Como te quiero yo a ti

31 de octubre








Todas las noches, todos los días, estás presente, Selena


Todos los días, Selena, me acuesto escuchando tu música, escuchando tu dulce voz, dejando que seas tú la que me dé la caricia para que yo me duerma tranquilo, para que me deje llevar por el sueño con una sonrisa de felicidad. Recurrentemente busco poner el tema “I could fall in love”, por lo que siempre es el primer tema que escucho en esas largas noches. Tal vez la elijo porque es una de tus últimas grabaciones, tal vez porque veo en esa hermosísima canción tu sueño hecho realidad, tal vez porque percibo y siento esa dulce voz que cautiva y llena de luz y amor mi vida. Con esa melodía y con ese divino canto a nada me resisto. Ya no pienso más. Ya ningún problema ocupa mis pensamientos. Sólo tu voz, tu sentimiento, tus pensamientos, tu vida, tu amor, tu tremendo carisma ocupan mi cuerpo, mi alma, mi vida. Y como me siento tan pleno, tan feliz, tan vivo, sólo me dejo llevar por el encanto de tu música para seguir viviendo la vida como tú me enseñaste, Selena. Como tú y sólo tú me la podías transmitir…

Creo que si hay algo por lo cual yo no puedo olvidarte, por lo cual nadie puede olvidarte, Selena, es por el sentimiento que nos has dejado. Nos llenaste de Amor, nos llenaste de vida, nos diste el valor de las cosas. Yo antes creía que lo importante era cumplir con determinadas obligaciones. Hoy puedo decir con orgullo que contigo me he hecho más humano, más feliz, viviendo la vida hasta lo máximo, valorando cada minuto de mi vida, poniéndole una sonrisa a todo, aun en la adversidad, aun ante tanta envidia, ante tanto encono, ante tanta locura. Aprendí de ti, Selena, a que se puede hacer todo si se tiene voluntad y cariño, si se pone empeño y amor, si se pone una dosis de personalidad a cada cosa que se hace. Aprendí a valorarte, Selena, como artista y como persona, y eso me llena de vida y de orgullo. Mi vida, desde que te conozco, cambió y por eso estoy tan agradecido…

Sé que no todo es felicidad. Tú lo sabes bien, Selena … En nuestro camino siempre se nos cruzará una lágrima, se nos despertará la añoranza, nos sentiremos impotentes ante tu ausencia. Pensaremos que sin ti la vida no es la misma, que un mundo sin ti es como una tarde sin sol, un parque sin niños, un Amor sin risa, una vida sin pasión. Sin ti, Selena, nada es lo mismo, nada es igual. Pero sé que estás presente. Estás en mis sueños, estás en cada canción, estás en cada sonrisa que emito, estás en cada manifestación de afecto que hago, estás en las risas y en el llanto, estás en cada minuto de mi vida. Estás presente cuando me ayudas a dormirme cantándome “I could fall in love” o “Dreaming of you”. Estás presente siempre. Tú no te has ido simplemente porque estás presente todos los días en la vida de mucha gente. Y ésa es tu mayor virtud. Una virtud que pocos logran porque no todos tienen Amor, no todos tienen talento, no todos tienen algo para dar en la vida. Una persona como tú, Selena, nunca se va. Una persona que canta como tú, Selena, siempre está presente. Una persona que interpreta como tú, Selena, conquista todos los corazones. Una persona que tiene tan nobles sentimientos como tú, Selena, vive en los corazones de todas las personas que te aman y admiran. Y tú, Selena, vives en mi corazón…

Tu dulce voz me remite a esas imágenes, a esas interpretaciones, a esos conciertos que nos supiste ofrecer. Y acaso siempre sueño que tal vez pueda verte, acaso pueda encontrarme contigo, acaso pueda vivir y experimentar aquello que veo en tus increíbles actuaciones. Cuando te veo, me veo allí tratando de compartir contigo tus canciones, de participar de tu fiesta, de ser uno más que te manifiesta mi admiración y todo mi cariño. Cuando me voy durmiendo te veo cantando esas canciones y nada más puede ser más placentero y hermoso. Sé que sólo estaré para decirte que haré lo posible para que todos valoren por lo que has hecho, para que todos te quieran como yo te quiero. Yo no me puedo quedar con todo tu amor. Yo no voy a permitir que tu Amor se muera contigo, ni conmigo. Yo quiero que tu Amor se impregne en cada una de las personas que te conozca. Yo quiero que todos reciban tu Amor. Yo quiero que vivas por siempre en los corazones de la gente. Una persona como tú merece el cariño eterno. Y todas las personas con Amor merecen recibir tu Amor…

Me voy durmiendo y en un punto me resisto a hacerlo. Quiero seguir recibiendo lo que tú nos transmitiste. Quiero verte una vez más. Quiero escucharte una vez más. Quiero sentirte una vez más. Escucho “¿Qué creías?” y me imagino allí parado en el escenario de Odessa, Texas, recibiendo tu reprimenda e invitándome a salir de allí. Me imagino callado y tímido, no sabiendo qué hacer, deseando por un lado escapar de allí por la vergüenza de estar en el centro de tantas miradas, pero a su vez contemplarte con Amor y admiración. De sentirte tan cerca pero ni animarme a acercarme, deslumbrado por el áurea que generas con tu sola presencia. Soportaría estoicamente cada una de tus palabras, cada una de tus miradas desafiantes, cada una de tus agarradas de las solapas pidiendo explicaciones. Estaría muerto de miedo pero nadie me sacaría de allí hasta que termine la canción, hasta que tú digas “Un fuerte aplauso para mi ex novio”. Y allí, sólo allí me acercaría para darte un tímido beso, para sacar toda la fuerza del mundo para darme valor para decirte “Gracias, Selena, por todo lo que nos das”. Quisiera poder decirte con la mirada todo lo que sentimos por ti, para que sepas que lo que generas en la gente es mucho más de lo que tú te imaginas. Querría expresarte que tú has llegado para quedarte para siempre, a pesar tuyo, a pesar mío. Que una persona que canta así, que interpreta así, sólo está para ser querida … para siempre…

