¿Qué creías? ¿Que como yo había muchas?

31 de octubre de 2014


Esperándote en concierto, Selena...


Me cuesta entender lo que estamos viviendo. Me cuesta comprender por qué estamos aquí ... Pero estamos ... Es asistir a un concierto, que no es un concierto ... Es ir a ver a Selena ... Pero no está Selena ... Es llenar un estadio sólo para asistir a un set de grabación de una película ... Una película que rememora un concierto en un estadio que no es el estadio en el que estamos ahora ... Es estar allí con un público que canta, grita y llora ... Es delirar ante la aparición de una artista que se viste como Selena, que luce como Selena, que se mueve como Selena, que se ríe como Selena, que seguramente seguirá el camino de Selena, pero que no será como Selena cuando le llegue el turno de la fama ... Todo es tan bizarro, todo es tan irreal, todo parece un sinsentido total ... Pero todo tiene un motivo ... Todo tiene una explicación ...Ninguno ha caído en la cuenta de lo que ha pasado ... Todavía no podemos asimilar la pérdida de Selena ... Creo que cuando salgamos de aquí y veamos el resultado en la película empezaremos a elaborar el duelo, empezaremos a entender que Selena se ha ido y que nunca más estará entre nosotros ... Nunca ... Nunca más ... Pero mientras ... Es curioso y paradógico ... Estamos asistiendo a la elaboración de una película y en definitiva lo que hemos vivido en este último año es de película, de película trágica, de película de terror ... Siento que todos estamos aquí para expresar todo lo que contuvimos en este tiempo, las ganas de poder revivir aquellos buenos tiempos, las ganas de ver a Selena aunque sea en ficción, las ganas de creer que nada de lo que ocurrió en este último maldito año fue cierto y que veremos a Selena con su brillo otra vez ... Creo que todos quisimos venir porque queríamos volver a creer ... Queríamos creer que un mundo era posible, que volveríamos a sentir que los sueños serían posibles y que nadie nos detendría para poder lograrlos ... Fue un año que quisiéramos desterrar de nuestras vidas ... Y hoy estamos despertando de una pesadilla ... Una pesadilla que empezó cuando todos nos enteramos de la trágica noticia ... Recuerdo estar en el trabajo cuando sonó el teléfono de mi oficina y escucho la voz de mi hija que me dice: “¡¡Me mataron a Selena!! ... ¡¡Me mataron a Selena!! ... ¡¡Dime que no es cierto, papi!! ... ¡¡Dime que tú la puedes salvar!!” ... Recuerdo salir del lugar ya convulsionado por la noticia sólo con el fin de abrazar a mi hija para consolarla, para consolarme yo también y para tener que confirmarle que en definitiva no era un superhéroe ... Sólo su padre, un simple hombre de carne y hueso que esperó a llorar cuando pudo abrazar a su pequeña hija y besar con fuerza a su esposa ... Todo lo que vivimos después fue la prolongación de esa pesadilla y de vivir todo como unos autómatas ... De vivir cada día por inercia y con nostalgia, con mucha nostalgia canalizada escuchando todos los días la música de Selena y aferrándonos con fuerza a cada cosa que tuviera relación con ella ... Aferrándonos como si quisiéramos que nada de aquello lindo que habíamos vivido se nos fuera nunca aun cuando cada día que pasaba sentíamos que Selena se nos iba como el agua entre las manos ... Cada tanto la “realidad” nos golpeaba con más fuerza, cuando aparecían nuevas “revelaciones” del caso y cuando aparecían personajes impresentables para explicarnos lo que supuestamente le había pasado a Selena ... o con lo que había hecho Selena en estos últimos tiempos ... con lo que supuestamente era en realidad Selena ... con lo que supuestamente era Selena tras bambalinas ... Personajes que nunca habíamos visto antes, que nunca los vimos en un concierto, ni en una entrevista, ni en un ningún evento relacionado con Selena y que de pronto pretendían mostrarnos que sabían más de Selena que nosotros ... que pretendían decirnos cómo era realmente y qué hacía con su vida ... Allí comencé a entender las consecuencias de vivir una vida sin el ejemplo, sin la alegría, sin la honestidad, sin el trabajo, sin la espontaneidad, sin la dedicación, sin la verdad de Selena ... La mayor expresión de aquello fue ver el espectáculo que dieron periodistas, abogados y los llamados “especialistas” en la cobertura del juicio a la asesina ... Después de ver un Houston maravillado por la actuación de Selena en el Astrodome en febrero, llenándolo por tercera vez consecutiva con récord de asistencia de público en todas las presentaciones, a ver aquel Houston plagado de aves de rapiña tratando de lograr notoriedad cubriendo el “caso Selena” y echando a rodar toda clase de rumores y especulaciones sobre la vida de Selena, era ver lo que realmente habíamos perdido, notar que habíamos vuelto a la “normalidad” con el mensaje de que para llegar a lo más alto hay que ser oportunista, artificial, mentiroso, corrupto, falso, hipócrita, deshonesto ... En aquel 26 de febrero de 1995 Houston se teñía del color púrpura de Selena ... En octubre de ese mismo año Houston era envuelto por el gris de la mediocridad de sus nuevos viejos protagonistas ... En febrero Selena era la figura excluyente ... En octubre la asesina era la protagonista ... En febrero todos los ojos estaban puestos en Selena ... En octubre los ojos estaban puestos en la asesina, en el juez, en los fiscales, en los periodistas estrella, en los “entendidos en la materia” ... El mundo había cambiado ... Y aquel mundo de Selena se iría alejando para siempre, pese a nuestra voluntad, pese a nuestros sueños, pese al Amor de Selena...

