Estoy soñando contigo esta noche ... todas las noches...

28 de febrero de 2015


Iba a ser tu año, Selena...



“Este va a ser un año muy importante para el grupo”, me dijo Selena en aquella emisión del programa “Padrísimo” de hace ya ... 20 años ... Siempre me llamó la atención que me dijera “para el grupo” en vez de “para mí” ... Pero es que Selena era así ... Tan sencilla, tan amable, tan buena persona ... Recuerdo que fue en una emisión de febrero ... Al mes siguiente estuvo nuevamente ... Estaba próximo un final que nadie esperaba ... Sólo puedo decir de aquella vez que, como estaba en Los Ángeles, le propusimos que fuera al estudio no sólo para cantar sino parae hacer de presentadora del programa ... Recuerdo que yo salí al aire al final de la emisión y no sólo la felicité por su labor, sino que le propuse que lo hiciera nuevamente en un futuro no tan lejano ... Ella me prometió que lo haría ... pero esa vez nunca se presentó ... aunque con gusto lo hubiese hecho, como tantas otras cosas, si se le hubiese dado una oportunidad ... una oportunidad para crecer, una oportunidad para crear, una oportunidad para equivocarse, una oportunidad para triunfar, una oportunidad para vivir...

Creo que recién ahora me doy cuenta de la dimensión de su pérdida ... Hoy que ha pasado mucho tiempo ... Hoy que el mundo es tan distinto ... Hoy que a Selena se la ve tan alejada de todos nosotros aunque la sigamos queriendo ... Hasta diría que recién ahora empiezo a comprender cómo el tiempo hizo que me fuera alejando de mi rol de conductora y cómo hoy mis actividades terminaron siendo tan distintas de aquéllas ... Cuando todo se precipitó sentimos durante mucho tiempo dolor, desconcierto, furia, desconsuelo ... Y durante mucho tiempo quisimos creer que estábamos viviendo nuestras  vidas como si ella aún estuviera entre nosotros, como si nada hubiera cambiado,  como si la alegría, la esperanza, el futuro promisorio estuvieran allí intactos ... Creo que hubo muchas cosas que nos hizo creer eso ... Durante unos años hubo hechos que nos hizo tener a Selena en el primer plano a través de los medios, de la gente, de la atención mundial ... Casi sin solución de continuidad vinieron el juicio a la asesina, la película y la cantidad de personas que desfilaban producto de estos acontecimientos ... Vivíamos con la música de Selena, con sus imágenes, con sus fotos, con sus recuerdos ... Nadie podía olvidarla, nadie quería olvidarla ... Tal vez no tenía la dimensión de lo que nos estaba pasando ... Vivíamos nombrándola ... La evocábamos a veces con alegría, a veces con tristeza ... Pero yo no sabía explicar que había detrás de tanto dolor, además del lógico como el de la partida de nuestra hermana ... Lo mismo que no me podía explicar qué quería decirse con que “Selena era la encarnación del sueño americano” ... Después lo entendí ... Lo pude apreciar ... con el tiempo ... cuando veía miles y miles de chicas que la imitaban e iban a cantar sus canciones a cualquier lugar vistiéndose como ella, expresándose como ella, sintiendo como ella ... Claro ... Yo no le entendía porque yo no era una mexicana que se había criado en los Estados Unidos y hablaba sólo inglés ... Yo aún hoy no sé hablar en ese idioma ... De hecho recuerdo cómo Selena y sus hermanos hacían innumerables chanzas por mi falencia para comunicarme con Selena en su idioma ... Lo mismo me pasaba a mí y a los mexicanos con su pobre y gracioso español ... Y al ver esas chicas entendí que se sentían identificadas con Selena en algo que se había transmitido de generación en generación en los mexicanos residentes en los Estados Unidos, y que habían nacido y criado lejos de su hogar ... Todos estas generaciones habían ido a la “Tierra Prometida” en busca del bienestar, del triunfo, de la concreción de sus sueños, de vivir en paz y alegría bregando por un futuro mejor, de ver realizado sus sueños, de triunfar con trabajo, dedicación, talento y esfuerzo ... Eso fueron a buscar sus ancestros, y ellos habían encontrado el camino en la figura de una persona que con su trayectoria, con su vida y con su ejemplo les estaba demostrando que nada había sido en vano, que