Me marcho hoy...

31 de marzo de 2013



18 años sin ti, Selena...


No sé si tengo mucho para decir, Selena ... Es que creo que ya no tengo más palabras. No es fácil explicar tu ausencia. Menos el nefasto 31 de marzo de 1995 ... No es fácil entender qué malo puede ser este mundo para dejarnos sin ti, sin alegría, sin esperanza, sin porvenir. Este mundo necesitaba de ti, Selena ... Otro sería el mundo con tu presencia. Yo aún no puedo entender lo que ha pasado ... Creo que nadie lo podrá entender jamás ... No es que sólo te has ido tú ... Se han ido tu Amor, tu ejemplo, tus ganas de vivir, tus ganas de hacer, tus ganas de dar, tus deseos de Amar y de ser amada ... No es fácil explicar tu ausencia ... Menos el modo ... Me gustaría preguntarle a Dios si tú te merecías esto, si tú tenías que recibir tanto dolor en un segundo luego de años y años de trabajo, de dedicación y de esfuerzo ... Creo que la gente debe haber entendido lo mismo y por ello se refugió en un dolor que aún perdura ... No es fácil explicar tu ausencia, Selena ... No es fácil aceptarlo ... Me gustaría que hoy estuvieras aquí no sólo como la mejor cantante y artista de la historia sino como una mujer feliz con su casa, con su esposo, con sus hijos ... Me gustaría verte gozar del fruto de todo el Amor que supiste dar ... Pero el destino te puso una trampa que jamás pensaste que podía suceder ... Ni nadie lo sospechó ... Y cuando supimos lo que había pasado, comenzamos a dar cuenta de que desde allí en más debíamos ser lo contrario de lo que nos dejaste como Legado ... Debíamos ser cautelosos, menos francos, menos sinceros, más cerrados, más falsos, mirar bien antes de brindarnos, ser menos amorosos y más especulativos ... Eso nos dejó el destino ... Tu ausencia y la presencia de esa psicópata que te sigue disparando con cada declaración ... Es como si alguna mano perversa nos quitara el juguete más preciado de niños y encima nos castigara mandándonos a la cama sin cenar ... El mundo nos quitó a ti, Selena, y dejó a la asesina con nosotros ... Nos quitó tu Amor y nos dejó el odio, el rencor, la posesividad, la intolerancia ... El mundo nos quitó la alegría y el valor del trabajo, de la perseverancia, de la honestidad, de la justicia y de la verdad. Y nos dejó como ejemplo la cursilería, la falsedad, la maldad, el egoísmo, el chusmerío, las acusaciones vulgares como sus más grandes legados ... ¿Te das cuenta ahora Selena por qué no entendemos tu partida? ¿Te das cuenta por qué la gente aún te llora, aún te extraña, aún te espera? Contigo se fue una esperanza, un modo de llegar a triunfar en la vida con los valores más nobles. Esa gente nunca se recuperará de tu ausencia. Ellos también recibieron el disparo traicionero por la espalda. Ellos también murieron un poco ... Contigo perdimos toda posibilidad de ser felices en plenitud. Sólo podríamos ser enteramente felices si tú estuvieras entre nosotros. El que ha sabido conocerte y apreciarte no puede dejar pasar un día sin pensar en ti, en soñar con que algún día volverás o que alguien le concederá ese preciado premio de volver el tiempo atrás para salvarte de tu cruel destino ... El que te quiere, el que te aprecia, el que te ama de verdad no dudaría en cambiar su vida para que vivas la tuya. Tú, Selena, eras la que más se merecía vivir. Tú te habías ganado la felicidad por derecho propio. Tuviste que sacrificar muchas cosas, tuviste que renunciar a una infancia, a una adolescencia, a una juventud “normal”. Tú no habías soñado con ser una cantante, pero jamás renunciaste al desafío de tener que hacerlo, máxime si con ello hacías feliz a tu padre. Para ti no había desafío al que no pudieras enfrentar. Tampoco te negarías a hacer algo si con ello hacías feliz a tus semejantes. Tuviste un espíritu altruista que casi nadie tiene. Siempre soñaste con ser diseñadora, pero aprendiste a ser paciente. Sabías que si lograbas triunfar con el sueño de tu padre alcanzarías a lograr el tuyo. Sabías que si conquistabas el corazón de cada uno de los que te iban a ver, serías amada y considerada. Diste sin esperar, te brindaste para que los demás fueran felices. Y en el interior de tu más profundo ser sabías que cosecharías todo lo que habías sembrado con el tiempo y luego de tantos sacrificios. Era cuestión de esperar. Tarde o temprano la vida te sonreiría y el mundo se arrodillaría a tus pies...
