30 de noviembre de 2015
El día que descubrí que vivía en la mentira, Selena...
“¡¡Te felicito, Victoria, qué lindo libro has escrito!!”.
“¡¡Cuánta emoción, cuánto sentimiento!!” “¡¡Es como si estuviera allí mismo!!”,
me dijeron unos cuantos amigos después de haber escrito mi libro sobre Selena.
Yo me sentí orgullosa en un principio. Pero luego sentí un gran vacío, una gran
decepción ... Decepción conmigo misma ... Decepción en lo que me había
convertido ... Estaba tan lejos de aquella niña que se había vestido como
Selena para presentarse al casting para la película que se estaba haciendo
sobre su vida ... Tenía tanta ilusión, estaba tan contenta ... Todavía no era
consciente de que se nos había ido ... Todavía la seguía teniendo presente ...
Todavía me hacía sentir alegre, me daba mucha ilusión ... Pero al verme 20 años
después sentía que no había aprendido nada de ella, que no seguí su camino ... Ni siquiera haciendo un libro
sobre ella hizo que me acercara a Selena ... Me pregunté si acaso hice ese
libro por culpa, por sacar de mí lo que realmente sentía, lo que realmente
anhelaba, lo que realmente pensaba ... Era curioso ... Yo hice un libro sobre
mi visita al museo de Selena ... No había ido nunca allí en estos largos años
... 19 para ser más precisos, pues en realidad un año atrás había ido, y todo
lo que me generó estar allí hizo que con la velocidad de un rayo escribiera mis
sensaciones, lo plasmara en un libro y generara tan buena aceptación en tanta
gente ... Sí ... Fue una exteriorización ... Una gran exteriorización ... Pues
ni pensé en lo que iba escribir ... Sentí la sensación y lo hice ... Fui
describiendo todo lo que había en el museo ... Todo ... Y con cada cosa que
describía, los vestidos, su auto, sus premios, sus discos, casi mágicamente fui
describiendo su vida, sus sueños, sus logros, sus pensamientos ... Me di cuenta
de lo que había generado con los comentarios de todos aquellos que habían leído
mi libro ... Todos hablaban de mi habilidad para poder hablar de Selena
describiendo el museo, de cómo con la excusa de mi visita pude describir
acabadamente la vida y obra de Selena ... Fue curioso ... Fue raro estar en un
lugar en el que otros interpretan lo que has escrito, tus intensiones, tus
finalidades ... Eso que se llama la “intelectualización”, lo que los demás
piensan de lo que has escrito, de tus sentimientos, de tus pensamientos, de tus
vivencias ... Puede que a veces exageren ... Puede que a veces no acierten con
tus intenciones ... Pero es interesante ... Y aportan ... Porque a partir de
esos comentarios elogiosos, de aquellas interpretaciones, de aquellas
explicaciones, me di cuenta de que si fui al museo, si necesité escribir sobre
aquella visita, si terminé escribiéndolo y tuvo esa aceptación es porque algo
pasaba conmigo, algo no estaba funcionando ... Tal vez necesitaba ir a
encontrarme con Selena para encontrarme conmigo misma ... Con aquella Victoria
que tenía tantas ilusiones de ser como Selena ... Tal vez sabía que en estos
últimos 20 años me convertí en una mentira, creí ser feliz con el disfraz que
me fui armando con el paso del tiempo, quise creer que en lo que me había
convertido era real y me hacía feliz, y nada más distante de la realidad que
eso ... Al ver mi vida sabía que no era así ... Y tal vez por eso hice lo que
hice ... Para sacarme ese burdo disfraz ... Para no vivir más de la mentira ...