el esfuerzo tenía su premio, que el talento era recompensado y que el trabajo tenía sentido ... Eso les había demostrado Selena en vida, por lo que sólo había que seguir su camino para lograr concretar sus sueños ... Sólo eso ... Y así durante muchos años vivimos en esa ilusión, en que Selena seguía viva, que ella siempre estaba presente y que su Amor iba a poder con todo ... Que aunque ella no estuviera entre nosotros nos iluminaría desde el cielo para que nosotros nunca perdamos la alegría y nunca perdamos la esperanza ... Quisimos creer y creíamos ... Quisimos verlo y lo vimos ... Quisimos vivirlo y lo vivimos ... Quisimos ... Quisimos aun cuando supimos que después de la emisión de la película “Selena” nos íbamos a quedar solos, nos íbamos a tener que acostumbrar a esa vida sin Selena, a este mundo sin su magia, a esta vida sin su alegría ... Yo lo recuerdo muy bien ... Cuando fui al cine a ver la película reí, lloré, me emocioné, grité, padecí ... Pero cuando terminó la película y pude secar mis ojos después de un largo tiempo sin parar de llorar, me quedé un largo tiempo sin moverme mirando la pantalla ... De hecho, seguí mirando la nada cuando pasaron los títulos y se encendieron las luces ... Cuando pude reaccionar, noté que muchos estaban como yo ... Inmóviles, devastados, derrotados ... Y también pude apreciar que los acomodadores y todo el personal del cine se mantuvo de pie esperando nuestra decisión de retirarnos sin apurarnos ni instándonos de ninguna manera a retirarnos de la sala ... No ... Todos entendían que había que respetar esa sensación, que era el sentimiento de todos ... De alguna manera sentíamos inconscientemente que eso era el final y que en ese momento sí empezaba una nueva etapa muy dura, pero lógica ... La etapa del duelo, la etapa del final, la etapa de ese mundo sin Selena ... En un punto teníamos que aceptar que Selena era humana, y que ese mito y esa leyenda comenzaban a construirse con su ausencia ... Con todo el dolor de mi Alma sabía que con el tiempo dejaría de ser la Reina presente y que en algún momento vendrían nuevas generaciones que aunque mantuvieran su respeto a Selena ya no la tomarían como referente ... Tomarían a otras, a las de su generación, a las que expresaran su realidad, las que triunfan, las que están vigentes ... Eso sentí cuando vi a Jennifer López interpretarla tan bien en la película ... JLo era de su misma generación ... Me atrevería a decir que en Estados Unidos al momento del nefasto 31 de marzo era menos conocida que Selena ... pero en ese 1997 ... era la que la estaba personificando ... reemplazando ... Por lo que yo sentí y por lo que vi que sintieron otros, sabía que Jennifer López iba a triunfar aunque ya en la película uno notaba que era bien diferente a nuestra Selena ... Y con el tiempo uno pudo ver que el megaéxito de la película la había catapultado a la fama mundial ... Esa fama mundial que iba a lograr Selena ... con su mismo recorrido ... Uno lo presumía en aquel estreno de la película y lo corroboró luego ... Se venía el reinado de JLo y con ella vendrían otras ... Se imponía el poder latino, que se potenciaba cuando todos comenzaron a conocer el Legado de Selena y con él un mundo para muchos desconocido ... Y el mundo cayó rendido a sus pies, pero con otros intérpretes ... El poder latino comenzaba a triunfar ... pero sin Selena ... El poder latino comenzó a recorrer un camino y siguió un modelo que no tenía mucho que ver con Selena ... A Selena le quedaba el mito, la leyenda, el recuerdo, el reconocimiento ... Allí supe que deberíamos aceptar ese mundo sin ella, ese mundo sin su ejemplo y sin sus valores ... Allí supe que su camino dejó de transitarse en el mismo momento en el que Selena nos dejó ... Pensé: “Cuantos dirán con el tiempo ‘Selena era muy talentosa pero demasiado buena, demasiado confianzuda. Debió haber pensado más en ella y menos en los demás. Debió haber pensado más en su triunfo, y después pensar en su felicidad y en lo que quería hacer. ¡¡Fíjate en lo que pasó por no hacer ello!!’ ”. Y allí pude saber que JLo iba a triunfar y a lograr lo que Selena logró ver pero no pudo consumar...