Pero ya sabes, Selena. La vida es cruel y absurda. La vida puede darnos signos y muecas de las más absurdas ironías. La vida puede sernos muy despiadada. Puede darnos el peor de los castigos aunque nosotros nos merezcamos lo contrario. Y el mundo que estaba poniéndose a los pies de ti chocó contra un destino que fue muy duro contigo, Selena. Aunque igualmente doloroso, las cosas hubiesen sido bien distintas si aún estabas lejos de avizorar un triunfo ... También si hubieses logrado todo y tenido tiempo de disfrutarlo ... Pero el destino fue más lejos contigo, Selena. Como si éste fuera tan psicópata como la asesina, te hizo espiar el éxito, ver no sólo en lo que te estabas convirtiendo sino en todo lo que te estaba por suceder. El destino te hizo ver que aquello que parecía tan lejano estaba más cerca que nunca. El destino te dio la oportunidad de que comenzaras a forjar tu pasión por el diseño y abrieras tus primeras sucursales de “Selena Etc.”. El destino te dio la oportunidad de soñar con el disco en inglés y con triunfar mundialmente, y para eso te dio tiempo para que grabaras tus primeras canciones. El destino te hizo pensar en que era tiempo de comprar una gran casa para ir pensando en agrandar la familia. El destino te permitió espiar como lo hace un niño cuando se alza puntas de pie para mirar por la ventana y ver lo hermoso que hay del otro lado ... Eso te dejó hacer el destino ... Luego que te permitió gozar de tus primeros éxitos, de tus primeros frutos de tanto talento, tanto trabajo y tanto esfuerzo, y de soñar y planificar tu porvenir, te quitó todo sin explicación, te traicionó como la asesina, te dio un final tan impropio de tu Amor, de tu ternura, de tu bondad, de tu dedicación ... Aún no entiendo por qué el destino te jugó tan mala pasada, Selena. Supongo que ni tuviste tiempo de preguntártelo, mas estoy seguro que te habrás ido preguntándote cómo te pudo pasar eso, por qué a ti, qué sería de de ti, de tu esposo, de tu familia, de tus fans que te querían tanto. Quiero creer que cerraste los ojos pensando que pronto despertarías de tus recurrentes pesadillas y que pronto, muy pronto el mundo sería tuyo, que el mundo estaría pleno de tu Amor...
Me gustaría pensar que algún día vas a despertar de ese horrible sueño y pronto, muy pronto volveremos a ser felices, y que estos 18 años fueron una pesadilla, un mal sueño del que pronto tendremos un dulce despertar...
Te quiero, Selena. Te quiero mucho. Espero que vuelvas para poder decírtelo personalmente y estar contento al verte tan feliz...
Te recuerda con Amor....
Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)

Un día para reflexionar, Selena...


Parece que de nada ha servido lo que has hecho, Selena ... De nada ... Sí, lo sé ... Todos te tributan ... Todos te recuerdan ... Todos te homenajean ... ¿Pero quién sigue tu ejemplo? ¿Quién está dispuesto a seguir tu camino? “Sí, ella era una chica muy buena, pero tal vez algo ingenua. Por eso le pasó lo que le pasó”, dicen muchos, algunos de ellos admiradores de ti. ¿Qué se nos quiere decir entonces? Algo lamentablemente muy cierto ... El mundo no es para los buenos, para los justos, para los trabajadores, para los sinceros, para los que brindan su corazón en cada acto de sus vidas ... No ... El mundo es para los “vivos”, para los que triunfan a cualquier precio, para los que hacen lo que les parezca dañando al prójimo, para los falsos, para los que sostienen doble discurso, para los que traicionan. “El fin justifica los medios” se suele decir. Y tras esa “revelación”, cualquier cosa es válida. Hoy da lo mismo hacer un homenaje a Selena como entrevistar a la asesina, pues en ambos casos da “rating”. ¿Y la moral? ¿Y los parámetros de rectitud que siguen nuestras vidas? ¿Y las actitudes de los que dicen creer en Dios pero que no siguen sus mandamientos? ... No, Selena. Parece que de nada ha servido lo que has hecho. “Haz lo que digo pero no lo que hago”, es otro de los dichos famosos en los que se justifican muchos para sostener las más lastimosas de sus actitudes. Y así nos va, y así sigue este mundo sin Amor, sin tu Amor, Selena.