Mi propio sueño me hace ceder en mi cariño y en mis pensamientos, pero no … Quiero seguir escuchando tu voz, quiero seguir sintiendo tu Amor. Quiero seguir experimentando el sentimiento que tú creabas. Quiero compartir ese sentimiento con todos los que te han amado y querido, con todos los que te han sabido disfrutar, con todos los que han cantado contigo, con todos los que te supieron querer, con todos los que supieron compartir tus sentimientos. Me imagino por un instante en aquel emocionante recibimiento en el programa “Siempre en Domingo”, en el que lucías un increíble pantalón y bustier rojo. Me imagino corriendo para verte más cerca. Incluso me veo allí, en esos delirios míos de querer volver el tiempo atrás, corriendo aparentando ser un fotógrafo que se acerca al escenario para tomar una buena foto, la mejor que pueda captar tu risa, tu emoción, la sorpresa, tu sentimiento mientras cantabas “Amor prohibido”. Me imagino siendo uno más que se sacaba el sombrero como reverencia, como manifestación de suprema admiración. Me imagino cantando a viva voz cada palabra de la canción junto con todos los asistentes al concierto. Quisiera sentir lo que habías logrado con la gente, Selena. Quisiera ver cómo todo México cantaba y se emocionaba contigo, cómo todo los latinos se sentían representados por ti. Quisiera observar que, a pesar de que aún te costaba hablar el español, le diste a cada palabra el énfasis, la entonación, la pasión, el sentimiento como pocos lo habían logrado. Le demostraste a todo México que no sólo es cuestión de hablar bien el español. Es también interpretarlo bien, sentirlo bien. Y eso, Selena, lo has demostrado con creces. Tan alto fue tu logro que no sólo quedó subyugado el amante de la música tejana. Todos terminaron admirándote fascinados por tu forma de expresar, de vivir, de sentir. Me imagino eso y no quisiera irme jamás de aquel escenario, de aquella noche. No quiero dejar de escuchar esas manifestaciones de Amor. No quiero dejar de gritar por ti, Selena, no quiero dejar de cantar … No quiero dejar de escucharte….
Recorro en mi mente cada una de tus interpretaciones, cada una de las imágenes, cada uno de tus movimientos. No puedo olvidarme de lo grande que has sido como artista. Que nadie podrá igualarte. Y que nunca tendrá sentido que alguien se compare contigo porque tú no tienes comparación. Eres única, irrepetible, inigualable. Y lo demostraste siempre. No siempre una gran artista demuestra sus mejores virtudes en su mejor momento. Una gran artista, en realidad, demostrará sus condiciones siempre. Por eso recuerdo ese inicio del concierto de San Antonio en 1991, cuando estabas por cumplir 20 años y le ofrecías a tu gente un concierto de tres horas con toda clase de canciones en español y en inglés. Eras una estrella tejana que comenzaba a escucharse con más asiduidad en México. Pero poco importaba eso: lo que importaba era cómo deslumbrabas, cómo te movías, cómo sorprendías con tus interpretaciones. Y un buen artista capta la atención de todos desde que aparece en el escenario. Me imagino verte cantando “Set me free” y quedarme fascinado con esa brillante interpretación en inglés, tu baile, tu ida a uno y otro lado del escenario, la energía que contagiabas, la capacidad y el dominio del escenario que tenías, la facilidad que tenías para hacer partícipe al público de tu canto. Me imagino verte tan joven y tan talentosa, tan segura, tan bella, tan poderosa. Me imagino verte y saber que estoy ante la presencia de una artista que no tiene límite, que no tiene techo, que no tiene horizonte. Me imagino saltando, cantando, gritando, queriendo llevarme parte de tu energía para sentirla siempre, para contagiarme de ella todos los días, queriendo compartir tu sueño de cantar tu disco en inglés, siendo partícipe y testigo de tu evolución como artista, de convertirme en un admirador a la distancia, contemplando con cariño tus canciones y participando contigo sólo con lo que brindabas en el escenario, sin ir más allá, sólo admirando aquello que nos permitías admirar. Para brindarte desde una tribuna en un concierto todo mi Amor y aprecio, eso que tanto necesitabas, eso que tanto querías…
Se hace una pausa entre canción y canción, y recuerdo tus pausas, tus silencios, tus invitaciones a compartir tus canciones, tus sentimientos, tu pasión. Y en ese silencio recuerdo tu sonrisa en esa pequeña pausa mientras cantabas “Como la Flor” en Festival Acapulco. Penetra en mis oídos tu pequeño susurro cuando acercaste tu boca al micrófono, pusiste la mano en el pecho, y dijiste casi imperceptiblemente “Pero…”. Me imagino estar allí y ser partícipe activo de tararear “Ay, ay, ay” para arrancarte una sonrisa, para que puedas dar rienda suelta a tu satisfacción de que el público te acompañara una vez más. Y de que pudieras interpretar como nunca aquella canción. Me imagino verte tan linda, tan expresiva, tan moderna, tan exultante, tan enorme artista, que aun con mi gran y enorme timidez no pudiera no poder participar del sentimiento de todos. No podría no poder manifestarte abiertamente y a cara descubierta mi enorme admiración hacia ti. ¿Cómo no hacerlo si aun hoy me asombro de todo lo que hago por ti para devolverte algo de todo lo que me has dado en tan sólo 23 años? Sí, me animaría subirme al escenario. Estoy seguro de que dudaría. Estoy seguro de que más de una vez diría: “No, mejor no subo, me da vergüenza, mejor me quedo aquí en el anonimato”. Pero no!! Ante el miedo de que se termine la canción y ante la frustración que me generaría no poder manifestarte lo que has dejado en mi corazón, subiría, no sé cómo, pero subiría … Subiría y luego me quedaría paralizado ante tu presencia. Sé que no volvería atrás. Sé que no querría volver atrás. Sé que esperaría tu aceptación, tu gesto de aprobación para poder acercarme a ti. Y seguro que balbucearía, que te abrazaría y que te daría un beso. Trataría de decirte algo, pero me gustaría que te dieras cuenta de lo que siento más por mi mirada. No querría interrumpir tu canción. No querría ni por asomo ser protagonista de tu concierto. Me imagino poder tener la oportunidad en unos segundos de ser uno más que te exprese su admiración, de ser uno más que te diga que te quiere y que te dé la seguridad de que toda la gente te quiere. Querría que te dieras cuenta de que hay mucha gente que daría todo por ti y que por ello te pediría que te cuidaras mucho. Por el bien tuyo. Por el bien nuestro. Por tu felicidad y por la nuestra….
Definitivamente, no me puedo dormir sin antes despedirme de ti imaginándome estando presente en el concierto del Astrodome el 26 de febrero de 1995. Me imagino extasiado luego de aquel memorable concierto y recorriendo todas las tribunas del estadio para gritarte, para agradecerte, para contestarte cada uno de tus gestos, para devolverte cada uno de tus saludos, para ser la persona que pudo tomar la toalla que tú arrojaste al público en agradecimiento a tanto cariño. Me imagino aplaudiéndote de pie, pidiéndote que no te vayas, que cantes una canción más, que no olvides tus palabras de despedida, que yo prometo cuidarme pero que para vernos pronto tienes que cuidarte tú también. Me imagino corriendo a la par del auto que te llevaba a tu camarín quedándome sin aire, pidiendo permiso a cada una de las 65.000 personas que estaban allí ese día para poder expresarte todo mi cariño, para decirte que mi corazón es suyo, que lo conquistaste desde el mismo inicio del concierto cuando me deslumbraste con tu Disco Medley, que mi corazón se paralizó por un instante cuando te detuviste en uno de tus tantos silencios interpretando “Si una vez” dejando que sólo escucháramos tu respiración. Seguiría corriendo para decirte que siempre luzcas tu pelo largo con flequillo, para decirte que eres única, que eres inigualable, que nadie será como tú, que nadie podrá generar tanta emoción como lo generaste tú, que nadie podrá conquistar tantos corazones como tú. Quisiera correr y correr para no olvidarme de decirte todo lo que siento por ti, para que te quede grabada aunque sea una palabra de todas las que te he dicho. Quisiera llegar hasta la última tribuna a la que tú saludaste y ser yo el motivo por el cual te detuviste para asomarte una vez más tu cabeza a la tribuna para dar tu último saludo antes de ingresar a tu camarín. Y que lo recuerdes siempre, siempre. Que sepas que siempre tendrás el corazón de tu gente y que el paso del tiempo jamás borrará tanto Amor…
Me duermo finalmente no sin recordar esas palabras que dijiste alguna vez, tan proféticas como tan ciertas, en un video casero dirigido a tus compañeros de ruta, tus queridos “Los Dinos”: “Detesto que digan que soy la mejor porque detesto que me digan la verdad”. Y me dormiré con una sonrisa cuando recuerde tus palabras recibiendo un premio en los TMA cuando sólo tenías 16 años: “Agradezco a Los Dinos porque sin ellos yo no sería nada. Si ellos ganan, yo gano. Y si ellos pierden, yo no los conozco!!”.
…Y sé que mañana sentiré lo mismo. Sentiré la misma sensación, el mismo sentimiento. Selena: tú viniste para quedarte a vivir por siempre en mi corazón. Yo sólo estoy aquí para agradecértelo y para que vivas ante cada latido mío, que es el tuyo. Y para que sepas que cada latido mío es producto de tu Amor…
Yo sólo estoy aquí, Selena, para decirte que lo tuyo no fue en vano…
Te quiere con toda el Alma…
Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)