¿En qué me había convertido? Veía mi libro y veía mi vida,
y eran como dos mundos diferentes ... Como si se tratara de dos personas
diferentes ... Tal vez mi vida era la metáfora de lo que nos había pasado en
estos 20 años sin Selena ... Muchas veces he criticado a las artistas de los
últimos tiempos, que para llegar a ser famosas recurren a la bajeza, a la
falsedad, a la mentira, a la calumnia, al escándalo, a la exhibición de sus
cuerpos como si fueran maniquíes de vidriera, algo digno de un mundo machista y
degradador de las mujeres ... Tantas veces lo dije, tantas veces lo critiqué,
tantas veces lo señalé ... ¿Y yo qué había hecho con mi vida? ¿En qué había quedado
mi sueño de ser como Selena? Todos los días iba a un empleo corriente,
rutinario, vulgar, monótono, nada creativo, nada feliz, en el que lo único que
hacía era contentarme mirando lo que hacían los demás, viviendo de habladurías,
haciendo internas con o contra mis compañeros de trabajo para pasarla mejor o
para tener mayor ascendencia en mis supuestos juegos de poder ... Y cada tanto,
muy cada tanto sacaba a relucir mi talento, mi felicidad, mis ilusiones, mi
verdadera personalidad haciendo algún chiste, haciendo alguna monería,
bailando, cantando ... o como en este último tiempo, escribiendo ... ¿No es
acaso esto último lo que hacía Selena? ¿No es acaso esto último lo que me
acercaba a Selena? ¿Por qué la dejé de lado? ¿Por qué no quise en estos últimos
20 años sacar a relucir este lado de mi personalidad, mi verdadera
personalidad, si es lo que me generaba tanta felicidad? ¿Por qué quise
engañarme y engañar a los demás mostrándome de una forma que me hacía sentir
tan lejos de mí? ¿Tuve que escribir un libro para darme cuenta de ello? Tal vez
... Después de 20 años me di cuenta de que tapé mi dolor por la partida de
Selena haciendo todo lo contrario a ella ... ¿Y por qué me pasó eso? ¿Cuándo
comenzó? ¿Si yo estaba tan feliz en aquellos días de casting? ... Después lo pensé
bien ... Me di cuenta de que me mentí cuando creí sentir tanta tristeza al no
ser seleccionada como Selena para protagonizarla en aquella película ... ¡¡Sentía
tristeza, claro!! ... Quería hacer de Selena ... Quería trascender ... Pero tal
vez el gran dolor que sentía no fue sólo al no ser seleccionada ... Tal vez
había algo más ... Debió pasarme otra cosa ... Sí ... Había algo más ... Al no
ser seleccionada di cuenta de que ya no tenía a Selena ... Ya no tendría
consuelo ... Ya no tendría ilusión ... Ya no la tendría presente ... Sí ...
Parecía que mi dolor y mis llantos sólo se debían a ello ... Pero no ...
También se debía a otra cosa ... a algo más importante, mucho más importante
... Supe lo que significaba la palabra “muerte” ... y supe mi finitud ... Y di
cuenta de que Selena no era inmortal ... Esa fue la causa de mi dolor ... Ese
fue el origen de mi mentira ... Supe allí que mi vida jamás sería la misma ...
Y comencé a entender que la única manera de salir de tanto dolor era negándolo
... Y era vivir de la mentira ... Y casi sin proponérmelo construí mi vida con
los valores contrarios a Selena ... Aprendí a ser mentirosa, corrosiva, hiriente,
falsa, destructiva ... Y cuando alguien quería marcar en mí alguna virtud
cercana a Selena reaccionaba con rechazo ... Recuerdo que alguien destacó
cuando tenía 15 años mis dotes artísticas ... Sólo lo miré y le dije con
seriedad que no me venga con sandeces ... ¡¡Pobre chico!! ... Lo traté como si
sus intenciones fueran de cortejo y en realidad sólo quiso destacar algo que
era inevitable que lo expresara y que yo me empeñaba en negar ... Me iba
convirtiendo en una sombra de mi misma ... Pero aquella actitud era la única
manera que había encontrado para sobrevivir a este mundo insensato y cruel ...
Después de la partida de Selena me sentí vulnerable, sola, triste ... Y pensé
que la mejor forma de superarlo era mimetizarme con todo lo que quedó de ese
mundo sin Selena, de esa humanidad que decidió dejarla sola y sacársela de
encima ... Se suele decir que los niños perciben mejor que nadie las cosas ...
Digamos que yo me di cuenta mejor que nadie lo que significaba para muchos de
nosotros la partida de Selena ... Y de
las consecuencias, de nuestro futuro, de en qué manos nos quedábamos ... Y en
vez de querer cambiar el mundo como lo había hecho Selena, busqué mimetizarme
con él, tomando de la humanidad lo peor y convertirme en más de lo mismo por
despecho, por dolor, por bronca, por enojo ... Fui sacando lo peor de mí sin
darme cuenta de que me alejaba de mí y me alejaba de Selena ... Sin darme
cuenta de que con ello le daba la razón a esa nefasta que le hizo tanto daño, y
le sacó y nos sacó todos nuestros sueños y nuestros anhelos ... Terminé siendo
una más que terminó contribuyendo y convalidando a aquellos que nos decían día
a día que no valía la pena hacer nada con Amor, dedicación, trabajo y
honestidad ... Que todo esfuerzo en ese sentido era en vano ... Que siempre ese
camino elegido nos llevaría a la derrota, como a Selena ... Que había que dejar
“descansar en paz” a Selena ... Viví de la mentira por 20 años ... Pero no se
puede vivir eternamente de la mentira ... Y menos aún mentirse a sí mismo ... A
la larga la verdad sale a la luz ... Y en mi caso salió cuando escribí ese
libro ... O más bien cuando decidí reencontrarme con Selena ... Cuando decidí
volver a ser aquella niña que vivía feliz ... con la vida de Selena...