Sé lo difícil que es seguir tu ejemplo, Selena. Tú sabes lo que es ir por la vida con la verdad, siendo honesto y transparente. Te revelas ante un mundo que es totalmente contrario a ti exponiendo tus virtudes y también tus defectos. Y no es que todo el mundo es malo, falso, injusto. Pero la mayoría que es como tú vive sojuzgada por el mandato de “los otros”. Porque el mundo es para el que gana a cualquier precio y ése es el que pone los parámetros a seguir, las condiciones, el modo en el que debemos llegar para “triunfar en la vida”. ¿Y qué es lo que se nos dice cotidianamente?: “Destruye a tu prójimo, sé individualista, piensa sólo en ti, sé obsecuente con el que esté encima de ti, gánate a tus semejantes hablándoles con su mismo idioma pero traiciónalos diciéndoles a los poderosos lo que piensan”. Es así, Selena ... Lo vemos cotidianamente. Los que calumnian, los que difaman, los que esconden su verdadera personalidad, los que muestran una figura diáfana ante los demás diciéndoles los que “quieren escuchar” para después hacer lo contrario, los que proponen alianzas y pactos oscuros para lograr hasta lo más insignificante en nuestra labor cotidiana son los que mejor la pasan. Y en cuanto notan que hay un diferente, alguien que no sigue sus parámetros, alguien que se maneja con la verdad y con la justicia, a ése lo señalan y mandan  a sus “aliados y súbditos” a atacar. Tú lo sabes, Selena ... Lo sabes bien ... Tal vez la fama que supiste conseguir te permitió mantener tu imagen de siempre, pero sabes que te duró poco, muy poco, y que el destino y este mundo cruel te asestaron el peor de los castigos ... Tú sabes lo difícil que es ir con la verdad en la vida, Selena ... Y peor aún, lo difícil que es ir en la vida con una actitud independiente, personal, propia, y sostenerla contra viento y marea. Sabes Selena que a la corta o a la larga te dejan solo peleando contra todo, y si te tienen alguna conmiseración dirán que fuiste un soñador, un idealista, un ingenuo. Sabes, Selena, que a ti también te dejaron sola en el medio de la fama cuando tú quisiste emprender tu carrera de diseñadora. Tú sabes que te dejaron sola aquel nefasto 31 de marzo. Selena: tú sabes lo que es estar sola, no por la soledad misma, sino la soledad por el aislamiento de todo un mundo que no quiere que expongas con tu ejemplo su propia inoperancia...