No me dejen caer…


Salgo horrorizada de esa habitación. Siento un dolor tremendo en mi espalda. No sé que pasó ni quiero pensarlo. Sólo quiero escapar de allí, del horror, del espanto, de la traición, del sinsentido. Quisiera saber por qué me disparó, quisiera saber qué le he hecho para merecer esto. Se supone que me quería, que era mi persona de confianza, que era la persona de confianza de toda mi familia. Me pregunto cómo no nos dimos cuenta, me pregunto cómo no advertimos su odio en su rostro, en sus actitudes, en su mirada, en su actitud exageradamente adulona. Me pregunto si tal vez confiamos demasiado en ella mientras ella nunca nos confío nada a nosotros. Me pregunto si no cometimos un grave error en confiarle nuestras emociones, lo que nos gustaba, a lo que le teníamos temor, cosas que nunca se lo contaríamos a otras personas, siendo que ella nunca nos decía nada, nunca nos manifestaba lo que realmente sentía y pensaba, nunca mostraba su verdadera cara. Me pregunto si acaso la subestimamos, si minimizamos lo que podría llegar a hacer aunque pudiéramos sospechar cuáles eran sus intenciones, sus ambiciones, lo que pretendía de nosotros, lo que pretendía de mí. Y no, no la subestimamos, simplemente porque nunca imaginábamos que podría hacer esto, nunca se nos pasó por la cabeza que tenía pensado atacarnos, lastimarnos, ofendernos, hacernos tanto daño…

