Voy caminando
en el medio del silencio, en el medio del dolor … No sé qué buscamos … No sé a
qué vamos … Sólo sé que vamos … a buscar algo … Vamos a ver a Selena … Pero
Selena ya no está … No sé qué vamos a hacer … Pero vamos … Me muevo por inercia
… Me muevo por qué no puedo quedarme en casa presa del sufrimiento y del
abandono … Pero no sé qué hago aquí y para qué voy … Querría estar sola …
Querría no compartir mi dolor con nadie … Pero voy con ellos … Mi hermana me
fue a buscar y sólo me dejé arrastrar por ella … Voy caminando mirando el piso …
Avanzo sin esperar nada en el horizonte … Pero debo moverme … Tal vez por eso
acepté que mi hermana me llevara aquí … Porque sólo extendió su mano sin darme
una explicación … Y sin que yo le diera ninguna … El silencio me llevó aquí … Y
el silencio me lleva a Selena …
No quiero
pensar en el final de esta procesión … No quiero aceptar mi destino … No quiero
aceptar que Selena no va a estar conmigo … No llevo nada de ella … No voy
cantando sus canciones ni quiero recordar nada de ella … Sólo quiero ir en
silencio … No podría estar quieta … No podría estar en mi casa mirando la
televisión tratando de que alguien me explique lo inexplicable … Ni que alguien
que no sabe nada de Selena me diga lo que le pasó y le que nos pasa a nosotros …
No … Me volvería loca … Ya no siento que avanzo … Siento que huyo … Que huyo de
la verdad … Que huyo de la realidad … Que huyo de lo que se vendrá
inexorablemente … Que huyo de la maldad de tanta gente … Yo era una mujer feliz
… Éramos parte de una comunidad feliz … Ahora somos lo que estamos en esta
procesión … Buscando algo de esa felicidad perdida … Buscando que nos devuelvan
la alegría … Esperando que nada sea cierto … Buscando que nos devuelvan a
Selena…
Tal vez por
eso mismo veo lo que ocurre a mi alrededor … Gente que de pronto grita … Gente
que de pronto llora … Gente que de pronto canta alguna canción de Selena
tratando de simular una alegría que no puede ocultar su tristeza … Todos están
tratando de no ver lo que se nos viene, pero lo intuyen, lo saben … De pronto
me quedo impactada al escuchar que mucha gente empieza a indignarse cuando se
entera que el cajón permanecerá cerrado y que por ello no podrán ver a Selena …
Juran y perjuran que no se irán de allí sin verla … Que le exigirán al Señor
Quintanilla que abra el féretro para certificar que Selena está allí … Y veo
gente que se enoja, gente que grita … Gente que elucubra pensamientos tales
como que es todo una mentira, que es todo un engaño más, que es todo una estafa
más … Especulan que Selena no se ha ido … Que todo es obra de su padre … Yo
mantengo mi mirada al piso … Siento pena por ellos … Siento pena por mí … Saben
que es cierto, pero no lo pueden creer … Saben que es cierto, pero no lo
quieren creer … Tal vez por eso quieren ver a Selena … Para certificarlo … Para
saber que Selena está muerta … Para saber que estará muerto nuestro destino …
Que se irán para siempre nuestra esperanza, nuestra alegría, nuestro Amor …
Sabrán que a partir de ese momento ya nada será lo mismo … Y todo volverá a ser
más de lo mismo … Que nos tendremos que acostumbrar a vivir las cosas como
antes de Selena … Volveremos a ver las mismas caras, los mismos modelos, los
mismos discursos, los mismos métodos para “llegar a la felicidad” … Nos
tendremos que acostumbrar a ser espectadores de lo que hacen otros … Ya no
seremos los protagonistas de nuestra historia … De esta linda historia que vivimos
con Selena … De la Selena que nos invitaba a ser felices con trabajo, con
talento, con esfuerzo, con dignidad, con honestidad, con franqueza, con verdad …