Hoy a 20 años de las aquellas lindas emisiones de “Padrísimo” comprendo cómo ya en aquel momento nos empezamos a apartar del camino de Selena. Me veo a mí misma en tareas tan diferentes de aquellas que ahora puedo comprender por qué llegué a este lugar y no seguí con lo que estaba haciendo ... De alguna manera entendí que ese camino ya no me era familiar, no me era placentero, no me era grato ... Por algo todos transitamos diferentes caminos ... Por algo todos los que pudimos contribuir a cambiar el destino trágico de las cosas nos apartamos de todo y transitamos un rumbo bien distinto ... Por algo la gente se resignó a hacer lo mismo de siempre sin esperar ningún cambio, ninguna mejora, sin tener muchas expectativas. Volvimos a aferrarnos a nuestro Señor y a esperar milagros ... Es curioso ... Ahora entiendo que creemos en nuestras propias fuerzas cuando vemos que alguien con su práctica cotidiana lo puede hacer ... Pero cuando ese alguien se nos cae y sucumbe en la peor de las desgracias, eso nos tumba y sólo nos aferramos a fuerzas ajenas, a poderes sobrenaturales, a un golpe de suerte, al azar mismo ... Recuerdo cómo Selena tanto dentro como fuera de cámara me hablaba de sus proyectos, de su vida, de sus ganas de hacer cosas en su casa, en su boutique, en su vida ... Siempre me llamó la atención que para las novedades de la banda siempre recurría a su padre o a su hermano para que les diera la información ... Ella parecía estar más al tanto de sus cosas, de sus quehaceres cotidianos ... Selena te contagiaba ... Selena no quería depender de nadie ni esperar la ayuda de algún poder sobrenatural ...  Pienso que ella por su propia experiencia no creía en ello ... Te decía lo que estaba haciendo, lo que haría en el futuro, lo que pensaba proyectar ... Era un torbellino ... Siempre sentí que era una mujer que se había privado de tantas cosas que ahora que tenía la oportunidad no la quería desaprovechar ... Para ella cada minuto de su tiempo era valioso y no se podía dormir en los laureles esperando que sus sueños se concretaran por peso propio ... Lo que muchos lo aprenden con los años o cuando padecen hechos desgraciados, ella lo aprendió en sólo 23, casi 24 años ... Yo infería lo que sufrió en su niñez y en su adolescencia ... Lo infería al pensar bien las cosas que me decía ... Pues cuando Selena te relataba algún momento triste o desagradable, siempre terminaba de contártelo con una sonrisa, con una carcajada, con un ademán de abrazo para pasar rápidamente a otro tema ... Pero entre risa y risa Selena me mostraba que si podía reír en ese instante era porque antes había llorado mucho, que si podía hablar con esa facilidad era porque antes tuvo muchos momentos de silencio, que si podía tomar decisiones en ese momento era porque antes no podía hacer nada con su vida o con su futuro ... Cuando me contaba que, luego de sus primeros éxitos, en dos años se había casado con Chris, el guitarrista de su banda, y que abrió su tienda “Selena Etc.” en Corpus Christi y San Antonio, entendí sus ganas de hacer y no parar hasta lograr sus objetivos. Sé que con lo que pasó en aquel nefasto día es más fácil imaginar que Selena sabía, aunque más no sea inconscientemente, lo que le iba a suceder y por ello trató de hacer la mayor cantidad de cosas en el menor tiempo posible ... Pero no fue así ... ¡¡Para nada fue así!! ... Selena era tan transparente que en cada actividad que realizaba estaba reflejada su historia ... Cuando yo la veía en el estudio cantar o actuar en vivo en el escenario, y la veía tan encantadora, tan simpática, tan talentosa y tan sacrificada, entendía que esa chica tuvo que aprender desde muy pequeña que debía dar todo de sí para lograr algo en la vida ... Y ese “algo” en buena parte de su corta vida era simplemente poder tener un plato de comida en la mesa a la hora de almorzar o de cenar ... Selena siempre me resaltaba que pasaron por momentos duros, que no se podía imaginar cuál sería su destino, pero que si no luchaban, nada lograrían. Y que sus padres fueron muy rígidos a la hora de lograr esos objetivos y obtenerlo del modo más noble ... Ella una vez me contó que su padre solía llevarlos a los barrios más pudientes de Corpus Christi y les preguntaba si tenían deseos de tener esas casas tan lujosas ... Y como Selena y sus hermanos les contestaba con un “Sí” rotundo, entonces el Señor Quintanilla solía contestarles: “Pues bien, ¡¡trabajen duro y tendrán miles de casas como ésas!!” ... Si hay algo que uno creyó mientras Selena estuvo con nosotros es que de ese modo tan honesto se podía lograr todo ... Uno veía a Selena llegar a la cima como nadie con trabajo, dedicación y mucho esfuerzo, y uno se preguntaba: “¿Cómo no lo voy a poder lograr si ella pudo?”. Y uno se convencía de que era cuestión de proponérselo en cualquier lugar y momento de la vida, y eso se daría ... Sólo era cuestión de estudiar, de trabajar, de perseverar, de esmerarse, de superarse, de estar convencido ... Fue un chispazo ... Sólo el tiempo en el que vimos a Selena triunfar y hacerse un lugar en este mundo ... Por entero mérito propio ... Pero cuando ese nefasto día llegó y Selena se nos fue sin poder decirnos adiós, todo cambió ... O tal vez nada cambió ... Simplemente volvimos a la “normalidad” ... A esa triste cotidianeidad en la que los mismos de siempre ganan y los mismos de siempre pierden ... Y en el medio de todos, muchos que deben “matarse” y apelar a cualquier estrategia para quedar en el “bando de los ganadores”, sin importar el método, sin importar el cómo ... sólo importando el resultado, sólo importando ser el victorioso a cualquier precio ...