Sé que digo todo esto porque no quiero pensar lo que me está pasando ahora. Corro desesperadamente hacia el lobby del motel. No quiero ni tocarme el pecho. Siento un sudor frío que me corre y devora todo mi cuerpo. Pienso y siento en lo peor, pero no quiero pensar que llegó mi hora. No me lo puedo permitir. Tengo que solucionarlo. Tengo que enmendar el error. Sólo tengo que llegar al lobby y correr, correr, sólo correr. No quiero que me alcance. No quiero que me vuelva a disparar. No es tanto por miedo a lo peor. Tal vez no quiero corroborar que efectivamente ésa fuera su intención, que eso era lo que quería lograr. Quiero pensar que no lo quiso hacer. Quiero creer que se quedó en su habitación arrepentida por lo hecho y llamando a cuanta persona hay a su alcance para ir en mi ayuda. Quiero creer en ello. Quiero pensar que es así. Es mi única forma de enfrentar algo del cual no estaba preparada. Ahora se trata de salir de esto. Yo creo en los milagros. Yo creo en los imposibles. Yo lo voy a solucionar. Tantas veces pasé momentos difíciles y siempre salí. Siempre me salí con la mía aunque mi horizonte parecía lejano, muy distante de mi vista. Voy a salir. Yo sé que voy a salir. Lástima que esté sola. Ahora me arrepiento de haber salido de mi casa sin avisarle a Chris. Tal vez debí haberle avisado. Tal vez debí haberle pedido que me acompañara, como ayer. Tal vez debí haberle dicho todo. Tal vez no debí esconderle nada. Él me hubiese entendido. Más allá de cómo realmente pensaba, no era como mi padre. Él me iba a escuchar, me iba a dar su parecer y luego me iba a dejar actuar. Como lo hizo ayer … Pero tal vez hubiese necesitado que me pusiese un límite, de hoy ser enfático como fue anoche al no dejarme salir con el argumento de que era muy tarde. Tal vez debió frenarme y hacerme razonar. Tal vez debió decirme que estaba equivocada … Siento un mareo, siento que me voy a desmayar. Por un instante veo algo rojo que me obnubila mi vista y mi mente, y siento que mi estómago da mil veces vuelta. Me duele muchísimo mi espalda. Creo que me pondré a llorar. Pero no. No ahora. No me dejaré caer. No quiero pensar en un final. Tengo que hacer un esfuerzo más, uno más. Tengo que llegar a esa puerta y empujar, empujar como sea. Vamos, Selena, vamos!! Tú puedes, hazte valer por ti misma!!! Una vez más tu vida está en juego. Y mucha gente esperará que lo hagas por ti y por tu felicidad. Vamos!! Unos pasos más y luego verás qué hacer…

Me cuesta respirar, me cuesta ver, me cuesta entender. ¿Pero qué ha pasado? ¡Pero si la acompañé al hospital! Me dijo que la habían atacado, que viniera pronto. Que viniera sola. ¿Por qué no me lo dijo ayer? ¿Por qué ayer sólo me daba excusas para explicar sus actitudes en mi boutique? ¿Por qué me daba unos papeles inútiles que no me decían nada? ¿Por qué era yo y no mi padre la que iba en busca de pedirle explicaciones por lo que estaba haciendo con mi empresa, con mi vida, con mis sentimientos? ¿Por qué se resistía a darme lo que me pertenecía? ¿Por qué me extorsionaba? ¿Qué quería de mí? ¿Por qué odiaba tanto a mi padre? ¿Por qué me hizo ir a este motel para acompañarla al hospital y estando allí no quería hablar, no quería hacerse revisar, no quería confiar a los médicos nada? ¿Por qué tuve temor de expresar mis dudas a la enfermera que la atendió, esa enfermera que estuvo a punto de llamar a la policía y que alguien la detuvo porque aquí en Corpus Christi nadie podía intervenir por una residente en San Antonio por algo que le habría sucedido en Monterrey? Yo no sabía eso. ¿Acaso ella sí lo sabía? Puede ser … Ella era enfermera … Y si lo sabía, entonces, ¿pensó en matarme? ¿Lo había planificado? … No. Esta es la primera vez que hablo de esto. No. No me lo puedo permitir. Ya estoy .... Ya estoy en la puerta. No sé cómo hice para llegar … No tengo fuerzas. Ya no las tengo. Sólo estoy yo … y mi voluntad. Haré mi último esfuerzo … Mejor dicho, haré un esfuerzo más…