Un día llegué a mi casa y busqué en el sótano aquel viejo
arcón en el que había dejado mis cosas más preciadas. Entre ellas el vestido de
Selena. Cuando lo encontré me emocioné al verlo intacto, inmaculado ... Reviví
en un instante lo que sentí al vérmelo puesto, mi alegría, mi sonrisa, mi voz
cantando una y otra vez las canciones de Selena ... Era una niña inocente ...
Era una niña feliz ... El futuro estaba en mis manos y todo era para mí suma
felicidad ... Recordé esa larga tarde de sol con tantas niñas luciéndose bellas
como Selena y sentía que todas estábamos identificadas con la misma persona,
con la misma artista, con los mismos sueños, con el mismo ideal ... El futuro
estaba en nuestras manos ... ¿Quién lo habría de quitar? ... De pronto, hubo
algo que me hizo bajar de mi nube de ensueños ... Noté un pequeño bulto en el
vestido y al tratar de saber de qué se trataba, para mi gran asombro noté que
había una hoja escrita en uno de los bolsillos ... Al tomar la nota y abrirla,
llevé rápidamente mi mano a la boca tratando de evitar estallar en llanto ...
Rápidamente supe que era una pequeña carta que le había escrito a Selena con la
promesa de llevársela a su morada cuando el casting hubiera terminado ... Nunca
se la llevé ... La había olvidado por completo ... Pero ahora la recordaba bien
... Cuando me di cuenta de que ya nunca tendría a Selena decidí no decirle a
mis padres de llevarme al gravesite de Selena ... Ya había decidido consciente
o inconscientemente ir por otro camino ... Había decidido no encontrarme con
Selena ... Había decidido no despedirme de ella ... Tomé la nota y decidí
leerla: “Querida Selena. ¡¡No sabes lo contenta que estoy tratando de ser como
tú!! No veo la hora de que se termine todo para encontrarme contigo. ¡¡Tengo
tantas cosas para decirte!! Te extraño pero sé que pronto nos vamos a encontrar
... Muy pronto ... Ahora sólo quiero ser seleccionada para interpretarte y
luego querré ser como tú en todo sentido ... Sé que estás en algún lugar ...
Pronto te encontraré ... ¿Sabes? Yo creo que todo es una mentira ... Yo sé que
estás en algún lugar que pronto encontraré ... Mientras tanto, haré de ti y
seré como ti en todos los sentidos ... ¡¡En todos!! ... Trabajaré mucho, me
esmeraré, seré paciente, seré testaruda, diré siempre la verdad, nunca engañaré
ni hablaré mal de nadie ... Es mi forma de estar cerca de ti ... Es como yo soy
y seré ... Es como eres tú ... ¡¡No te dejaré sola, Selena, nunca!! ... Y si
algún día ves que hago algo que no estoy haciendo bien, no tienes más que
decírmelo ... ¡¡Te quiero mucho!! Mil abrazos y mil besotes ... Nos vemos
pronto ... Con todo mi Amor ... Victoria”. Terminé de leerlo y sólo atiné en
silencio a sentarme en el piso sin pronunciar palabra ... Sólo mirar la pared
... Y a través de ella mirar mi vida pasar en estos últimos 20 años ... Y en lo que me había convertido ...
Cuando la “película” terminó, cuando las imágenes dejaron de proyectarse
delante de mi vista, puse mis manos sobre mi cara y empecé a llorar con fuerza,
con furia y con suma tristeza durante un buen tiempo ... Estaba expresando todo
aquello que no quise exteriorizar por tanto tiempo ... Me sentía una miserable
... Sentí que al fin y al cabo Selena vio esa nota y me hizo notar su enojo
llevándome a escribir ese libro y con ello darme cuenta de lo que había hecho
por ella y conmigo misma en estos últimos 20 años ... Nada tan evidente como
ese contraste de aquella niña con la mujer que trataba de volver a recuperar su
alegría e ilusión perdidas ... Cuando pude recobrar mis fuerzas, tomé mi
vestido, volví a guardar la nota en el bolsillo y partí para hacer lo que no
había hecho en estos últimos años ... Había dado un primer paso: ir al museo y escribir
sobre Selena ... Ahora debía dar el otro paso, el paso más importante:
encontrarme con Selena ... Encontrarme con mi espíritu ... Encontrarme con mi
ilusión perdida...
Cuando llegué al gravesite, sentí dolor, vergüenza,
soledad, tristeza ... Pero me mostraba impertérrita, dura, casi insensible ...
Me sentía como dos personas habitando en el mismo cuerpo ... Esa coexistencia
que estuvo en mí por 20 años ... Me arrodillé frente a Selena y estuve por un
buen tiempo en silencio ... El día estaba gris y ventoso ... Cada tanto veía
que algún gorrión se apoyaba en la morada para pronto partir a su destino ... Casi
sin proponérmelo comencé a hablar: “Al fin vine, Selena ... ¿Qué puedo decirte?
