30 de septiembre de 2014
Sólo se trata de un mal sueño, Selena...
Julia había irrumpido en la sala de terapia intensiva en
la que estaba internada de urgencia Selena con un vaso de agua. Nadie la pudo
detener. Julia se puso enfrente de Selena que yacía inconsciente en la cama y comenzó
a implorarle: “¡¡Bebe, Selena, bebe, por favor!! Lo soñé anoche. Fue una
premonición. ¡¡Sé que con esto te salvarás!!”. Los médicos querían apartarla.
Le pedían una y otra vez que se retirara. Le intentaban decir que estaban
haciendo los últimos intentos, que lo único que estaba logrando con esta locura
era que Selena se muriera ... “¡¡Ustedes no saben nada!! ¡¡Nada!! ¡¡Selena se
va a salvar!! ... ¡¡Con este vaso de agua!! ... Sólo esto necesita ... ¡¡Déjenme!!
Déjenme que lo tiene que tomar!!” ... Julia hizo el último intento. No
alcanzaba que Selena ni siquiera hiciera gesto alguno de reconocimiento de su
presencia ... Aflojó cuando notaba que los médicos no la dejarían hacer lo que
se proponía ... Pero antes de que la sacaran del lugar, alcanzó a escuchar la
voz de Selena que le decía: “No te preocupes ... Sé lo que intentas hacer ...
Ya tendrás de mí el fruto de tu esfuerzo...”. Julia intentó ver la boca y los
ojos de Selena para corroborar lo que había oído, pero no lo pudo hacer. Unos
fornidos ayudantes de vigilancia la tomaron de los brazos y comenzaran a
llevársela por la fuerza de la sala. Julia comenzó a resistirse con furia.
Comenzó a dar patadas en el aire mientras se la llevaban en andas y gritaba con
más fuerza que nunca: “¡¡No, no me voy a ir sin darle mi vaso de agua a Selena!!
¡¡No me voy a ir sin verla viva!! ¡¡No!! ¡¡No!! ¡¡No!!”.
De pronto Julia se
descubrió gritando como una energúmena en el medio de la habitación de su casa.
Antes de que pudiera pensar qué le había sucedido, miró la cómoda que estaba a
un costado de su cama y vio que la flor blanca seguía allí intacta ... La misma
flor con la que se despidió de Selena unos semanas atrás y que seguía firme,
sin ningún signo de deterioro, como si poseyera una fuerza inusitada para resistir
a la muerte y al olvido ... Julia tomó conciencia de su pesadilla y comenzó a
llorar sin consuelo ... Había pasado poco tiempo de esa muerte tan absurda y no
lo podía asimilar ... Desde que se enteró de la mala noticia no podía dormir y
cuando lo hacía se le venían esas imágenes, esas fantasías y ese deseo ... Eran
imágenes y sonidos que se le venían como flashes, como pequeños destellos que
nunca daban una forma clara ni distintiva para saber de qué se trataban ... Pero
esta vez se le presentó en toda su dimensión y Julia lo pudo comprender ...
Hasta allí era todo silencio y desasosiego en ella. Ahora que había podido
dormir, y hasta ver y sentir en toda su dimensión esa pesadilla, Julia podía
expresar todo lo que sentía ... Dolor, furia, impotencia, desesperanza,
tristeza, desesperación ... Julia estuvo llorando por un largo tiempo y
pensando en por qué podría pensar en que un vaso de agua podría salvar a Selena
... Era una tontería ... Una fantasía producto de una pesadilla que reflejaba
que no quería aceptar la realidad, que no quería pensar en su vida sin Selena,
que no podía concebir lo que había sucedido, ni aceptar la cruda realidad que
se le presentaba desde aquel nefasto 31 de marzo ... De pronto, en el medio del
dolor, de sus ganas de exteriorizarlo, y de pensar una y otra vez en ese sueño,
fue en busca de un vaso. Luego volvió con él a su cama y dejó que cada lágrima
que se le escapara de sus ojos terminara en ese vaso. Así estuvo horas, horas
interminables, horas de llorar pensando en Selena, en su suerte, en todo lo que
se fue de su vida, en la alegría perdida, en la pérdida irreparable ... Cuando
Julia reparó en el vaso, notó que estaba bien cubierto de su dolor ... Julia
decidió que era el momento de ir a ver a Selena, a ese lugar del que se
prometió no ir nunca y en el que ahora moraba en una absurda e incomprensible
paz ... No le podría llevar el vaso de agua milagroso, pero podría expresar su
desolación y soledad ... Antes de emprender su partida al gravesite, decidió
escribirle algo en un papelito. Julia sabía que la gente que se agolpaba en el
lugar para visitar la nueva morada de Selena le dedicaba algunas palabras escritas
en un papel y las dejaba fijas en algún lugar del gravesite. Julia escribió:
“Querida Selena. Tú eres todo para mí. Mi vida, mi esperanza, mi futuro ...