Sigo mirando sin comprender lo que está ante mis ojos, pero al lado mío encuentro la respuesta a lo que estoy viviendo ... Mi hija salta, grita, se golpea el pecho, canta a viva voz cada canción de Selena, saluda a Jennifer López, la actriz que entra a dar el concierto simulando el ingreso de Selena en aquel Astrodome ... Ella está feliz ... Necesita estar feliz ... Quiere superar tanto dolor ... Quiere seguir creyendo ... Quiere vivir aquello como si fuera real ... Quiere creer que Selena ha vuelto y que por fin hemos despertado de aquella pesadilla ... Yo también lo pienso, pero no lo entiendo como lo quiere entender mi hija ... Pero yo la comprendo ... Los chicos son muchas veces más sabios y más perceptivos que los adultos ... Yo no puedo evitar ver atónito ese escenario de un concierto de Selena sin Selena, con un Pete Astudillo que ya no forma parte de la banda ni ya era parte en el momento de la fiesta en el Astrodome, con una Suzette que no había participado allí y que está aquí, con la ausencia de Freddie Correa, que parece habérselo tragado la tierra luego de la partida de Selena, con artistas que simulan ser los otros integrantes de la banda, y a su vez verme aquí sin poder parar de llorar junto con mi esposa, y a mi hija toda exultante ... Queremos creer, creer que aún todo es posible, que nada ha pasado y que estamos presente allí, contentos, ilusionados, creyendo que el sueño americano aún es posible, y que con Amor, trabajo, constancia y el esfuerzo de todos los días llegaremos a la meta y a la cima, como lo había logrado Selena ... En los ojos, en la voz, en los gritos y en la arenga de mi hija puedo entender que hoy no tiene sentido atenerse a la realidad, a esa densa realidad ... Hoy hay que reencontrarse con Selena, hay que exteriorizar aquello que habíamos contenido por un largo año, hay que estar todos juntos hermanados por la misma causa, unidos por Selena, unidos por ese Amor que nos ha dado en los últimos años ... Tenía sentido la convocatoria del director de la película ... Supongo que él debe saber muy bien lo que significa Selena para todos nosotros ... Él nos convocó porque quería que nosotros, los verdaderos admiradores de Selena, fuéramos a demostrar nuestro cariño ... Nos convocó como si fuéramos a ver un concierto de Selena ... Él utilizó actores para muchos protagonistas de la historia de Selena ... Podría haber apelado a artistas y a extras para hacer nuestro papel, el papel de los otros grandes protagonistas de la historia de Selena ... Pero él quiso que fuéramos nosotros, tal vez porque quiere que en esa película se vea la comunión de Amor que había entre Selena y el público ... Y para eso ... para eso tenía que vernos a nosotros y filmarnos ... Ahora que veo lo que está pasando ... ahora que veo lo que nos está pasando, comprendo el sentido de su convocatoria, el hecho de decirnos que fuéramos al Alabodome de San Antonio a asistir a un eventual concierto de Selena, y que fuéramos como si eso fuera cierto y que nos expresáramos como tal ... Aunque no fuéramos a ver a Selena, no fuéramos al Astrodome, ni fuéramos a volver a vivir el último concierto de Selena ... No importaba ... Sólo importaba el motivo de la convocatoria para que todos fuéramos allí ... Y aquí estamos nosotros ... Reviviendo aquello ... Rememorando aquello ... Expresando nuestra alegría y nuestra tristeza ... Pudiendo expresar aquello que no pudimos hacer en todo este tiempo ... haciendo lo que sí hicieron los que iban a ver a Selena el 1 de abril en Los Ángeles ... y sólo pudieron asistir a una misa improvisada en el medio del dolor y la consternación...