He derribado la puerta con lo último que tenía, con el último aliento. Ya no puedo ver. Estoy en manos de los que me puedan socorrer. Estoy en manos de Dios. Sólo Dios sabe qué tiene para mí, qué quiere de mí. Sólo te pido, Dios, que me des una oportunidad más. No me dejes caer, mi Diosito. Pequé por confiar. Pequé en creer en mis propias fuerzas. Creí que podía con todo. Sabes Dios que me haz puesto muy difíciles pruebas. Y las sortee todas, con tu ayuda y con mi esfuerzo. La vida me puso en situaciones que nunca hubiese imaginado. Desde que tengo 8 años mi vida fue un torbellino que nunca pude detener. Por amor a mi familia y, sobre todo, por Amor a mi padre, di todo. Canté ante un público con todo mi miedo sabiendo que era yo, y sólo yo quien tenía la obligación de encantarlos, de alegrarlos, de divertirlos. Dejé de lado todo: mis sueños, mis angustias, mis dudas, mi dolor, mis proyectos. Puse la mejor sonrisa aunque me doliera todo el cuerpo, aunque estuviera triste, aunque estuviera cansada, aunque fuera una niña. Me quedaba hasta tarde cantando y al otro día me quedaba dormida en el colegio. Y aun así nunca me quejé, siempre fui para adelante, siempre creí en mí y en que lo podía lograr. Siempre supe que podía cumplir con el sueño de mi padre, porque si lo lograba iba a lograr mi propio sueño. Yo siempre quise ser diseñadora. Yo postergué mis propios sueños hasta triunfar. Y ahora que lo estaba logrando me permití hacer lo que yo quería sin importarme que tuviera tiempo, que era joven, que tenía un largo camino por recorrer. A veces pienso que viví la vida como si supiera que no tuviera mucho tiempo, como si intuyera mi propio final … Pero no, no quiero pensar en esto. No, no quiero parar ahora. No quiero morir. Dios mío, te lo pido, no me dejes ahora, no me dejes tirada aquí!!!

Quiero decirles algo a todos los que están por allí. Ya no los puedo ver. Sólo los oigo. Siento más y más gritos. Siento el horror. Siento sus miedos. Siento sus preocupaciones. Siento la realidad. Yo sólo quiero decirles que me saquen de aquí, que me saquen de este escenario. No. No le tengo miedo a esa insensata. Tengo miedo por mí, por mi futuro, por lo que van a decir de mí, por las historias que van a inventar. Tanto hice por mi carrera, tanto hice por mantener mi imagen. Tanto hice para que me quieran por lo que soy y respetando que yo tenía una vida a la que ellos no debían inmiscuirse. Y siempre mi gente lo respetó. ¿Cómo haré para evitar que me pregunten por lo que pasó? ¿Cómo haré para evitar el escándalo que nunca busqué, que nunca quise, al que nunca me ofrecí? ¿Cómo no nos dimos cuenta de que esta mujer nos iba a poner en este lugar? ¿Cómo ella, sólo ella, ha tirado por la borda tantos años de trabajo honrado? ¿Acaso ahora seremos nosotros quienes tendremos que dar explicaciones por esto que no buscamos? ¿Seremos las víctimas los victimarios? ¿Acaso esa mujer dirá que nosotros la obligamos a disparar? ¿Qué otras historias inventará para justificar lo injustificable? ¿Cuántas veces más disparará contra mí y contra mi familia? ¿Cuántas veces disparará contra mi padre? ¿Acaso esta bala fue dirigida a él y yo la víctima predilecta para darle la estocada final, la peor estocada? A veces me pregunto si estábamos preparados ante la maldad en el mundo siendo que no pudimos sortear la maldad de una sola persona…

Nunca pensé que estar en esta situación me hiciera pensar en tantas cosas, en que uno pudiera repasar su vida con una velocidad relámpago en tan pocos minutos … Me siento muy débil. Me siento muy sola. Apenas si escucho los gritos, la angustia y el dolor de la gente que ha comenzado a reconocerme. Yo ya no puedo reaccionar. Apenas puedo respirar. Tengo mucho, mucho frío. Siento que un líquido viscoso rodea y hiela aun más mi cuerpo. Me siento expuesta y desnuda. No quiero que me vean así. No quiero que me recuerden así. Quiero que me saquen ya de aquí!! Apenas puedo escuchar el sonido de la sirena de la ambulancia. Siento que alguien o algunos se acercan y empiezan a moverme, a querer ver si estoy viva. ¿Acaso no se dan cuenta? ¿No escuchan mi respiración? Sé que se escucha rara, tal vez entrecortada. Pero aquí estoy. Me escucho y recuerdo cuando interpreté “Si una vez” en el Houston Astrodome. Allí los deslumbré cuando detuve mi canto y sólo hice que escucharan mi respiración. Toda la emoción estaba focalizada en mi respiración de tristeza, de soledad, de pura emoción. La gente se deslumbró con eso, sólo con eso. Recuerdo aquello y me da mucha alegría. Me gustaría volver a vivirlo. Me gustaría volver a expresarlo. Me gustaría volver a sentir aquella emoción. Me gustaría volver a escuchar a mi gente. No quiero que ésta sea mi última respiración, la respiración real, no actuada. No quiero estar aquí. Quiero vivir!! Sólo quiero vivir, actuar, hacer diseños, estar en mi casa, gozar de mi fama bien ganada. Es lo único que pido!! Sé que no es tanto. Sé que estoy pidiendo por algo que me he ganado en buena ley…