Nada de eso será así desde ahora … Y lo sabemos … Ahora que Selena se ha ido…
Voy caminando
en el medio de esta procesión … De una procesión que empieza a llenarse de odio
y de rencor … De a poco el silencio y el dolor de muchos pasan a ser gritos, demandas,
pedido de explicaciones, señalamiento de culpables … Escucho toda clase de
insultos para la asesina … Yo sigo andando mirando el piso … Yo sigo en mi
mundo, aunque ese mundo en el que vivo esté en el medio en el que estamos todos
y del que no puedo escapar aunque quiera … No quiero pensar en la asesina … El
solo pensar en ella y en lo que ha hecho me genera una impotencia que no puedo
soportar … Querría poder volver el tiempo atrás para evitar tanta locura, tanto
dolor, tanto odio, tanto sufrimiento … Todavía me resisto a hundirme en la
furia por lo que hizo esa insensata … Ya veo que lo empiezan a hacer otros … Yo
aún me resisto … Porque sé lo que pasará luego … Nos daremos cuenta de que ese
será el mundo que se vendrá … De ese mundo sin Selena … Las peleas, los odios,
el rencor, la furia, la violencia, el desamparo, la soledad, la tristeza y el
futuro sin esperanza serán tan corrientes en nuestras vidas que hasta será
rentable para muchos medios y para muchas personas … De pronto mentir, hablar
mal del otro, exhibir nuestros cuerpos como mercancía y como único valor, las
calumnias, las peleas inventadas serán moneda corriente … y un medio de vida y
de subsistencia … A eso me estoy
queriendo resistir aunque sepa que la batalla la perderé de todos modos … Sigo
en silencio en el medio de ese griterío … En el medio de esa locura que se
genera mientras nos acercamos a Selena…
Estamos cada
vez más cerca y la gente se enloquece aún más … Todos comienzan a canalizar sus
emociones cantando a vida voz “Amor prohibido”, “Como la Flor”, “Baila esta
cumbia” … Yo sigo mirando el piso mientras continúo en la procesión y se me
viene a la mente “Fotos y recuerdos” … Pero no intento cantarla, ni siquiera
para mí … Trato de que se vaya de mi mente … Trato de no recordar la letra
entera … Quito de mi cabeza esa canción ocupando mi mente con otros
pensamientos, con otras distracciones … Recién allí levanto mi vista buscando
algo que me saque de Selena, que me aleje de aquella canción, que me haga
olvidar lo feliz que era hasta hace unos días … Veo a mi hermana que avanza con
la mirada perdida hacia el frente con su rostro lleno de lágrimas que no se
quiere sacar haciendo mímica de lo que cantan otros … Veo una multitud que me
conmueve y desconcierta que camina como zombies tratando de mostrar una alegría
y una entereza que no tienen … Todos vamos por lo mismo … Todos vamos a ver
nuestra propia muerte … Todos vamos a ver lo que no queremos ver … Pero
necesitamos ver … No quiero pensar en lo que será la vuelta a casa … No quiero
pensar en lo que será de todos cuando sepamos la verdad que no queremos mirar …
Sé que la gente aún tiene esperanza … La esperanza de que nada sea cierto … La
esperanza que teníamos cuando Selena estaba entre nosotros … No quiero pensar
en lo que inexorablemente pasará cuando volvamos de ver a Selena … Acostumbrarnos
a una vida sin ella … Acostumbrarnos a vivir sabiendo que Selena ya no es parte
de nuestras vidas … Acostumbrarnos a que pase el tiempo y que Selena sea una
figura tan lejana que nos olvidemos poco a poco de ella … Acostumbrarnos a que
vengan otros artistas, los admiremos … y a través de ellos querer reemplazarla
y nunca lo podamos hacer porque no lo queremos … Siento que no aguanto más … Estoy
por estallar de dolor y vuelvo mi mirada el piso … Quiero gritar pero no puedo …
Quiero gritar pero me contengo … Quiero gritar…
¡¡Selena, vuelve!!
¡¡Selena, no me abandones!!