Siempre estarás en mi corazón ... Y el mío está donde estás tú ahora ... Te
quiero mucho ... Julia”. Julia guardó el papel en el bolsillo, tomó su vaso con
sus lágrimas y lo tapó cuidadosamente, luego del cual se marchó a tomar un bus
que la llevara a su encuentro con Selena, a ofrecerle su última fuerza para que
la tuviera ella, sólo ella ...
Julia tomó el bus y se sentó a un asiento pegado a la
ventana aferrada a su vaso mirando las imágenes que se sucedían en el camino. Observaba
a la gente haciendo sus quehaceres cotidianos y no podía dejar de relacionarlos
con esa vida sin Selena, la vida de todos ellos y Selena sin vida ... La vida
de todos como si nada pasara, como si no estuvieran golpeados, como si se hallaran
anestesiados, como si fueran acaso robots que no se permitían tener algún
sentimiento y dejar de actuar como autómatas en el medio de la nada, de la
soledad y de la incertidumbre. Miraba a esa gente, miraba su vaso de lágrimas,
miraba a la gente que la miraba a ella, y pensaba en todo lo que les dejó
Selena en esos últimos años y que parecía estar todo perdido. Julia no dejaba
de pensar que Selena les había dado todo ... La alegría, la esperanza, la paz,
un futuro con trabajo, dedicación y esfuerzo. Julia no olvidaba lo felices que
eran sus hermanas, Federica y Marcela, siendo ambas de edades y hasta de
generaciones bien diferentes. Federica le llevaba 5 años y ya se había casado con
un piloto de aviones que vivía en Brasil. Marcela era 4 años menor que Julia y
vivía como ella con sus padres. Pero desde aquel nefasto día Julia estaba sola.
Federica, que vivía yendo de un lado para otro acompañando a su esposo, fue de
inmediato a Corpus Christi a despedirse de Selena pero se fue pronto a Brasil
para asimilar el dolor bien lejos. Marcela se fue con sus padres a visitar a
sus abuelos en Chicago con el mismo propósito de no pensar tanto en ello. Y
ahora Julia estaba yendo a ver a Selena ... Las ironías de la vida ... No podía
dejar de pensar cómo eran las cosas unos 5 años antes, cuando las hermanas iban
a ver a la joven Selena que les daba tantas alegrías y tanta vida ... Ahora
Julia iba a ver a su otra “hermana”, la que desapareció, la que se fue, la que
le dio todo y la que no pudo completar su recorrido ... Ahora todos estaban
separadas, tristes y desoladas ... “Esto nunca hubiese pasado si Selena
estuviera para acompañarnos”, pensaba Julia. Sabía que Selena iba a seguir
estando presente ... Que iba a seguir estando en su vida, que su música iba a
seguir acompañándola, que por los parlantes de su reproductor musical saldría
Selena a buscarla y generaría un lugar para encontrarse ... con ella y con
todos aquellos que la quisieran y extrañaran ... Pero no era lo mismo ... Nunca
podría ser lo mismo ... Porque Julia sabía que Selena tenía un largo camino por
recorrer y un enorme futuro ... Que estaba llena de vida y daba vida ... Que
era el futuro y era el camino al futuro de todos ... Y que su partida, su
desaparición de este mundo, sólo generaba un horizonte gris, un futuro negro
que se avecinaba y que no daba ni una chance más ni resistencia alguna ... La
forma de irse de Selena, el enorme acto de odio de esa harpía que le quitó
todo, los había dejado sin fuerzas, sin ganas, sin nada ... Así estaba Julia ...