Sé que el destino no está en mis manos. Lo siento, lo vivo. Pero me aferro a la vida, me aferro a lo único que tengo en mis manos. Quiero que esos enfermeros que me están llevando sepan que estoy luchando, que estoy peleando por mí. Que no me doy por vencida!! Antes que eso … Antes que eso daré todo, como lo hice siempre, como lo hice en cada actuación en el escenario, en cada representación, en cada lugar en el que me permití expresar y ser como soy. Por eso estoy aferrada a ese anillo. A ese anillo que no solté nunca, que no lo abandoné en todo el trayecto desde aquella maldita habitación hasta ahora. Si lo suelto, sabré que estoy perdida, que nada podré hacer. Ahora mi vida está en ese anillo que tiene el valor y el significado del Amor, del afecto, de la fidelidad, del cariño, de la vida. Este anillo es todo para mí. Por eso no lo dejé caer. Ahora estoy en manos de él. Quiero que él me ayude … Me ayude a aguantar, a soportar, a tener un esfuercito más … hasta que llegue mi familia, hasta que llegue mi padre. Espero que no estén angustiados, espero que no estén molestos conmigo. Sé que me esperaban hoy para seguir grabando por ese disco tan soñado en inglés. Espero que piensen que me retrasé como tantas otras veces. Espero que no se preocupen. Espero que no le tengan que dar malas noticias. Me hubiese gustado que ellos también se hubiesen dado cuenta. Me hubiese gustado que se hubiesen comunicado conmigo antes. Me hubiese gustado que no me dejaran sola. Me hubiese gustado que no me expusieran ante esa mujer si sospechaban de ella. Pero creo que ellos tampoco pensaron en el verdadero peligro. Tampoco se dieron cuenta. Creo que mi padre creyó mucho en sus propias fuerzas. Creyó que el peligro tiene la misma cara y la misma intención. Y no es así. No, no es así. Hoy me di cuenta. Supongo que a mi familia le va a pasar lo mismo. Espero que no sea tarde. Espero no ser yo la única víctima de semejante maldad, egoísmo, resentimiento. Espero no quedarme sin voz…

No quiero decirlo … no quiero decirlo, pero creo que mi hora ha llegado. Tengo que ser fuerte. Tengo que ser fuerte para afrontarlo. Siento que se me hiela mi cuerpo, que mi corazón se está durmiendo … A mi mano le cuesta sostener el anillo. Dios, quiero vivir!! No me dejes ahora!! Te lo ruego!! Haz todo lo indecible para salvarme!! Ya habrá tiempo para encontrarme contigo. Que los médicos hagan lo que tengan que hacer. Quiero sentir el calor de mi gente, las caricias de mi madre, el beso de mi esposo, la sonrisa de mi padre, el amor de mis hermanos. Eso vale más que cualquier cosa!! Ahora que sé que estoy en el límite, sé qué es lo importante. Y lo único que quiero es no irme de este mundo. Quero tener la energía para seguir actuando, para seguir diseñando, para seguir creyendo, para seguir soñando!! Espero que mi padre lo recuerde. Espero que él sepa que eso es lo más importante para mí. Espero que sepa cómo actuar si sabe que estoy en serios problemas… Confío plenamente en él…

Estoy muy cansada. Tengo mucho sueño. Tal vez ése sea un buen signo. Tal vez no sea tan grave lo que me pasa. Tal vez me sugestioné. Tal vez sea un gran susto. Tal vez … Por las dudas, no soltaré mi anillo. Es lo último que haría!! Veo a mis médicos y sólo les digo que no se preocupen. Que pronto estaré bien … Que más allá de lo que me pase, querría que me recuerden por lo que fui como artista y como persona. Y que todo lo que hice, lo hice por Amor. Y que seguiré luchando, luchando por mí, por mis sueños, por mi gente. Sé que ellos me entenderán. Sé que lo saben. No los puedo ver, pero los siento. Saben que soy Selena y que van a hacer lo mejor por mí … Creo que me voy a dormir. Sé que pronto despertaré. Yo siempre logro lo que me propongo. Y ésta no será la excepción…

(Mi querida Selena: espero haber interpretado tu sentir y espero poder contribuir a que jamás se te olvide y a que te valoren por lo que eres: una artista única e irrepetible. Y perdona la angustia que se expresa en el haber escrito este texto desde el dolor y llorando … y releerlo y llorar otra vez. Pero necesité hacerlo. Necesitaba desahogarme, manifestar mi inmenso dolor …Lamentablemente, este día existió y forma parte de tu existencia)

Te quiere por siempre y para siempre, y siempre dispuesto a dar mi vida por ti…

Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)














Yo sólo quiero recordarte, Selena…


Mi querida Selena:

Yo nunca podré saber cómo querrías que fueras recordada hoy. Sabes muy bien que nunca, absolutamente nunca, hablaría en nombre tuyo ni diría cosas tales como “Seguro que si Selena estuviera aquí haría esto o haría aquello” o “Si hoy Selena apareciera, seguro que nos diría tal otra”. Yo no diría que la mejor forma de recordarte es cantando tus canciones, hacerlo con alegría o llorando tu partida. Yo no pensaría que sólo hay una forma de recordarte. Yo sólo trataría de dar lo mejor por tu recuerdo. Trataría de pensar qué te haría feliz y lo haría sin más, esperando y ansiando que eso te dejaría contenta. Trataría de pensar en lo que nos dejaste en vida y recordarlo siempre. Trataría de borrar en tu mente y en tu corazón la sensación de quedarte sola como aquel nefasto día. Trataría de convencerte de que no te van a olvidar, de que no se llevarán de ti la peor impresión por tu triste final, tan impropio de ti. Yo sólo querría con mi recuerdo verte feliz y acompañada con mi cariño. Yo sólo querría decirte lo que significas para mí y la huella que has dejado en mi corazón y en mi alma. Todas las manifestaciones de Amor y de cariño hacia ti son válidas. Tal vez la mejor forma de recordarte es dejar todo por ti, expresar todos nuestros sentimientos, todo lo que nos generas cuando te vemos actuar, cuando te vemos hablar de tus sueños, cuando vemos la energía que ponías en tus proyectos, cuando vemos el Amor propio que había en cada acto de tu parte. Tal vez la mejor forma de recordarte es no olvidarnos nunca de ti no sólo con tus actos sino también con nuestros actos. Que nuestros actos sean el fiel reflejo de lo que nos has dejado como mensaje en vida. Ese mensaje en el que nada es imposible. Ese mensaje en el que todo es posible cuando uno se permite soñar, cuando uno se propone pelear por los sueños, por hacerlos posibles. Un mensaje en el que se muestre que el destino esté en manos de uno si efectivamente uno se lo propone, como tú nos enseñaste, Selena, con tus palabras y con tus actos…