Me da pena estar frente a ti en este momento ... Te mentí y me mentí ... Te
traje mi nota postergada por 20 años ... Era una cartita de una niña feliz ...
La que tienes frente a ti es la misma niña, 20 años más tarde, que no supo
superar tu partida ... Que sólo vivió engañándose y engañándote ... ¿Sabes,
Selena? No he formado una familia ... Hace tiempo que tengo un novio al que
quiero mucho pero tengo miedo de casarme y de tener hijos ... ¿Sabes, Selena?
Hace tiempo que me recibí en Licenciada en Ciencias de la Educación pero salvo
algún que otro proyecto no he hecho nada para avanzar con lo que estudiado ...
Sólo hacer tesis ... Sólo hacer cursos de posgrado ... Llego a un objetivo pero
no puedo avanzar ... O mejor dicho, no quiero avanzar ... ¿Sabes, Selena? Le
tengo miedo al futuro ... Y creo que por eso vivo boicoteando cualquier
posibilidad de que me lleve a la felicidad plena ... ¿Y sabes, Selena, cuándo
me di cuenta de todo ello? Cuando descubrí hace poco esta cartita que te traje
y que había escrito hace 20 años y que nunca quise traértela ... Porque
descubrí por qué no fui seleccionada, o al menos descubrí lo que pasaba por mí
en ese momento ... Yo no quería ganar, Selena ... Inconscientemente no quería
ganar ... Porque sabía que ya no estabas y que jamás estarías conmigo ...
Aunque lo disimulara tenía una profundísima tristeza ... Y ganar ese casting me
traería una alegría que no quería tener ... ¿Cómo estar contenta si tú no
estabas? ¿Cómo contentarme con hacer de ti si tú no estabas para felicitarme
con tus abrazos, tus ánimos y tu sonrisa? ¿Cómo aspirar hacer una carrera
artística aprovechándome de tu desgraciado destino? No ... No lo podía hacer
... Recién ahora lo veo todo claro ... Cuando volví a ver esas palabras que te
dediqué ... Y allí no sólo recordé lo que vi ... sino también lo que realmente
sentí ... Yo estaba triste pero lo disimulé ... Hice todo lo posible por perder
y recién allí pude manifestar lo que realmente sentía, con la excusa de que
había perdido el casting ... Por eso no me fue tan difícil convencer a mis
padres de no verte, por eso nadie se sorprendió de mis silencios, de mis
actitudes, de todo lo que fui construyendo en los últimos años ... Fui una gran
simuladora ... Simular estar alegre cuando estoy triste, mostrarme dicharachera
cuando por dentro vivo con furia y amargura, mostrarme entusiasta cuando desde
que te fuiste siento que no hay futuro ... ¿Entiendes ahora Selena lo que
siento? ¿Entiendes Selena lo que me pasa con mi vida? Que empiezo las cosas
pero no las termino ... Comienzo un camino pero no completo su trayecto ...
Temo que me pase como a ti, Selena ... Desde que te fuiste quise creer que nada
que se haga con buenas intenciones llega a buen puerto ... Porque si lo
quisiera creer, ¿por qué tuviste ese macabro final? Tú no te merecías eso ... Y
si a ti eso te pasaba, yo no podía tener un mejor final ... Por eso no quise
ganar en el casting. Por eso terminé mis estudios pero no me perfeccioné ... Por
eso encontré a mi Amor pero no armé con él una familia ... Por eso me contenté
con un trabajo sin perspectiva y con una mentalidad en la que prospera la
desidia, la mentira, la crueldad, el estatismo, la injusticia ... No puedo
construir un futuro sin tenerte a mi lado, Selena ... No puedo creer que
vivamos felices sin ti ... Sé que es tonto, sé que es absurdo, sé que es
fantasioso ... Me dirás que la vida continúa y que no hay que detenerse ni aun
con lo más doloroso que nos pueda pasar ... ¿Pero sabes, Selena? ... Somos de
una generación, somos de una comunidad, somos de una raza que creció, vivió y
soñó con tus valores ... Somos personas que pensamos en un futuro feliz contigo
... Nos imaginábamos cumpliendo nuestros sueños contigo, fuimos con la idea de que
en la vida nada es imposible, de que todo se puede lograr ... Pero contigo como
estandarte ... No podíamos concebir un futuro sin verte primero a ti
conquistando el mundo, siendo feliz con todo lo que habías anhelado, y por lo
que tanto luchaste y te esforzaste ... Cuando me enteré de lo que te pasó, caí
en la mayor de las tristezas y sólo la fui superando o creyendo superar
mintiendo y mintiéndome ... Y aquí me ves ... Triste, avergonzada, sin nada que
pueda ofrecerte que me haga sentir orgullosa y feliz ... ¡¡Te extraño, Selena!!