Puedo ver al padre de Selena y siento una gran conmiseración por él y su familia ... No sé cómo puede seguir andando de aquí para allá enrentando tanto dolor. No sé cómo puede estar al frente como productor de esta película ... Pero sabiendo cómo son los Quintanilla, y sobre todo cómo ha sido Selena, imagino que prefiere seguir adelante y no quedarse llorando en su casa consumiéndose por el dolor ... No se lo permitiría ... Como no se lo permitió Selena en sus etapas de niña y adolescente, cuando todo era incertidumbre, cuando parecía que perdían todo, cuando parecía que nunca habría un mañana ... Tampoco sé de dónde ha sacado fuerzas para sostener a su familia, y para enrentar tantas mentiras que se dijeron de él y de Selena ... Yo también me siento culpable. Con todo lo que se empezó a decir de ellos para explicar su muerte, yo también me permití dudar de ellos y pensar si por allí el padre de Selena tuvo responsabilidad en todo eso. Es que cuando se empieza a salir del dolor comienza a buscarse responsables y culpables. Pronto del dolor se pasa a la furia. Pronto se pasa al señalamiento de los que provocaron el triste e inaudito hecho ... Tristeza, dolor, desconcierto, enojo, llanto ... Esas son las sensaciones que tuvimos todos ... Y cuando los medios sensacionalistas buscaron “algo más” para seguir ganando rating con Selena, apelaron a cualquier cosa, a cualquier declaración, a cualquier acusación. Y allí valía lo mismo lo que dijera el padre de Selena, la asesina de Selena, el hermano de Selena, el “famoso” doctor Martínez, el esposo de Selena o cualquier machista que manifestara su “Amor” a Selena sin respetar que ella era casada y amaba a Chris ... Todo valía ... Y todos por un instante caímos en la confusión ... Y llevados por los medios, llevados de la nada, nos preguntamos de pronto si Selena era realmente feliz, si el padre de Selena no se valía de su fama, si Selena quería largar todo y marcharse a otro lugar ... Y empezamos a mirar torcido a los Quintanilla y a pensar si por allí ellos eran los verdaderos responsables de lo que había sucedido ... Pero para llegar a eso dejamos de escuchar a Selena, dejamos de escuchar a los Quintanilla, dejamos de escuchar a los que verdaderamente la querían, dejamos de escucharnos a nosotros mismos ... Y empezamos a escuchar a gente que no la conocía, que no la quería y que quería servirse de ella ... Llegamos a escuchar a la asesina, a ese adefesio que le quitó todos los sueños, toda la vida, toda la energía de Selena y a atender sus “explicaciones” sin siquiera meditar que esa persona nunca diría la verdad, nunca confesaría sus intenciones, nunca manifestaría estar arrepentida de lo que sucedió y que estaba muy feliz de haber hecho lo que hizo ... Si prometió suicidarse y no lo hizo, ¿por qué habríamos de creer que ahora diría la verdad? Sí, lo sé ... Entramos en la confusión porque en nuestra obsesión por encontrar una explicación a lo inexplicable echamos mano a cuanta declaración había por allí, a cuanta persona dijera algo sobre Selena para buscar en ello algo que nos aliviara nuestras almas ... Pero nada de eso ocurrirá ... Nunca ... Jamás ... Hoy sabemos que sólo el tiempo sanará nuestras heridas, pero también nos alejará de Selena ... inexorablemente, irremediablemente ... Muchas veces vi al Señor Quintanilla sostener con vehemencia una discusión en un programa de televisión mientras se le escapaban varias lágrimas por debajo de sus infaltables anteojos ... Muchas veces vi a A.B. tratando de mantener la calma mientras por dentro sentía ganas de desatar toda su furia ... Muchas veces vi a Chris con la mirada perdida sabiendo que iba a tener que convivir con la pérdida de Selena durante toda su vida ... Muchas veces vi a Suzette tratando de buscar su lugar en este mundo desde ese nefasto día ... Y muchas veces no vi a la madre de Selena y me podía imaginar por qué ... Allí estaba la explicación y lo estoy viendo ahora ... Todo es muy simple, mucho más sencillo de lo que nos imaginamos ... Por las características de la tragedia por mucho tiempo pensamos que había varias razones ocultas que al descubrirlas nos daría la respuesta a todas las preguntas del por qué le sucedió esto a Selena ... Pero no es así ... Así como al ver a la asesina me di cuenta de que era una psicópata que creyó ser la dueña de Selena y de toda su familia, y que cuando vio que estaba fuera de todo, decidió eliminarla, como si les estuviera diciendo a todos “si no gano yo, no gana nadie”, entendí que el asesinato sólo tuvo ese motivo. Una demente que se jugó al todo o nada y que cuando no pudo con todo decidió que nadie lograría nada ... Así de simple ... Así de triste ... Se podrán decir muchas cosas de aquí en más. Se escribirán muchos libros tratando de explicar esta locura. Esta película dirá también lo suyo. Pero cada uno explicará algunas cosas y otras no. Cada uno dirá su punto de vista ... Pero la verdad sólo la saben Selena y su asesina. Y Selena ya no está para podernos decir lo que pasó, su punto de vista sobre la tragedia de la que fue la única víctima ... Curioso ... Selena es la única protagonista de su historia, pero la única que no nos puede hablar ... Selena, su familia y nosotros en definitiva hemos sido las verdaderas víctimas de este acto abominable ... Ahora lo puedo entender ... Ahora puedo comprender el por qué de este espectáculo...