Yo no sé qué es lo que piensas, aunque sé que te gustaría estar aquí para seguir siendo Selena, con todo lo que ello significa. Que lejos estaba en ti ser recordada como un mito, como una leyenda. Nada más alejado de ti pensar o concebir ello. Yo sé, Selena, que tú querías dar todo de ti para que todos te quisieran y te admiraran. Tú querías que te amaran por lo que eras, una mujer de carne y hueso, como cualquier otra que tenía sus sueños, sus proyectos, sus ambiciones. Y que en todo caso si te ungían como la mejor fuera precisamente por eso: porque la Selena que estaba en el escenario era la misma que estaba fuera de él, que podía cautivarlos cantando, hablando, dándoles un saludo, firmándoles un autógrafo, haciéndoles sentir que eran tan importantes como tú. Que podías subyugarlos no sólo interpretándoles una linda canción sino tener la deferencia de saludarlos uno por uno, de preguntarles a cada uno cómo estaban, o decirle un comentario lindo sobre su vestido o lo que hacía cada uno en su vida. Si eras la mejor era por todo lo que representabas como artista y como persona. Y eso que te propusiste lo lograste acabadamente, con creces, sin atenuantes. Por eso, como sé que te gustaría estar aquí dando más de lo tuyo, brindando todo por ti y por tu público, y no sólo como una cantante que interpretaba como nadie sus canciones, a la hora de recordarte uno no puede no dejar de dar todo, todo por ti, por tu memoria, por tu homenaje, por tu recuerdo, por tu riquísima vida. Poco sirven los monumentos, las estatuas, los posters, los murales, los discos si a ellos no les damos vida, energía, pasión, ésa que tú tenías, esa vida que le daba sentido a todo lo que tú tocabas…

Cada vez que te escribo, Selena, cada vez que te cito, cada vez que te recuerdo lo hago con todo mi cuerpo y mi alma … todos los días. Sé que necesitas eso. Nunca permitiría que se te olvide, que se te deje sola. Eso es peor que la muerte misma. Ése sería el mayor daño que se te podría hacer. A la hora de recordarte, a la hora de agradecerte, no hay imposibles, no hay impedimentos, no hay excusas. Yo sólo quiero darte las gracias. Yo sólo quiero que sepas que estoy aquí por ti. Yo sólo estoy aquí para darte mi Amor eterno. Para cantarte todos los días “conmigo tendrás todo lo que quieras y hasta el día que me muera, tú vas a ser mi Amor”. Yo sólo estoy para decirte que tan grande fue tu Amor que me has conquistado aun a la distancia de espacio y de tiempo. Tu voz, tu talento, tu carisma derribaban toda barrera, acercaba lo lejano, agrupaba a toda clase de gente, engrandecía los ojos de millones, que sólo seguían tu andar, tu paso en el escenario y en la vida con el andar que sólo los grandes y diferentes podían hacer…

Sé, Selena, que todo es difícil, pues al fin de cuentas “el mundo sigue andando” y se supone que la triste y densa realidad nos pone a atender otras cuestiones, otros menesteres, otros temas importantes en la vida. Esa realidad que nos pone en el cierre de Selena Etc., en que tu estatua se deteriore, en que tu gravesite luzca cercado y más pequeño. Pero ésa no es la realidad que tenemos los que te amamos y compartimos nuestro cariño contigo. Pues tú, Selena, no eres una estatua, una tienda, un gravesite. Tú vives en nuestros corazones. Tú vives en cada latido nuestro. Tú vives en cada sentimiento, en cada acto de nuestras vidas, en cada caricia que demos a cada integrante de nuestra familia, en cada emprendimiento en el que pongamos todo nuestro Amor, todo nuestro cariño. Tú vives mientras nosotros tengamos energía, ganas de vivir hasta lo máximo, tengamos fe en nosotros mismos, en sabernos diferentes, en sabernos que nos podemos superar, en que si queremos podemos conquistar el mundo con Amor y que él nos retribuya con el mismo afecto. Sé que ésa es la forma de recordarte, de quererte, de apreciarte…