... Pero sé que jamás te voy a poder encontrar, porque nunca supe cómo buscarte
... Perdóname, Selena ... No supe estar a tu altura ... No supe superar tu
muerte ... No supe encarar mi vida con tu ejemplo ... Perdóname, Selena ... Ya
no me queda más que decirte” ... Cuando terminé de contarle mi pena, miré al
piso y me sentí devastada ... Apenas corrían unas lágrimas por mis mejillas,
pero todo el dolor que sentía lo había exteriorizado ... No tenía más para
decir ... No tenía nada que esperar ... Sólo esperaba tener el valor de
incorporarme, despedirme de Selena y encarar mi futuro que sería el mismo que
había construido hacía 20 años sólo que sin maquillaje ni nada que disimular...
Cuando estaba ya por cumplir mi cometido, una pequeña
ráfaga de viento soltó mi notita a Selena de mis manos haciendo que dé unas
volteretas en el aire hasta caer a unos pocos metros de mí ... Alcé mi mano
para tomarla y algo hizo que me detuviera en el final de aquella carta: “Yo sé
que estás en algún lugar que pronto encontraré ... Mientras tanto, haré de ti y
seré como ti en todos los sentidos ... ¡¡En todos!! ... Trabajaré mucho, me
esmeraré, seré paciente, seré testaruda, diré siempre la verdad, nunca engañaré
ni hablaré mal de nadie ... Es mi forma de estar cerca de ti ... Es como yo soy
y seré ... Es como eres tú ... ¡¡No te dejaré sola, Selena, nunca!! ... Y si
algún día ves que hago algo que no estoy haciendo bien, no tienes más que
decírmelo ... ¡¡Te quiero mucho!!” ... Cuando volví a leer aquello, pensé que
tal vez estaba a tiempo ... Pensé que tal vez Selena me había escuchado y me
estaba dando una señal ... Tal vez Selena me estaba dando una nueva oportunidad
... No dudé un instante ... Me incorporé rápidamente con una sonrisa y le dije
a Selena: “Volveré pronto, Selena ... Muy pronto ... Para no dejarte sola ...
Volveré para cumplir con tu sueño, mi sueño ... Volveré para darte buenas
nuevas ... Volveré para que juntas volvamos a reír”. Me fui alejando dando
varios besos y saludos al aire a Selena. Cuando crucé la puerta de entrada a la
morada de Selena, me esperaba un nuevo camino ... Y ese camino iba a tener un
buen final. Me lo había prometido ... Se lo había prometido a Selena ... Y esta
vez, esta vez, no le iba a fallar...
Al poco tiempo terminé mi última tesis y me dediqué de
lleno a trabajar en lo que había estudiado ... Trabajé duro y por suerte hubo
gente que confió en mí para cambiar la educación en todos los niveles de
estudio ... Mientras ello ocurría, renuncié a mi trabajo ... Ya no podía seguir
conviviendo en la mediocridad y en un ambiente en el que da lo mismo trabajar
que no y en el que lo más importante es saber quién es más hábil para sacar
ventaja en provecho de los demás, y que encima te feliciten y te “respeten” por
eso. Por suerte mi novio me apoyó en mis decisiones y yo sé lo agradecí con
aquello que más anhelaba, y que por respeto y por temor no se atrevía a decirme
por no saber cómo reaccionaría ... Acepté casarme con él y al poco tiempo
tuvimos una niña a la que obviamente le puse Selena ... Selena Victoria fue su
nombre completo ... Pensé que en ese contexto era la mejor combinación de
nombres que podía tener ... Después de tanto tiempo me sentí plena y feliz ...
Estaba haciendo lo que quería y creía en que podía lograr lo que me propusiera
... Era la primera vez que sentía que había un futuro ... De pronto me encontré
con que era feliz ... Y que con mi felicidad alegraba a los demás ... Volví a
sonreír , a reír de verdad ... Descubrí que podía tener la sonrisa, la alegría,
los sueños, la tenacidad y la visión de Selena ... Había encontrado a Selena
... Me había encontrado a mí misma ... Nada podría detenerme ... Sólo debía
transitar el camino ... Sólo debía seguir el camino de Selena ... Y más allá de
que pudiera verla o no, sabía que la tendría siempre a mi lado con una sonrisa
y dándome ánimo para que siguiera adelante, para que no me detenga, para que
cumpla con todo lo que me había propuesto en la cabeza...
Cuando volví al gravesite, no fui sola ... Fui con mi
esposo y con mis dos hijas ... Iba a empezar a contarle lo que había pasado en
ese último tiempo, pero empecé a reír ... Sólo pude reírme con ganas ... Como
lo hacía Selena ... Sabía que ella estaba del otro lado riéndose del mismo modo
... No había más para decir ... Se había cerrado un capítulo en mi vida ...