No fui a ver a Selena en su último concierto del Astrodome, ni en sus últimas presentaciones en Miami, Chicago y San Antonio ... Estaba con mucho trabajo y estaba por ir a Los Ángeles ... Pensaba que tenía tanto tiempo para verla ... Tanto el concierto del Astrodome como el de Noches de Carnaval los vi por televisión ... En aquellas oportunidades creo que no pude valorar en toda su dimensión lo que estaba haciendo ... Para mí todo era normal, todo era lógico ... Selena simplemente transitaba su camino a la fama ... Para los que la conocíamos bien nada nos era sorpresivo ... Para ese entonces sólo esperábamos que empezara sus prometidas giras a Sudamérica ... Creo que esperaba más ese éxito que lo que podía generar cuando terminara el disco en inglés ... Supongo que me pasaba eso pues yo sabía lo que generaba cantando en español, por lo que quería ver las reacciones en Perú, en Paraguay, en Argentina cuando la vieran actuar ... Me preguntaba cómo la recibirían allí, en esos lugares tan lejanos y tan distintos de aquí ... Pero aun así no dudaba de que lo lograría ... Si pudo aquí con su talento y con su presencia, si pudo imponerse como la máxima figura de la música texana desde muy pequeña y en un Estado tan machista, ¿cómo no lo iba a lograr en el resto de América latina? ... De eso no tenía ninguna duda ... Con el disco en inglés no podía imaginarme la reacción, pues nunca la vi dando conciertos enteramente en inglés y no sabía en ese momento cuándo realmente saldría el disco ... Pero viendo ese “middle” de música disco de los años ’70 que ofreciera Selena al principio de su concierto del Houston Astrodome, me convencí de que tenía el suficiente potencial para adueñarse de un público que no la conocía ... Era paradógico que ella fuera a conocerse en inglés cuando siempre fue su idioma para expresarse ... Pero así era la vida de Selena ... Cada día un desafío, cada momento un reto que sortear ... Será por eso que a Selena le gustaban tanto los retos ... Era capaz de apostarte lo que sea, y desvivirse por ganar y fastidiarse mucho si no lo lograba ... Una muestra más que explicaba su éxito, su dedicación, su actitud porfiada ... Por eso yo esperaba tranquila ... Me había contactado con Selena para arreglar la transmisión de “Padrísimo” del 8 de marzo. Habíamos grabado algo el día que me iba a Los Ángeles para emitirlo al inicio del programa y luego me comuniqué con ella al aire cuando terminaba con Selena conduciendo ... Yo tenía que hacer otras tareas y como hacia fin del mes de marzo debía volver a Los Ángeles, decidí ir a ver a Selena en su concierto del 1 de abril. Hablé con ella por teléfono y le dije que me gustaría encontrarme con ella sea antes o después del show con la finalidad de hacerle una pequeña entrevista para el programa y para preguntarle cómo iban las cosas, cómo seguiría desarrollándose el año, cuándo terminaría el disco en inglés, cuándo iría a México, cuándo abriría sus boutiques en Monterrey y México DF, cuándo iría al resto de América latina ... Pensé que era una excelente oportunidad para hacerle esas preguntas ... Era consciente de que sus obligaciones serían cada vez mayores y que difícilmente Selena podría ir a mi programa en forma regular como lo había hecho en los últimos 3 años ... Siempre le agradecía que cuando venía a cantar al programa, ella siempre me felicitaba por mi trabajo antes de que pudiera hacerlo yo por el suyo ... Ese gesto de Selena de valorarte aun cuando era ella la estrella no se lo vi hacer a nadie ... Hasta en esas actitudes Selena era única e irrepetible ... O por eso mismo ella era tan querida y respetada por todos ... La cuestión es que sólo esperé el momento de hacer mis tareas del mes y tener mi recompensa al volver a Los Ángeles a fin de mes teniendo a Selena tan cerca y verla triunfante, feliz y con las mismas ganas de siempre ... Eso era lo que esperaba ... Sólo era cuestión de que pasara el tiempo ... Sólo esperar a que llegara el 31 de marzo ... Día en el que esperaba contactarme con Selena antes del show y ver lo que íbamos a hacer en la previa en esa ciudad en lo que sería su nuevo concierto personal luego del que diera en aquel Houston Astrodome ... Día en el que empezaría a consolidar el sueño del “año más importante para el grupo”...