Así se sentían todos ... Con fuerzas sólo para llorar ... Con sus Almas que se
reflejaban en ese día gris, frío y lluvioso ... Con ese vaso de lágrimas con lo
último que le podía dar a Selena, fruto del dolor, sin alegría y sin vida ... fruto
del desconsuelo y la desesperanza ... “Es todo lo que me queda de tu Amor, sólo
fotos y recuerdos”, llegó a escuchar Julia de una de las radios que a todo
volumen pasaba las canciones de Selena a la vera de la ruta ... Julia se quedó mirando
la nada misma que la llevara al lugar de destino, al lugar en el que
encontraría en un mármol frío el nombre de Selena ... algo tan distinto de lo
que había generado ella por tantos y tantos años...
Julia llegó al lugar bien, bien temprano. Apenas habían
abierto el predio para que los visitantes pudieran ingresar. Ella fue caminando
... Mientras avanzaba observaba hacia arriba los árboles y ese cielo que
aparecía ahora celeste con enorme cúmulos blancos. Lo hacía lentamente, muy
lentamente … En cada paso que daba se sentía la fuerza de sus pasos que hacían
retumbar su vaso de agua que tomaba con ambas manos … Al poco tiempo pudo ver
el gravesite … Por un instante echó la vista hacia atrás y hacia el suelo, y
comenzó a llorar. En ese giro casi se le cae el vaso y eso le hizo abrir bien los
ojos, sujetar con más fuerza su vaso, tomar impulso y seguir adelante. Julia
avanzó a paso firme sin dejar de posar sus ojos en la leyenda “Selena” que se
le aparecía cada vez más nítida y real. Cuando llegó a estar a los pies de
Selena, le agarró un vaho que casi la tumba contra el suelo … Julia optó por
mantener la postura y sus sentimientos, y se arrodilló. Estuvo un largo tiempo
observando cada detalle del gravesite como buscando una explicación a lo inexplicable,
como tratando de aceptar una realidad incomprensible, inaceptable, tétrica, borrosa
… Julia ya no quería llorar … Y aunque hubiese querido, no hubiese podido … De
rodillas a Selena comenzó a leer lo que le había escrito … Al finalizar, y en
el medio del dolor más profundo, Julia destapó el vaso y comenzó a verter el
contenido a un costado de Selena … “Espero que puedas sentir lo que en este
momento siento por ti”, le dijo y fue volcando sus lágrimas que fueron
humedeciendo la tierra formando un agujero negro que pronto las hizo
desaparecer. Julia vio cómo cada lágrima iba siendo absorbida por la
profundidad de la tierra hasta convertirla en la nada misma … Luego se quedó inmóvil
, y estuvo un largo rato mirando el piso y el nombre de Selena incrustado en
ese frío y doloroso mármol sin encontrar ninguna explicación ni respuesta a
ello … Ya era suficiente con verlo, con respirarlo, con sentirlo … Cuando vio
que ya nada tenía sentido, que su presencia era inútil y dolorosa para ella y
para Selena, Julia se incorporó, se dio vuelta y emprendió el camino de regreso
sin querer volver a mirar atrás … De pronto sintió que alguien le decía: “Yo te
prometí que te daría el fruto de tu esfuerzo. ¿Te irás sin recoger lo que has
logrado con tu Amor?”. Julia se dio vuelta sin comprender y de pronto vio que
una enorme flor blanca aparecía a un costado del gravesite. Julia corrió a ella
y sólo la acarició sin tomarla, sintiendo acaso que si la arrancaba Selena se
desgarraría … Pero nuevamente escuchó esa voz: “Tómala, Julia. Yo vivo en esa y
en otras flores construidas por gente como tú. Sólo tómala y cuídala. Si logras
que perviva, sabes que siempre estaré allí, siempre”. Julia comenzó a tomar la
flor mientras se le caían unas enormes lágrimas de sus ojos. Hubiese querido
otro final, pero sentía que debía aceptar esa realidad, por más dolorosa que fuera.