Había empezado otro, en el que Selena estaba al lado mío en todo momento y en
el que al final, al final del camino, la tendría presente para decirle
“gracias” y para abrazarla fuerte, bien fuerte ... Un capítulo en el que sólo
vivía para que llegara ese momento, ese momento en el que por siempre y para
siempre viviríamos felices con el fruto de lo que habíamos sembrado...
(No hay nada más hermoso que poder ser como uno quiere
ser ... No hay nada más lindo que sentirse bien con lo que uno es ... El camino
no es fácil ... Hay muchos escollos y muchos que nos ponen innumerables trampas
para que uno no se sienta bien con lo que se tiene sin necesidad de mimetizarse
con los demás, sin necesidad de aceptar una realidad en la que uno no es feliz y
necesitando de la ayuda de aquellos mismos que no quieren que uno no los
necesite para sentirse bien ... Pero lo más importante es no mentirse, es no
postergarse, es no mimetizarse con lo mediocre ... Y lo más importante es
seguir con los valores en los que uno cree aunque durante toda la vida nos
hagan creer que somos unos perdedores ... El día en el que nos convenzamos de
ello, habremos triunfado y nada nos detendrá ... Por eso sigo el camino que me
dejó Selena ... Porque ella jamás me defraudará y con ella seré siempre feliz,
simplemente porque seré aquello que quise ser, o al menos seré aquello que
intenté ser...)
Gracias, Selena, por todo lo que me diste en estos
poquitos años...
Te quiere mucho...
Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)
(Buenos Aires, Argentina)
Recordándote para volverte a encontrar, Selena ... Nuevamente
“¡¡Sí, sí!! ¡¡Estoy furiosa!! ¡¡Estoy muy mal!! ¿Y cómo
no me voy a sentir así? Me engañaron ... Quitaron mi ilusión, mis sueños, mi
felicidad, mi futuro ... ¿Cómo quieren que me sienta? ¿Acaso no me han visto?
¿Acaso no me vieron cuando se despidieron de mí? Me engañaron, me estafaron, me
mintieron, me dejaron sola ... Sé que muchos comparten mi dolor y eso ha hecho que
al menos pueda sobrellevar mejor mi dolor ... ¡¡Estoy furiosa por tantos años
de esfuerzo, de trabajo y de dedicación tirados por la borda!! Estoy triste
porque muchos pensarán que no sirve ser como he sido ... ¡¡Detesto a las personas
que critican a los que aún piensan en mí diciendo que me dejen descansar en paz!!
... ¡¡Nunca podré descansar en paz después de lo que me hicieron y nunca podré
vivir en paz si siguen tratando de justificar a la persona que me dio semejante
afrenta por la espalda!! Yo fui genuina, yo fui auténtica, yo me esforcé para
llegar a lo que fui ... Trabajé, luché, siempre di lo mejor de mí ... No le
robé nada a nadie ... No estafé, no calumnié, no hablé nunca mal de ninguna
persona ... Y recibí de alguien en quien confié semejante respuesta ... ¿Cómo
quieren que me sienta entonces? Sólo me queda aguantar bien mi derrota ... Sólo
me queda pagar por ser tan, tan ingenua...” ... Desperté a los gritos ... No
podía soportar ver a Selena llorando y diciendo semejantes cosas ... Cuando
entendí que sólo se trataba de una pesadilla, de una burda y tan real pesadilla,
caí en una profunda depresión ... Me aliviaba que aquello no fuera cierto, pero
eso no significaba que en realidad no fuera así y que por ser sólo una
pesadilla las cosas fueran muy distintas del día en el que Selena se nos fue
... hace 20 años ... Cuando pude entender y recordar lo padecido en ese mal
sueño, pensé en que tal vez todo eso vino a mi mente por lo que había escrito
al recordar lo que viví aquel día en el que sentenciaron a la asesina y ese
encuentro con aquella niña en el que viví tan linda experiencia ... Me
angustiaba pensar que Selena estuviera tal cual como lo viví en aquella
pesadilla, donde quiera que estuviese ... No lo dudé un instante ... Salí en
cuanto pude y tomé el primer micro que me llevaba a Corpus Christi ...
Necesitaba ver a Selena ... Necesitaba encontrar ... algo ... algo que me
tranquilizara ... algo que no me hiciera certificar que Selena podría estar
como lo que sentí y viví en aquel mal sueño ...