Selena. A veces pienso que cuando te recuerdo quiero rescatar aquel ideal que tú dejaste y que lo intentaste plasmar en los hechos. Sé que cuando uno escribe sobre alguien desde un punto de vista muy personal también está hablando de sí mismo. Y me siento tan identificado a ti que no puedo evitar poner tu figura como un ejemplo a seguir y no sólo como una artista a quien se admira mucho. Porque admirar, admiramos todos. Porque escuchar, escuchamos todos. Porque hablar bien de la artista, hablamos todos. La diferencia se marca cuando hablamos de la persona, con sus virtudes y con sus defectos, con sus fortalezas y con sus debilidades, y la exaltamos y tomamos como ejemplo a seguir. Y allí quedamos pocas, muy pocas personas para transitar ese difícil camino ... Si supieras, Selena, qué difícil es, cuán difícil es sostener ese principio cuando tienes a la mayoría en contra, cuando sabes que con tu actitud los pones en evidencia. Y más aun cuando sostienes tu postura a pesar de todo eso, a pesar de los tremendos obstáculos que te ponen en el camino. Vives poniendo tu sonrisa, tu mejor onda y predisposición en el medio de un mundo que te sostiene la sonrisa y luego habla pestes por detrás. Varias veces me pregunté si valía la pena seguir ese camino, si era mejor patear el tablero y ya. Pues tú sabes, Selena, cómo te provocan, cómo te buscan, cómo quieren que rompas ese equilibrio que tanto les molesta ... Más de una vez lo pensé, pero me resisto a ceder ... Por ti, Selena ... Por ti ... Abandonar es claudicar. Abandonar es darle la razón a esos execrables que tanto daño hacen diariamente, esas mismas personas nefastas que te hicieron tanto mal ... Pero más de una vez me dije: “Tengo que aceptar que esa gente existe y que persistirá en su camino. Tengo que aceptar que me molesta, que me enoja, que me perturba. Porque si lo acepto sabré que podré seguir mi camino sin estar pendiente de lo que hacen y de lo que harán. Si eso logro, entonces serán ellos quienes tendrán que aceptar mi presencia tarde o temprano. Y que a su odio contestaré con Amor, que a sus chismes contestaré con silencio, que a sus comentarios maliciosos sobre los demás contestaré con una sonrisa, que a sus calumnias contestaré con la verdad, que a sus caras de enojo contestaré con mi mejor predisposición. Es así la vida, Selena ... Tal vez eso es lo único que te pueda reprochar ... Tal vez pensaste que con Amor, verdad y rectitud alcanzaba para superar los peores obstáculos en la vida ... Y lamentablemente no es así ... Ojalá fuera así, pero no lo es ... Hay que enfrentar a lo malo y, sobre todo, reconocerlo, aceptar su existencia, y no pensar que se lo puede cambiar. Porque el cambio está en uno para cambiar a los demás. Y saber que esa gente puede ser capaz de hacer cualquier cosa ... Eso fue lo que te faltó. Selena. Si lo hubieses advertido, te hubieses salvado sin perder por ello tu esencia ... Y hoy el mundo sería otro ... De eso yo no tengo ninguna duda...
Sabes muy bien, Selena, que la gente no sólo te admiraba como artista. Todos te admiraban como persona. Pero tú no eras cualquier persona. Tú eras distinta, diferente. Tú eras espontánea, real, sincera. Tú eras la misma tanto en el escenario como fuera de él. Porque ante las cámaras podemos hacernos los buenos y carismáticos, pero fuera de ellas ser unos miserables que sólo queremos la fama y el dinero. Y el público no es tonto. El pueblo no es tonto. Puede seguir el juego, pero sabe cuándo se lo engaña y cuándo no, sabe cuándo se le habla con sinceridad y cuándo no, sabe cuándo un artista les habla con el corazón y cuándo no ... Esa gente se vio identificada contigo porque deseaba ser reconocida, considerada, tenida en cuenta ... Y sobre todo esa gente necesitaba sentirse amada ... Como tú, Selena, como tú ... Tú les mostraste que eras como ellos, que sentías como ellos, que no les mentías, que les hablabas y les cantabas con el corazón ... Y la gente lo entendió y sintió así ... Por eso te querían tanto ... En ti vieron una luz de esperanza.  