Sabía que esa era su flor y que esa flor era de Selena. Era lo que le quedaba
de ella ... Era también el Amor que tenía por ella ... Julia la tomó
cuidadosamente y en cada tironeo suave sentía el dolor de la pérdida, el dolor
de la ausencia, el dolor del Amor … Cuando la tuvo en sus manos, volvió a mirar
el gravesite, miró su flor, se sonrió y alcanzó a decir: “Adiós, Selena, se que
nos volveremos a ver pronto, muy pronto”. Luego fue hacia donde estaba escrito
“Selena” y le dio un largo beso. Julia volvió a sonreír con largas lágrimas en
los ojos y se marchó del lugar sin mirar atrás nunca más…
De regreso a su casa Julia pensó qué sería de su vida, de
sus hermanas, de sus padres y de todos los que han sabido querer a Selena. Se
preguntaba qué sería de “los nuestros”, si acaso algún día lograrían alcanzar
el “viejo sueño americano”, si acaso lo lograrían con trabajo, honestidad, talento,
capacidad, verdad, sacrificio, o tendrían que utilizar esas viejas fórmulas que
nadie quería pero que a la larga para sobrevivir tendrían que aceptarlas y
utilizarlas … Agotada, Julia comenzó a quedarse dormida … De pronto, sintió un
fuerte golpe y ella cayó redonda al piso. No había salido del estado de shock
cuando Julia advirtió que no encontraba la flor. La buscó por todas partes y no
la hallaba. Cuando se incorporó vio que el bus en el que iba camino a su casa
seguía su marcha con normalidad, como si nada hubiera sucedido. Julia fue hacia
el conductor y le preguntó qué había sucedido y si había visto la flor de
Selena … El chofer sólo sonreía … Julia insistió pero el hombre no le
contestaba. Ella entró en desesperación y tomó al hombre del cuello al grito de
“¡¡devuélveme la flor!! ¿Me oyes? ¡¡Devuélvemela!!”. El chofer perdió el
control del bus, que fue camino a un precipicio. Julia vio la dimensión de su
destino y sólo gritaba. “¡¡No!! ¡¡No me puedo ir sin mi flor!! ¡¡No puedo irme
sin Selena!! ¿Dónde está? ¿Dónde está? ¡¡No me puedo morir sin ella!! ¡¡No!!”.
Julia se encontró gritando sola en su habitación. Gritaba
con furia y sin pausa: “¿Dónde está? ¿Dónde está?”. Cuando tomó conciencia de dónde
estaba miró rápidamente a su mesita de luz y allí la vio. Vio la flor blanca
que permanecía intacta con todo su esplendor. Julia se sonrió, respiró aliviada
y sólo dijo: “¡¡Qué susto!! Sólo se trataba de un sueño, de un mal sueño …
Ahora puedo dormir tranquila … Todo está en orden”, tras lo cual Julia se
dispuso a seguir durmiendo para esperar un mejor mañana … Un mañana con su flor
… Un mañana con Selena…
(Podemos estar dormidos, podemos estar despiertos.
Podemos vivir en un dolor eterno. Podemos esperar que algún día las cosas van a
cambiar. Nunca dejaremos de llorar por Selena, nunca dejaremos de pensar en
viajar en el tiempo para salvarla de su destino, nunca dejaremos de despertar
de una larga pesadilla sin saber qué es real y qué es ficción, pero sólo
deseando volver a ver ese mundo con Selena, ese mundo en el que todo es
posible, ese mundo en el que siempre se puede soñar por un mundo mejor y
lograrlo con Amor, con trabajo, con pasión, con ganas, con verdad ... Siempre
se puede soñar y esperar un mejor despertar ... Algún día se dará ... algún día
... Para que Selena vuelva a ser feliz...)