Mientras iba en el micro no podía dejar de sentir la
desolación de ese mundo sin Selena, de ese mundo lleno de odio, de rencor, de
artificialidad, de la fama y victoria a base de calumnias, mentiras, de valores
tan distintos a los que nos enseñó Selena ... de valores tan indignos ... Me
reía pero también me ofuscaba cuando recordaba a aquellos tontos que nos dicen
desde hace 20 años: “¡¡Dejen a Selena descansar en paz!!” ... Ya lo decía
Selena en esa pesadilla ... Ya lo expresaba Selena en esa imagen de despedida
que nunca quisimos ver pero que este mundo cruel nos mostró sin que nosotros se
lo pidiéramos ... ¿Con qué insensatez nos pedían cosas que nunca podríamos
hacer? ... ¿Con qué insensatez nos
pedían algo que después de ver a Selena con esa expresión nunca podríamos
cumplir?... ¿Es que esos insensatos no vieron que Selena se nos fue triste,
enojada, molesta, perturbada? ¿Se lo tenemos que explicar todavía? Estas eran
las consecuencias de vivir un mundo sin Selena, un mundo que se había apartado
tanto de ella, una humanidad que no podía dejar de pensar que lo que había
recibido Selena era por seguir el camino de la honestidad, del trabajo, de la
verdad ... Miraba por la ventana y el día era gris, tan gris como aquel 31 de
marzo, tan amenazante de lluvia como aquel nefasto día ... Cuando llegué a
Corpus Christi me ganó la sensación de vacío ... Me sentía triste, desganado,
con esa sensación devastadora después de escuchar y de ver a Selena en aquel
triste sueño ... Sólo me movilizaba esperar algo, algo de Selena, algo que me
dijera que su camino no fue en vano, algo que me certificara que mi labor en
estos años no fue en vano...
Ya cerca del gravesite en el que moraba Selena vi que
alguien estaba arrodillada frente a ella ... Parecía hablarle o algo así ...
Estaba vestida toda de negro y llevaba un amplio sombrero del mismo color ...
Me detuve ... No quería perturbarla ni apartarla de sus sentimientos ... Al
tiempo vi que se persignó y le dejó una nota a un costadito ... Estuvo un
tiempo más casi inmóvil, luego del cual se incorporó, se dio vuelta y caminó
para la salida ... Recién allí comencé a moverme en forma despaciosa para no
tener que cruzarme con ella ni darle a entender a la dama de negro que estaba
allí esperándola ... Pero fue inevitable que me enfrentara a ella en el camino
y que hubiera un largo trecho en el que nos íbamos a tener que mirar ... En ese
lapso de tiempo vi que se trataba de una mujer joven a la que casi no podía
distinguir porque tenía un velo en la cara ... Cuando llegó el momento en el
que nos encontramos yo sólo bajé la cabeza y seguí, pero el sorprendente “Que
tengas un buen día” que me dijo aquella mujer hizo que llegara a responderle
muy bajito con las mismas palabras en el mismo momento en el que nuestros
cuerpos pasaban uno al lado del otro ... Cuando quise girar para saber de quién
podría tratarse, si acaso esa mujer era alguien a quien yo conocía, vi que la dama
de negro seguía con su marcha lenta sin mirar atrás y sin dejar señal alguna
... Yo retomé mi camino en busca de Selena y de mi destino, de Selena y de
alguna respuesta ... Sólo esperaba algo para que pudiera seguir, sólo esperaba
algo para no tener que vivir esa pesadilla, sólo esperaba una respuesta que me
certificara que ese mal sueño no fuera una cruel realidad...
Cuando llegué al gravesite de Selena, me arrodillé y
estuve un largo tiempo en silencio ... Ni siquiera podía llorar ... La tenue
llovizna y la soledad hablaban por mí ... Sentí ese maldito paso del tiempo ...
Sentí el destino cruel de Selena frente a mis ojos sin que yo pudiera hacer
nada ... absolutamente nada ... “¿Te sientes bien, Selena? ¿Es cierto lo que
dicen mis sueños? ¿Eres tú la que me dice esas terribles palabras? ¿Acaso
quieres que te dejemos descansar en paz? Dime Selena algo, dímelo de algún modo
que yo lo entenderé ... o al menos lo intentaré ... Sé que tú, sólo tú, sabes
lo que te ha pasado, y lo que has vivido y padecido ... Sólo dime...”. De
pronto vi que había una notita frente a mí, y que el tenue viento la había
puesto a mi vista haciendo que se abriera y se cerrara casi sin parar ... Iba a
dejarla así ... Supuse que lo habría dejado aquella mujer y que no había notado
que no lo dejó bien sujeto al gravesite ... Pero la llovizna que fue haciéndose
cada vez más intensa hizo que pensara que lo mejor era tomarla para que quedara
bien sujeta y a resguardo ... Tomé la nota y el viento súbito hizo que se
abriera ante mis ojos por lo que me fue inevitable tomarla y verla, sobre todo
porque me resultaba algo familiar, algo que ya había leído antes ... “Querida
Selena. Hace 20 años, siendo yo muy pequeña, te escribí y te afirmaba en mi
cartita que seguro debías estar contenta a pesar de todo lo que había sucedido.
Y también te escribí que sabía que en el fondo de tu corazón debía haber algo
de tristeza y que hasta debías estar algo enfadada ... Como todos nosotros ...