Que un mundo era posible. Que con Amor, dedicación, honestidad y trabajo todo se podía... Quizá vieron en ti que lograrían el éxito desde sus humildes lugares, con cada cosa que hicieran por más que fuera pequeña. Si tú les mostrabas que tal cual eras podías lograrlo, ¿por qué no ellos? Tú les diste ese impulso que les faltaba, esas ganas, ese porvenir, esa luz de esperanza ... Hasta que sucedió lo que sucedió ... Muchos en aquel nefasto 31 de marzo, y en los meses y años que transcurrieron después, se preguntaron por qué había tanta gente desconsolada en las calles llorándote y buscando una explicación ... Y se lo preguntaban periodistas que sabían de tu existencia, que te habían entrevistado y que te admiraban ... Pero ni ellos podían explicar no sólo la magnitud del dolor sino el porqué de tanta tristeza ... Tampoco se podían explicar cómo de pronto había una comunidad que te lloraba como si fuera el asesinato de Kennedy y cómo otra que no sabía de tu existencia pero que al enterarse de lo ocurrido y de su repercusión quiso saber quién eras y qué habías hecho para generar tanta admiración pero también tanta tristeza ... A veces hay cosas que no se explican ... Se sienten ... Se perciben ... Se huelen ... y lo que la gente sintió es que se había perdido algo más que tú ... Se perdió tu canto ... Se perdió tu andar por el escenario ... Se perdió tu alegría ... Se perdió tu esperanza ... Se perdieron tus ganas ... Se perdió un ejemplo honesto de llegar a ser alguien en la vida ... Se perdió tal vez el único camino que tenían ellos para cumplir genuina y honestamente su sueño, el famoso “sueño americano”. Si a ti, que eras una estrella reconocida te pasaba semejante afrenta, ¿qué les esperaba a ellos, que cifraban sus esperanzas en ti? ¿Quién iba a convencerlos ahora de que todo era posible, de que todo se podía realizar, de que no había que renunciar nunca a los sueños, de que sólo dependía de uno para lograrlo? La gente no es tonta, la humanidad no es tonta ... Todos percibimos cuando todo está perdido. Todos sabemos el momento en el que nos llega la hora de partir ... Y la gente te lloró como a nadie pues sabía que nada volvería a ser lo mismo, que sin ti tu ejemplo todo era una quimera, que la desesperanza se demostraba con tu absurdo final ... Y cada uno se refugió en sus casas y se aferró a tus cosas como se aferra a una estampita ... La esperanza pasó a ser algo lejano que estaba ligada a tu ausencia. Aferrarse a tus discos, a tus fotos, a tus cosas era aferrarse a una esperanza que ya no estaba corporizada, que no tenía guía ni orientación. Más de uno besó tus fotos como si fuera algo sagrado abrigando un deseo de que algún día las cosas volverían a ser como cuando estabas tú ... abrigando el deseo de que tú volverías algún día para decirnos que todo fue una gran mentira, un mal chiste del destino, una burla de la vida ... Pero todos sabían de que ya nada volvería a ser como entonces. Y que los artistas que siguieran tras de ti te invocarían pero que no seguirían tu ejemplo, acaso porque dieron cuenta de que si tú que habías hecho este camino tuviste este final, ello no se arriesgarían a transitar el mismo rumbo, aunque le hicieran los ajustes necesarios para no caer en el mismo error ... No, Selena ... Tu partida y sobre todo la forma en la que te fuiste a muchos les dio la certeza de que era mejor adaptarse a las circunstancias, de que era mejor aparentar ser buena, aparentar ser honesta, aparentar ser desprendida, aparentar ser atenta con el público, aparentar ser carismática ... Aparentar ... No ser ... Ser una cosa ante las cámaras y la verdadera personalidad dejarla bien guardada en casa ... Tal vez muchos artistas pensaron que no había que mostrarse tal cual eran, que ése terminó siendo un grave error de tu parte ... Abrirse tanto ante el público y ante todos los que te rodeaban, que todo el mundo supiera exactamente cómo eras, cómo pensabas, cómo vivías la vida terminaba siendo contraproducente ... ¿Y si a ellos también se le aparecía en la vida una persona como la asesina? ¿Se darían cuenta si siguieran tu ejemplo? ¿Tendrían tanto Amor como tú para superarlo? No, Selena ... Tu partida trajo más malas consecuencias de las que te hubieras imaginado ... Ya de por sí nadie era como tú, pero si alguien se asemejaba a ti no iba a tratar de seguir tu camino, porque las consecuencias