Cuando recibí la noticia estaba ya en el hotel en Los Ángeles ... Estaba próxima a comunicarme con Selena ... El destino hizo que antes de intentar hablar con ella prendiera la televisión para ver si en los canales locales ya se hablaba de ella, cuál era la expectativa, si ya habían anunciado cuándo llegaría ... Cuando vi la imagen compungida de los conductores de los diferentes programas, de los titulares impresionantes de los noticieros y de las primeras imágenes de Corpus Christi con la asesina parapetada en un motel, me eché a un sillón y tomé mi cara con mis manos ... Traté de comprender lo que estaba pasando ... Buscaba una explicación ... Repasé en pocos segundos millones de imágenes y sonidos que dieran cuenta de lo que había pasado antes y que a mí se me hubiera escapado ... Ya no sé si porque fuera exactamente así, o porque mi mente ya lo registraba con el tamiz de lo que estaba sucediendo, pero empecé a recordar mi último llamado con Selena y notar que por allí su voz no sonaba muy alegre, como si estuviera preocupada o apurada ... Pensé en ese momento que por allí estaba con múltiples actividades, y por eso le llegué a preguntar si tal venía saturada por sus giras y por la grabación de su disco en inglés ... Selena me contestó cortés pero tajantemente: “¡¡Sí, Raquelín, estoy muy cansada!!”. Pero yo tomé esa contestación como algo natural, como algo lógico ... Sabía lo que estaba haciendo ... No había nada extraño en esa declaración ... Pero esa voz, esa forma ... No reparé en ello, aunque me hiciera un poco de “ruidito” esa manera de expresarse tan alejada de sus ganas, de su ímpetu, de su estado de ánimo ... Y ahora que venían esas imágenes, escuchaba esas voces, veía esas caras, esa voz de Selena empezaba a tener una dimensión que sonaban más a una confirmación ... Me quería mover, pero no podía ... Mi vista estaba pegada al televisor, sin poder reaccionar, sin poder siquiera expresar sentimiento alguno ... Pero cuando vi a una niña en silla de ruedas llegando a Corpus Christi sin poder parar de gritar y de llorar con un profundísimo dolor, salté rápidamente y apagué el televisor ... Me dirigí a la ventana y sólo lloré, lloré con ganas, lloré con furia, lloré de resignación ... Cuando pude controlarme, fui preparando mis valijas y llamé a Recepción para anunciar que me marcharía ... El conserje, al escuchar mi pedido, pero sobre todo mi voz, sólo atinó a decirme que al otro día en el estadio en el que Selena debía presentarse su concierto, la gente se reuniría allí igual sólo para recordarla, sólo para rendirle su tributo y su homenaje ... Yo hice un largo silencio, le agradecí la noticia y la invitación, pero le confirmé mi retiro ... “Debo volver cuanto antes ... La gente del canal quiere que esté para hacer varios programas en su recuerdo”. El conserje lo entendió y cortamos la comunicación ... En realidad no tenía nada pautado. Sabía que lo que le había dicho al conserje