Miro a mi hija y le sonrío ... Ella salta hacia mí y me dice “Te quiero mucho, papi. ¡¡Gracias por haberme traído hasta aquí!! ¡¡Gracias por haberme hecho conocer a Selena!!”. Yo sólo la abrazo y me quedo un largo tiempo así llorando. Pensé en lo que había pasado un año atrás y en lo que mi hija me había dicho. Sentí que ella también recordaba aquello ... Yo no puedo recordar que mi hija conociera a Selena por mí ... Pero sé por qué lo dijo. Sabe que soy su padre, sólo su padre. Y que no pude hacer nada por aliviar nuestro dolor ... pero que la quiero mucho y que haré lo que sea por ella ... Que no supe qué decir ante su dolor pero que siempre estuve con ella ... Y mi hija lo sabe ... Ella se suelta y me dice: “¡¡Vamos, canta conmigo!! ¡¡Baila conmigo nuestra canción preferida!!”. Yo no dudo y me pongo a cantar a viva voz y a bailar el tema “Bidi bidi bom bom”, su canción predilecta y de todas las niñas de su edad ... Por un instante me olvido de todo y me aferro a esa felicidad, a ese pedacito de felicidad en el medio de tanta tristeza ... Eso nos mantiene fuertes a pesar de todo ... En el medio del canto mis ojos se posan en esa mujer que parece ser la personificación de Selena y no puedo evitar decirme: “Es tan parecida a Selena, pero nunca será como ella. Hasta me atrevería a decir que si llega a ser famosa con esta película será tan distinta a Selena ... Tan distinta ... aunque hoy parezca ser su hermana gemela”. Pero no quiero pensar más en eso ... Sólo quiero gozar. Sólo quiero irme del lugar con una sonrisa ... Sólo quiero creer que aún Selena está entre nosotros ... Sólo quiero creer que un mañana es posible, que el camino que transitó Selena aún puede seguirse, que su ejemplo nunca se olvidará ... hasta mañana ... hasta el día que volvamos a la “normalidad” y tengamos que asumir otro día más sin Selena, un mundo sin su magia, un mundo sin su Amor...

(Es muy difícil asimilar una pérdida, sobre todo si esa pérdida significa el fin de nuestros sueños, de nuestra esperanza, de nuestro modo de vivir la vida y de llegar a concretar nuestros propósitos del modo más honesto ... Es muy difícil seguir la vida como si nada hubiera pasado siendo que aquella persona que personificó nuestros sueños, nuestras vidas, nuestra esperanza se fue de este mundo del peor modo, como si con ese acto nefasto alguien nos dijera que dejáramos su camino y nos señalara que el sueño de Selena no debía intentarse cumplir porque era inútil ... Pero por Amor a Selena debemos seguir, debemos creer, debemos crear ese mundo de Selena, aunque sea sin Selena, para poder ser felices cumpliendo sus nobles fines y para jamás olvidarnos de ese ser que nos dio toda la felicidad ... toda la felicidad que pudo dar...)

Selena: yo siempre estaré aquí para que tú puedas ser feliz...

Te quiere mucho...

Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)