podían ser nefastas. Muchos artistas dieron cuenta lamentable y erróneamente de que para llegar a ser alguien en la vida y trascender no había que ser como tú. Que muy lindo lo tuyo, que muy idealista, que muy bueno para un mundo de ensueños ... Pero para este mundo, para este mundo cruel, real y pragmático, seguir tu camino era posible pero no siguiendo tu ejemplo. Invocarlo sí, pero no seguirlo. Que hacerlo sería un acto de ingenuidad fatal ... Y así se dieron las cosas. Muchas artistas te invocaron como la mejor pero a la hora de triunfar fueron “a lo seguro, a lo que no podía fallar, a lo previsible”. Tú iniciaste y marcaste el inicio del camino pero fueron otras artistas que terminaron tu camino yendo por otros rumbos y capitalizaron el éxito, un éxito que hubiese sido muy distinto si lo hubiese comandado tú ... Un éxito que hubiese significado que estábamos ante otro mundo y ante otra humanidad ... Porque no creo que estando tú en lo más alto estarían alabándote sólo porque tenías un buen cuerpo, siendo noticia porque tenías un nuevo Amor, o estando en las primeras planas por escándalos o chismes inventados. Ése no era tu estilo, Selena, y si se daban estas cosas tú nunca lo hubieses aprobado ni permitido. No, Selena, viendo quiénes son los que tienen éxito ahora y el modo en el que lo logran, veo que éste no es un mundo que estaba preparado para ti. Éste es un mundo que no está a la altura de lo que eras tú como artista y como persona ... Una mujer que es buena, honesta, responsable, que sólo tiene un Amor y que no busca ni quiere escándalos para progresar en la vida parece no ser muy apetecible para un mundi que sólo quiere nutrirse de los ideales más bajos y perversos ... No, Selena ... Tú eras demasiado buena para este mundo que no parece tener rumbo...
Hoy es Viernes Santo, Selena ... Y más allá de nuestras creencias, siempre que llegamos a estos días solemos reflexionar sobre muchas cosas ... Y encima este Viernes Santo cae muy cerca de aquel nefasto 31 de marzo ... De hecho ese día coincide con el Domingo de Resurrección ... Tal vez sería bueno que todos nosotros aprovechemos estos días para pensar qué camino seguir, qué queremos hacer de nuestras vidas, qué queremos reafirmar y corregir, qué deseamos en el futuro, en qué queremos confiar, cuál es nuestra vida, cuál nuestro camino. Hace muchos años Martin Scorsese había sacado a la luz un film bastante polémico, “La última tentación de Cristo”. En él ponía a Cristo engañando por el Diablo para que dejara esa Cruz que lo tenía atado a una segura muerte, y que siguiera su vida sin pensar en que él debía sacrificarse para salvar a los demás. Cristo acepta pues no entiende por qué tenía que ser Él quien debía dar su vida al servicio de los demás. A partir de esa decisión Cristo transita su vida como cualquier otro, se casa, tiene hijos, pero luego se da cuenta de que ha cometido una insensatez, que le ha fallado a Dios, que se siente un miserable, un mal hijo ... Por eso le pide a Dios perdón, y que vuelva el tiempo atrás y lo ponga en esa cruz. Que ése era su lugar, que Él era el elegido, que estando Él allí la humanidad tendría un camino, una esperanza y se salvaría ... Finalmente, Dios le concede el deseo y lo regresa a la Cruz y al sufrimiento que lo llevaría a la muerte. Cuando Cristo da cuenta de ello, sonríe y espera con alegría sin dejar de sufrir el desenlace de todo. Ahora sí se sentía tranquilo y feliz ... Ahora estaba con la conciencia tranquila ... Y el mundo estaría salvado con un camino y un ejemplo a seguir ... Me gustaría que en esta Semana Santa y a punto de cumplirse 18 años sin ti, Selena, todos reafirmáramos nuestro Amor, nuestro recuerdo y nuestro tributo siguiendo tu ejemplo de vida a pesar de las consecuencias, a pesar de nuestra suerte. Me gustaría que todos te recordáramos no sólo por lo gran artista que eras sino por lo linda persona que demostraste ser ... Yo no quiero que cada vez que llegue el 31 de marzo o el 16 de abril sólo pensemos en recordarte por tus canciones. Eso sin rescatarte por lo que has hecho es un recuerdo vacío y sin sentido. No alcanza con decir que te llevamos en el corazón, Selena ... No, eso no alcanza. A esas