se daría indefectiblemente, y yo lo haría con el mayor Amor y con el mayor profesionalismo ... Pero en ese momento quería salir, irme cuanto antes y no ver nada más ... No quería ver a la gente llorar, no quería ir a Corpus Christi para ver a Selena así ... Era demasiado dolor para aceptarlo ... Decidí irme por unos días a un pueblo lejano, sin televisores, sin teléfonos, sin voces ... Sabía que las cosas serían diferentes, muy diferentes ... Ahora que lo pienso ... 20 años después ... creo que ya sabía lo que nos pasaría con el tiempo ... Y yo sabía que con el tiempo mi vida también cambiaría ... Sabía que había que superarlo y aceptarlo ... Me tomé esos días para estar sola, sacar todo mi dolor y juntar fuerzas para poder poner la misma cara de siempre a la hora de presentar otros artistas, poner toda mi corazón a la hora de recordar a Selena y saber que algún día dejaría todo eso para dedicarme a otra cosa para poder soportar y adaptarme a vivir a un mundo sin el Amor, sin el talento, sin el esfuerzo, sin el trabajo, sin las ganas y sin la dedicación de Selena ... Sabía que nada sería lo mismo y yo, como tantos otros, estaba sola ... Había que aceptar que volvíamos al “mundo de siempre”, que el sueño había terminado y que Selena se nos había ido sin que nosotros pudiéramos hacer aunque sea la décima parte de lo que ella hizo por nosotros en 23, casi 24 años ... Y eso fue lo que pensé en esos días ... Lo demás ... es historia conocida para mí y poco por los demás ... Pero eso no importa ... La verdadera historia, la única que importa, es la de Selena ... Es tan importante su historia como su ausencia ... Y eso ... eso lo único que he querido recordar en estos últimos 20 años ... Espero que alguna vez este mundo esté a la altura de Selena y tenga su mayor recuerdo haciendo lo que ella hizo en vida en tan poco tiempo ... Sólo eso espero en lo que queda de mi vida...

(No hay nada peor que la resignación. No hay nada peor que la aceptación de una realidad tan alejada de nuestros sueños, de nuestros anhelos ... “No me queda más que aguantar bien mi derrota y brindarte felicidad”, cantaba Selena. Sería bueno e ideal, a la hora de recordar a Selena, que no nos dejemos nunca vencer por la resignación, por la tristeza, por el desgano, por la valorización de la trampa, de la mentira, de la falsedad ... Sería bueno que siempre tengamos una sonrisa, un lindo gesto y una actitud noble aunque del otro lado sólo haya odio, violencia, desidia ... Ese es el mejor homenaje que le podemos dar a Selena ... Es la mejor forma de tenerla siempre viva y presente aunque pasen la vida, la humanidad y el universo ... Es la mejor forma de retribuirle a Selena todo el Amor que dio sin esperar nada a cambio ... sólo esperando quizá que la recordaran con Amor...)

20 años sin ti, Selena ... 20 años de un mundo sin Amor, sin tu Amor...

Te quiere por siempre...

Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)