Selena: sé que estás en algún lugar que pronto vamos a
encontrar...
Te quiere mucho...
Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)
(Buenos Aires, Argentina)
Esa imagen que no querríamos tener de ti, Selena...
Cuando sabemos que poco tiempo nos queda en este mundo, siempre
surge la necesidad de cómo nos gustaría que nos recordaran y cuál sería la
mejor imagen que querríamos tener al irnos de aquí. Pero hay mucha gente que ni
siquiera tiene tiempo de planteárselo, porque se nos ha ido muy pronto ... Aún
así, y por esas cosas de la vida y del destino que no alcanzamos nunca a
comprender, Selena llegó a decirle al mundo cómo quería ser recordada. “A mí me
gustaría que me recordaran con Amor”, llegó a decir en una de esas tantas entrevistas
que le hacían teniendo apenas 23 años, como si cada uno que le formulaba ese
tipo de preguntas tuviera la gran sabiduría o la gran intuición de que Selena
no estaría mucho tiempo entre nosotros. Tal vez la gente, en lo más profundo de
su subconsciente, siempre pensó que Selena era tan particular, tan diferente,
tan distintiva para esta humanidad que poco podría hacer para sobrevivir a la
realidad de este mundo que se rige por valores tan distintos del suyo ...
Lamentablemente, todos sabemos que para vivir, para andar en este mundo con
cierta tranquilidad, muchas veces no tenemos que mostrarnos tal cual somos ni
expresarnos tal cual como quisiéramos ... Pero Selena había llegado a la cima
trabajando, siendo honesta, diciendo siempre la verdad, manifestando siempre lo
que realmente sentía, y lo que realmente aspiraba para sí y para sus semejantes
... Y más de una vez todos los que hemos sabido apreciar a Selena nos hemos
dicho si por allí ella falló por aquello que fue su gran virtud, por aquello
que fuera su sello y por lo que siempre fue tan querida ... Es por esto que es
muy difícil no pensar que personas como Selena terminan siendo víctimas en cualquier
sentido y explicación que le demos ... Y Selena en el mayor y doloroso de esos
sentidos y explicaciones ... Pero muchos otros notamos que eso que ha padecido
Selena lo vivimos en nuestra vida cotidiana ... Si hay algo que entendemos
rápidamente desde que empezamos a interactuar con otros es que el distinguirse
por algo puede ser motivo de agresión de los demás. El ser bueno en cualquier
aspecto puede ser excusa para la burla, para la agresión, para el escarnio. Hoy
hablamos como un fenómeno particular el caso del “bullying”, y es que en
realidad desde muy chicos vivimos atormentando a gente que sólo quiere hacer lo
que le gusta y ser feliz ... Hoy día vemos que se llega a agredir en los
colegios a chicas por el solo hecho de ser lindas y acusarlas supuestamente de
presumir absurdamente de ello ... Y es que hemos llegado al punto en el que no
toleramos a la gente que triunfa, que se destaca o que simplemente quiere vivir
en paz y alegría con su vida ... En una sociedad intolerante, fracasada,
insatisfecha y mediocre se prefiere masificar desde el oscurantismo en vez de
tomar los buenos ejemplos y tratar de seguirlos. A veces miro a mi alrededor en
cualquier ámbito en el que me encuentro y me sorprendo la necesidad que tienen
muchos en querer agredir, en querer lastimar, en querer provocar para que todos
seamos infelices y esos provocadores sentirse destacados desde la maldad. A
veces me pregunto qué tan mal estamos para que nos haga más fáciles estar en riñas,
en internas, peleados, maltratados, odiando y defenestrando a nuestro prójimo
que sonreír, mostrarse preocupados por lo que le pasa al de al lado, saludar,
mostrarse contento, animar o simplemente acompañar la felicidad del otro ... Es
que este es el mundo que fuimos creando, mucho más proclive para las guerras
que para la paz, más proclive al odio que al Amor, más proclive a la posesión
que a la libertad, más proclive al morbo que al buen gusto ... Parece que eso
es lo que ha querido siempre la humanidad, y el que se sale de ese patrón es
más probable que la pase mal que sea venerado y respetado...