frases le tenemos que dar contenido, sentido, significado ... Si queremos llevarte en el corazón todos los días, Selena, tenemos que ser como tú, seguir tu camino, seguir tus ideales, seguir tu convicción, aunque eso nos traiga más de un disgusto, broncas, injusticias y sufrimientos. Lo peor que nos ha pasado en los últimos años, Selena, es que se ha instalado la idea de que el mundo es sólo para los ganadores, para los “vivos”, para los que logran todo a cualquier precio, de cualquier modo. Y claro, con ese concepto, tú quedas como que has perdido, que no lo has logrado, que eras buena pero no llegaste ... Y como no lo lograste, no eres un buen ejemplo a seguir. Tanto se instaló esa idea que incluso muchos cuando te recuerdan y tributan se esfuerzan en querer demostrar que lo has logrado todo, que nada ha pasado, que todas tus metas se han cumplido. Entiendo ese afán de querer ver las cosas de ese modo, pero con eso no alcanza para apreciar la dimensión de lo que has logrado, Selena, y también de lo que se ha perdido con tu absurdo e increíble final. Para recordarte, Selena, hay que admitir lo que te ha pasado. Para recordarte hay que saber que tenías 23, casi 24 años, y que tenías un largo recorrido para seguir. Para recordarte hay que preguntarse qué camino hubieras transitado en estos últimos 18 años, y qué serías tú hoy y cómo marcharía este mundo contigo. Y, sobre todo, para recordarte como se debe hay que ser como tú, aun cuando uno recuerde cada día que hubo un 31 de marzo que ha hecho trizas todo lo que construiste con tanto Amor, trabajo, esfuerzo y dedicación en todos estos años. Ser como tú es la mejor forma de tributarte aunque muchos te recuerden lo que ha pasado contigo, aunque muchos te pasen factura por ser una persona que va la frente en la vida con la verdad y con honestidad. Sé que es difícil seguir ese camino, Selena, sobre todo si no estás tú. Pero como en la película de Scorsese hay que sacrificarse por un ideal, por un camino, a pesar de que se nos tiente para hacer lo contrario o para desistir de nuestras metas por resignación. Siempre será más fácil seguir el camino de la comodidad y del éxito fácil sin ser uno mismo. Pero uno si está convencido de lo que quiere y de lo que lo representa, no puede dudar. Yo también quiero seguir ese camino que eligió Cristo en la película, que no fue distinto de lo que hizo en la vida real. Y si lo quiero hacer es por ti, Selena, por ti. Porque tú no tuviste la oportunidad de elegir tu propia vida, tu propio camino, tu propio final. Hubo alguien que te lo impidió, una persona de las tantas que se nos cruzan por el camino para quitarnos nuestros más genuinos sueños y proyectos. Por eso mismo y porque para mí tú, Selena, eres el ser más maravilloso que ha dado este mundo, es que seguiré tu camino como el mejor modo de tributarte. Sólo así podré ir por la vida con una sonrisa. Sólo así podré superar todos los obstáculos que me depara la vida. Y aunque no los supere, como te ha pasado a ti, Selena, no importa. Siempre podré llegar a mi cama cada noche con la conciencia tranquila de haber hecho lo mejor por y para ti. La mejor forma de decirle al mundo lo tanto que se te quiere y extraña, Selena, es seguir tu camino como la mejor manera de enfrentarse a un mundo que se empeña en que uno no haga de tu Amor la mejor manera de sobrellevar una vida que muchas veces es muy cruel para los honestos, para los trabajadores, para los justos, para los sinceros, para esas buenas personas como lo eras tú, Selena. Y si no estás tú para vivirlo, al menos estaré yo para decirte que tu camino no fue en vano, que tu Amor no fue en vano, que tu sentir no fue en vano, que tus ideales, tus ganas de vivir, de hacer y de ver las cosas no fueron en vano. Siempre mi corazón estará junto al tuyo, Selena, para vivir, sentir, padecer y alegrarse por lo mismo. Para hacerle ver a este mundo cruel que realmente sigues viva en los corazones que te quieren de verdad, y que darían lo que sea por verte feliz con tu vida...
Selena: tú cambiaste mi vida sin saberlo, y yo estoy aquí para agradecértelo siempre todos los días....
Simplemente te quiere mucho...
Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)