Hemos llegado
al lugar en el que está Selena … Vuelvo a levantar la vista … Muchas personas
se dispersan … Quieren saber … Quieren averiguar … Confirman que la están
velando a cajón cerrado … Empiezan los gritos ... Comienzan las demandas y
exigencias … Quieren hablar con el Señor Quintanilla … Empiezan los insultos
porque no hay respuesta … Me pregunto cuánto faltará para que empiecen a culpar
al padre de Selena por todo lo que ha pasado … Veo que algunas chicas son
entrevistadas por sorprendidos cronistas del fenómeno que se ha generado y del
que no sabían que existía hasta entonces … Y escucho que le dicen que no se
irán hasta no ver a Selena … Que vinieron de muy lejos … Que Selena era parte
de sus familias … Que era su hermana, su tía, su madre, su hija … De pronto se
escuchan gritos de júbilo … El padre de Selena accede a exhibir a Selena
indignado porque se dude de su palabra y de que crean que Selena no está allí …
Vuelvo a mirar al piso en el medio de la fila que nos lleva a Selena … Siento
los empujones, escucho los gritos, veo mi futuro … Me pregunto si acaso el Señor
Quintanilla soportará tener que dar respuesta a tantas demandas o tratará
inmediatamente de dar pública su explicación de los hechos y que después que
cada uno diga lo que quiera … “El que pega primero, pega dos veces”, pienso …
Una mano se apoya en la mía …Es mi hermana que me guía a Selena en su intuición
de que tal vez me niegue a verla y que huya antes de que ello suceda … Yo me
dejo llevar … Veo que hay una multitud y miles de cámaras … Alcanzo a ver a
Selena de lejos … No quiero pensar en ello … Pienso en cambio si el padre de
Selena no contempló la posibilidad de que muchos intenten sacar fotos o
intenten filmar a Selena en esas condiciones … Y pienso en que si eso sucede
tendremos que convivir todas nuestras vidas con esas imágenes que nunca
quisimos tener de Selena … Tan lejanas de lo que era ella … Tan distantes de su
energía, de su alegría, de su carisma, de sus enormes ganas de vivir y de dar …
De pronto veo que me acerco a Selena … Me tendré que despedir de ella … Yo no
quería, pero allí estoy … Ya no puedo huir … No sé si siquiera lo deseo … Me
dejo llevar … No quiero verla, pero me es inevitable … Cuando la tengo enfrente
veo su gesto adusto … Parece seria, más bien enojada … No es lo que han dicho muchos … Que parece
tranquila, que está descansando en paz … No quiero ver más … No quiero pensar
más … Pasan por mi mente imágenes de lo que fueron tal vez sus últimos minutos …
Se me ocurre lo que pudo haber pasado y lo asocio a esa imagen … Ese gesto de
Selena … Ese rostro que ya no podré olvidar jamás … Sigo caminando mirando el
piso … Me iba a despedir así … En silencio y sin mirarla … Pero me volvió esa
imagen … Y recordé las otras, en las épocas en las que éramos felices … Supe
allí que no volvería a ver más a Selena … Me detuve un instante y corrí hacia
ella … Un impulso de mi Alma me llevó a Selena … Corrí y la abracé…
¡¡Selena, no
te vayas!! ¡¡Selena, no me dejes sola!!
Mi mirada
sigue en el piso mientras avanzo a la nada … Mi hermana me guía en silencio …
No intento observarla … No recuerdo lo que pasó desde que me despedí de Selena …
Ya nada importa … No quiero mirar mi destino … Porque ya lo sé … Y será ese
rostro de Selena … Esa última imagen que tengo de ella … Y ese abrazo en el que
le dejé mi corazón para que se vaya con ella para siempre…
(Hay cosas
que no se olvidan, hay sentimientos que conviven con uno para siempre, hay
imágenes que no se nos borrarán jamás … Y hay momentos trascendentales de
nuestras vidas que nos cambian para siempre … A veces para bien … A veces para
mal … La vida y la muerte de Selena cambió para siempre la vida, los
sentimientos y la visión del mundo y de la gente a muchas personas … En algunos
casos con Selena en vida … En otros, no … A mí, Selena me cambió la vida … tardíamente
y para bien … Y siempre estaré agradecido de ella … hasta el último instante de
mi existencia.)
Gracias, Selena,
por haberme hecho una persona mejor y haber confirmado que no todo está perdido
si uno está dispuesto a dar su corazón y su Alma por lo que cree y siente…
Te quiere
mucho…
Sergio
Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)
(Buenos Aires, Argentina)
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