseñado, por lo que
tú les has marcado. Se rigen, en definitiva, por tu Amor, por el Amor que sólo
tú les podías dar...
Por eso, Selena, te prometo que siempre estaré aquí por
tu recuerdo, por todo lo que nos diste, por tanto Amor...
Te quiere mucho, por siempre y para siempre...
Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)