Selena siempre dijo que quería que la recordaran con Amor
... Pero nunca llegó a decir qué imagen final hubiese querido que fuese
mostrada de ella ... Y claro ... Era tan joven ... Ya era raro que le
preguntaran a ella cómo quería que fuese recordada, del mismo modo que le
preguntaran a su madre si se podía imaginar una vida sin Selena, en otra de
esas tantas preguntas que de tan insólitas nos hace pensar que quienes la hacían
eran inconscientemente proféticos ... Pero que Selena pudiese imaginarse su
final y de qué modo quería despedirse de este mundo ya era ir demasiado lejos
... Me pregunto qué pensaría Selena hoy de esas imágenes que se difundieron de
ella cuando se fue de este mundo ... y me pregunto si aquellos que la tomaron o
la fotografiaron no pensaron un poquito en ella a la hora de darlas a luz ...
Siempre me pregunté quién querría ver a Selena así ... Siempre pensé que Selena
jamás hubiese, ni imaginado, ni querido que la mostraran de esa manera, de un
modo que se asemejaba más a la derrota, al desconcierto, a la tristeza, al
enojo, al morbo, a la profanación, a una imagen tan negativa como indignante,
tan diferente de aquella que Selena supo dar y transmitir ... Esa imagen de
Selena con ese rostro serio, desconcertado, sorprendido, enojado, ese rostro
tan distinto de la paz que muchos vieron o quisieron ver ... Me costó entender
desde mi cultura, y de mi pensamiento y sentir sobre la muerte, qué motivo
querría tener alguien para ver a Selena en esa condición ... Fui uno de los
tantos que cuestionó la decisión de abrir ese cajón y que se la exhibiera luego
de decidir lo contrario ... Con el tiempo lo entendí ... Entendí a aquellas
chicas que habían venido de lugares tan distantes que no querían volver a sus
casas sin ver a Selena, aunque fuera así ... Podía ser porque querían
cerciorarse, porque querían creer hasta último momento que todo era una absurda
mentira, producto de un engaño o farsa, pero mentira al fin ... Pero si era
cierto, al menos tener la oportunidad de despedirse, de agradecerle, de
llorarla, de tocarla si era permitido ... Yo vi a esas chicas gritar, pedir y hasta
rogar que abrieran ese cajón ... Eran chicas que habían visto cantar a Selena
desde pequeña ... que la sentían una de ellas ... que la consideraban como una
de sus hermanas ... que era una de las suyas que lo había logrado ... que había
cumplido el viejo sueño americano por el que venían luchando tantas como ellas
... Con el tiempo entendí ese
sentimiento, como entendí qué era para ellas poder verla, poder sentirse
identificadas con Selena hasta en el mismísimo dolor, por qué tenían que ver aquello tan triste
como inconcebible, tan doloroso como desconcertante ... Con el tiempo me di
cuenta de que hay cosas que no se pueden explicar ... Sólo sentirse ... Alguna
vez eso me pasó con alguien tan cercano a mí ... Una prima que se había
suicidado y que la sentía tan cerca en muchas cosas ... Fue la única vez que lo
experimenté y sé que es querer ver algo tan triste como indeseable ... A veces
uno necesita despedirse de determinadas personas porque necesita compartir ese
dolor, eso que sólo uno lo padece en toda su dimensión ... A veces con las
despedidas a otros uno también se despide ... A veces con la muerte de otro
experimenta su propia muerte ...