Y que esperarías que siguiéramos tu camino aunque no estés aquí entre nosotros
... Y que sólo así sonreirías y te sentirías orgullosa de nuestros actos en
modo mayor al que si solamente te lloráramos o te homenajeáramos ... Te lo
prometí y cumplí ... ¿Pero sabes, Selena? Hoy vine aquí porque anoche tuve un
sueño ... Y en ese sueño estabas con una amplia sonrisa en la boca ... Sé que
también corrían algunas lágrimas por tus ojos ... Y decías allí que aun cuando
algunas veces te sientes triste, te sientes feliz porque muchos te recuerdan y
muchos te siguen queriendo, no sólo como artista, sino también como persona ...
Sobre todo como persona ... Y también me decías en ese sueño que te sentías
bien en el lugar en el que estás y que pronto nos íbamos a encontrar ....
Cuando me desperté me sentí feliz y decidí venir para contártelo ....Y para decirte que debes sentirte más
feliz porque no me he quedado sola en el recuerdo hacia ti ... que hay muchas
personas que hacen todo lo posible para que el mundo te recuerde y sepa quién
eras y que significabas para todos nosotros ... Como aquel buen hombre que me
trajo hacia ti ... Como ese hombre a quien rescaté de su tristeza y lo traje hacia
ti ... Sabes que mi corazón está donde estás tú ahora ... Y pronto nos
encontraremos ... y ese será el momento más hermoso de mi vida ... Mil abrazos
y mil besotes ... Te quiere mucho ... Ya lo sabes ... S.”. Recién allí pude
llorar pero esta vez de suma felicidad ... Me di vuelta por si aquella mujer
aún estaba allí ... Pero no lo estaba, como suponía ... Aunque sabía que estaba
muy cerca, más cerca de lo que yo me imaginaba, más cerca de lo que mi vista
podría apreciar ... “Ya encontré lo que vine a buscar, Selena ... Ahora me
quedo más tranquilo ... Sé que estás feliz a pesar de que tengas tus malos momentos,
como todos nosotros ... Y también sé que algún día nos vamos a encontrar ... Tu
camino es mi camino ... Mis valores son tus valores ... Mis sentimientos son
tus sentimientos ... Mis verdades son tus verdades ... Y mi corazón es tuyo ...
Seguiré recordándote como siempre, no sólo con mis palabras, no sólo con mis
homenajes ... Te seguiré recordando siendo como tú ... Y nada más hermoso que
pueda lograr en la vida que llegar a ser como tú en todos los aspectos de mi
vida ... Y a eso aspiraré hasta que me encuentre contigo ... Debes estar en
algún lugar que pronto vamos a encontrar...”, le llegué a decir ... Puse la
mano en mi boca, le di un beso y luego apoyé la palma de mi mano en su imagen
... Estuve un largo rato en silencio ... Al rato me incorporé, me puse frente a
Selena, y le di mil besitos y mil saluditos con mi mano ... Me di vuelta y
empecé a salir del lugar ... Cada tanto me daba vuelta y le daba un nuevo
saludo y un nuevo beso ... Cuando ya llegue a la salida, le volví a decir: “Nos
veremos pronto Selena y allí seremos uno, sin más pena ni olvido” ... Ya camino
al autobús vi que alguien se alejaba en otro ... Apenas pude ver que en él se
iba la dama de negro ... Me sonreí y le di un saludito con mi mano ... Ella me
devolvió el saludo con una gran sonrisa ... Y cada uno siguió su camino ... Así
debía ser y así iba a ser ... Faltaba mucho por hacer ... Pero me sentía
dichoso ... Sabía que en algún momento todos volveríamos a ser felices, todos
volveríamos a estar juntos, todos volveríamos a vivir ese nuevo mundo con
Selena...
(La vida nos pone a duras pruebas, a desafíos difíciles
de concretar ... A veces se logra, a veces no ... Lo importante es intentarlo y
nunca bajar los brazos hasta conseguirlo ... Nunca ... Como nunca hay que dejar
de ser uno y hacer lo posible para cumplir con lo que siempre se ha soñado ...
Ser felices siendo lo que uno quiere ... Ser felices de la manera en la
queremos mostrarnos y ser ... Ser como fue Selena ... Tan simple como eso ...
Tan difícil como eso ... “Lo imposible siempre es posible”, decía Selena ...
Intentarlo es el mejor homenaje que le podemos hacer ... Intentarlo es ser como
ella ... Y no hay nada más hermoso que ser como Selena ... Ser Selena ... Algún
día todos seremos como ella y este mundo será feliz ... Este mundo será como
Selena ... Lo imposible será alguna vez sólo posible...)
Siempre serás parte de mi vida, Selena ... Y algún día
serás sólo mi vida...
Te quiere mucho...
Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)
(Buenos Aires, Argentina)
Suscribirse a:
Entradas (Atom)