La gente quería despedirse de Selena ... Y con el tiempo
aprendí a valorar la actitud de grandeza de su padre, que supo entender ese
clamor y exhibir a Selena para que todos pudieran despedirse ... Él entendía
ese sentimiento y frente a eso no podía negarse ... Era lógico ... Él estaba
destrozado y desconcertado ... Su familia también ... No podía imaginarse un
mundo sin su hija ... Su familia tampoco ... No podía saber cuál sería el
futuro para él, si es que había alguno luego de lo que se había construido con
tanto esfuerzo por tantos años y destruido con tanto odio en tan poco tiempo
... Y sabía que aquella gente que se iba a despedir de Selena pensaba y sentía
lo mismo ... Por eso no dudó ... Lo que tal vez el padre de Selena no pudo
comprender en ese momento es que, aparte de él, de su familia, de los fans y de
todo aquel que quería de verdad a Selena, estaba esa otra gente ... Periodistas,
curiosos, gente que sólo puede cubrir sus vidas viendo las desgracias de los
demás ... Al padre de Selena le pasó lo mismo que a la mismísima Selena y a
toda su familia ... No midió a esa otra gente ... No pensó en la maldad, no
pensó en la mezquindad, no imaginó que muchos tomarían esas imágenes y la
harían rodar por todo el mundo ... Esa imagen, esa última imagen de Selena ...
Esa imagen que siempre atraería la atención de todos, esa imagen que muchos
querrían ver una y otra vez ... Esa imagen que atraería a tantos extraños … Esa
imagen que traería más especulaciones y generaría más morbo ... Esa imagen que
seguramente habrá visto miles de veces la asesina con placer y satisfacción
producto de su atroz obra... Esa imagen que traería más preguntas, y generaría
más historias y miles de inventos ... Esa imagen tan distinta de Selena ... Esa
imagen que seguramente Selena no hubiese jamás querido dar ... Eso es lo que el
padre de Selena no se imaginó a la hora de tomar la decisión ... Su dolor no le
permitió ver ... Sólo pudo entender la necesidad de compartir lo que sentía con
aquellos otros que lloraban por Selena, tal vez sin comprender eso que le
reclamaban por sus convicciones religiosas ... Pero no pudo ni ver ni imaginar
que estaban aquellas otras personas, aquellas que aprovecharían esa imagen y lo
que dejaba “el caso policial” para ir bien lejos en la maldad, en el engaño, en
la mentira, en la falsedad ... Esas mismas personas que con la excusa de averiguar
la verdad de lo que pasó inventó tantas cosas, especuló con tantas otras,
escuchó a la asesina para dudar de Selena, para enrostrarle historias,
inventarle vidas, acompañar con argumentos absurdos historias inconcebibles ...
Esas mismas personas que pusieron una y otra vez esa imagen de Selena para
poder llenar sus bolsillos y “ganar prestigio” con sus supuestas
investigaciones sobre lo ocurrido sobre Selena. Las mismas personas que, luego
de decir tantas mentiras sobre Selena y de dañar su imagen, pedía que no se
hiciera más preguntas sobre ella e incitaba a que “la dejaran descansar en paz”
... Las mismas personas que dañaron a Selena dando su peor y falsa imagen ... y
que no pidieron disculpas al ver que muchas de sus elucubraciones eran falsas
... Las mismas personas que no respetaron esa última imagen de Selena que todos
quisieron ver para compartir el dolor ... Las mismas personas que no escucharon,
no vieron ni expresaron lo que Selena quiso decir y dar como ejemplo a la hora
de despedirse ... Las mismas personas que no vieron ese rostro de Selena a
pesar de haberlo exhibido tantas veces, a pesar de hablar hablado tantas veces
de él, a pesar de decir que la “respetaban tanto...”. Eso es lo que no vio el
padre de Selena ... Y peor aún, lo que nunca podría imaginarse el padre de
Selena es que encima esas mismas personas lo acusarían a él de las cosas que
ellos mismos habían perpetrado ... Y que le darían todas las oportunidades a la
asesina para que se despachara a gusto contra él, contra Selena, contra toda la
familia Quintanilla, y que se riera de todos lo que la supieron amar tanto con
semejantes mentiras y con el brutal acto que cometió ... Y sin tener ningún
respeto por Selena, que nunca pudo, desde aquel nefasto 31 de marzo de 1995,
siquiera decir nada, sin poder despedirse, sin poder amar, querer, tocar,
sonreír, cantar, hacer feliz a la gente y ser feliz ... Selena sigue siendo aun
hoy, a casi 20 años de lo ocurrido, la única víctima de esta historia ... La
única protagonista de esta historia, y sin poder siquiera decir nada sobre todo
lo que tuvo que soportar en todo este tiempo y también sobre todo lo que no
pudo hacer ... Así de impiadoso ha sido este mundo ... Así ha sido esta
humanidad con Selena mostrándola de un modo no querido ni respetado, y sin
tener piedad por aquellos que tanto la habían querido y amado...
Pero como siempre he dicho, ya ha pasado mucho tiempo de
esta vida sin Selena ... Y aunque las heridas siguen estando abiertas, y nadie
pueda entender y aceptar su ausencia, es hora de remediar ciertas cosas ... Del
mismo modo que el paso del tiempo nos ha hecho entender que la mejor forma de
recordar a Selena es mostrar a ese hermoso ser humano que fue, exhibirla tal
cual era en la vida y en el escenario, sin estatuas ni monumentos, sin mitos ni
leyendas, sino ver y sentir a Selena como una extraordinaria mujer que supo
querer, sentir, ser amada y amar, y ser respetada y admirada como artista y
como persona ... Ver esa Selena que trabajó durísimo y con honestidad llegar a
lo más alto sin engaños, sin mentiras, sin falsas imágenes ... Triunfar siendo
ella misma ... Ganarse a la gente siendo auténtica ... Transmitiendo a la gente
felicidad, pasión, voluntad ... Su felicidad, su pasión, su voluntad ... Más de
una vez Selena dijo que a la hora de actuar ella quería representar papeles que
se ajustaran a su imagen real, que ella no quería hacer un personaje que no
fuera similar al que ella era en su vida real ... Así era Selena ... Selena no
quería engañar a nadie ... Selena no quería mentirle a nadie ... Selena no
quería dar una imagen falsa o equivocada de ella ... Si había algo que Selena
no deseaba era dejar a la gente una imagen que no la representara ... Por eso
me pregunto y les pregunto a todos: ¿queremos seguir viendo esas imágenes de
Selena cuando vemos un recordatorio, un informe, un homenaje o simplemente
buscando un video de ella? ¿Podremos saber respetar a aquellos que no quieran
ver eso que no desean? ¿Podemos pensar en Selena a la hora de mostrar esas
imágenes? Yo no pido que se prohíba nada ...
No está en mi esencia ... Sólo les pido que no la expongan sin avisar
previamente a los demás, que sólo la vean los que la quieren ver ... Pero que
por el Amor de Selena no la expongan tan impúdicamente ... Porque eso no es
Amor, ni respeto ... Eso es morbo, es invasivo, no es digno ... En esas
imágenes se confunden los que lloran aún hoy por Selena con aquellos que gustan
de la sórdido, con los que gozan del dolor de los demás ... Los que
verdaderamente aman a Selena ya tuvimos y tenemos bastante con lo sucedido ...
Sería bueno que muchos pensaran que esa exhibición impúdica de Selena es tan
maliciosa como cuando, con la excusa de un reportaje o de un informe policial, se
deja una y otra vez a la asesina que dispare con total impunidad contra ella
con tantas mentiras y barbaridades, con la misma furia y frialdad con la que
disparó aquel lluvioso 31 de marzo de 1995...
Se los pido a todos ... con el mismo Amor que sólo Selena
supo dar...
Yo sé lo que fuiste, viviste y padeciste, Selena ... No
necesito ver esas imágenes de ti ... Lo bueno y lo malo, lo feliz y lo triste
vive conmigo siempre en mi corazón...
Te quiere mucho...
Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)
(Buenos Aires, Argentina)
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