Sé, Selena, que todo también se hace más difícil porque tú no estás y nosotros nos negamos a aceptarlo, porque hacerlo significa claudicar, resignarnos a que el destino se lleva lo mejor de ti y a nosotros nos deja lo peor, con la sensación de que no siempre hay que ser tan espontáneo, que no es necesario dar todo de sí para que te sepan el mejor, que cualquiera puede derribar de un plumazo tantos años de amor, trabajo y dedicación. Y se hace torturante cargar con la imagen de la derrota, de la ausencia, de la muerte, de la blasfemia, de la sangre, del dolor, del sinsentido. No es fácil ser fan tuyo, Selena. No es fácil ser tu admirador. Pero más difícil es estar en tu lugar, con haber recibido tanta maldad, odio y resentimiento condensado en una bala, en un disparo, en un acto. Y, peor aun, recibir más dolor hablando mal de ti en tu ausencia … Por eso, frente a ello, ¿podemos permitirnos, una vez más, dejarte sola y dejar que te vuelvan a disparar? ¿Podemos permitirnos que otros intereses y la resignación permitan dejarte que se olviden de ti, que se olviden de tu Amor, que se olviden de la magia que tenías, que se olviden de todo lo que has generado en todos nosotros? ¿Nos podemos permitir dejarte nuevamente abandonada? ¿Nos podemos permitir dejarte olvidada? ¿Nos podemos permitir dejarte en un segundo plano? ¿Nos podemos permitir sustituirte? ¿Desearías esto para ti, Selena? ¿Es eso lo que tú querrías de todos los que te amamos?
No, Selena!! Yo sé que no es eso lo que tú quieres. Yo sé que quieres volver aquí a estar entre nosotros. Nosotros también queremos volver a ti. Permitámonos soñar. Permitámonos soñar que ésta es una licencia que te has tomado. Sé que un día volverás, pues nunca te has ido. Estás en nuestras almas, estás en nuestros corazones. Y mientras te esperamos siempre daremos lo mejor de nosotros. Pues la mejor forma de recordarte es saber y hacer saber a todos lo que eras, de exponer a propios y a extraños lo que eras como artista y como persona. Que todos valoren tu obra, que todos te respeten, que todos vean cómo cantabas, el sentimiento que ponías a cada palabra pronunciada, a cada frase cantada, que observen lo que eras en el escenario. Que miren y se den cuenta si acaso hay otra como tú, si alguien puede poner su vida, su historia, sus sentimientos en cada canción cantada, en cada paso bailado, en cada mano en el pecho, en casa arete arrojado al piso, en la expresión de tu mirada, en la pasión en tu voz. Pues eso es lo que tú eres Selena: la pasión hecha canto. La pasión que se expresaba en todo lo que hacías, en todo lo que emprendías. Yo quiero que te vean cantando “Si una vez” en el Houston Astrodome en 1995. Yo quiero que vean cómo interpretabas “Set me free”, “Baila esta cumbia” y “Where did the feeling go?” en San Antonio en 1991. Yo quiero que te vean cantando “Enamorada de ti” en Premios Lo Nuestro en 1992. Yo quiero que vean cómo cantabas “Como la Flor” y “Baila esta cumbia” en Corpus Christi en 1993. Yo quiero que vean cómo cantabas “La carcacha” y “Como la Flor” en Festival Acapulco en 1994. Yo quiero que vean cómo interpretabas “No debes jugar” y “Fotos y recuerdos” en el concierto del Far West Rodeo con tu vestido azul en 1994. Yo quiero que vean cómo subyugabas e impactabas interpretando “¿Qué creías?” en Odessa, Texas, en 1994. Yo quiero que vean lo enorme que eras como artista y la evolución de tu música cuando cantaste el “Disco Medley” y “La carcacha” en el Houston Astrodome en 1995. Yo quiero que se emocionen como me he emocionado yo…
Cuando te recuerdo, Selena, yo quiero compartir tu emoción y sentimiento cuando recibiste el premio a la mejor cantante regional méxico-americana en Premios Lo Nuestro en 1993. Quisiera poder abrazarte, llorar contigo con tu emoción, reír contigo con tu alegría. Quisiera con mi recuerdo compartir lo que has logrado. Quisiera con cada recuerdo exhibir con orgullo mi Amor incondicional a ti. Quisiera poder con cada recuerdo expresar todo lo que me has marcado en mi vida y todo lo que has generado en mí. Quisiera con mi recuerdo que vieras el poder de tu canto, de tu Amor, de tu sacrificio, de tu pasión. Quisiera que supieras cómo has cambiado mi vida. Quisiera que supieras lo que has logrado con tu presencia y con tu ausencia. Quisiera poder decirte a viva voz: “Sí, Selena!! Tienes razón. Eres la mejor. Eres única e irrepetible. Eres diferente. Nadie será como tú!!”. Quisiera con mi recuerdo compartir tus triunfos, sentir que cada éxito logrado era mi éxito, el éxito de una comunidad, el éxito de tanta gente postergada que da todo a cambio de nada. Quisiera con mi recuerdo compartir cada concierto, cada tema, cada baile, cada interpretación. Quisiera con mi recuerdo tenerte viva siempre, que sepas que siempre estarás acompañada, que nunca estarás sola, que siempre te amaremos, que siempre te querremos. Quisiera con mi recuerdo decirte que nos asombras cada día, que conquistas a cualquiera que se te cruce por tu camino, como te pasó siempre, como siempre lo has logrado. Que siempre lograrás acaparar la atención con tu presencia, con tu personalidad, con tu porte de mujer avasallante y exultante dispuesta a todo con el poder del Amor. Quisiera que te recuerden, Selena, por lo que eras en vida, por lo que eras como cantante, como artista, como mujer. Quisiera que te recuerden a través de nuestros sentimientos, de nuestros corazones…
Por eso, Selena, todo lo que hagamos por ti siempre será poco al lado de lo que tú has generado en tan sólo 23 años, casi 24. Que la mejor forma de quererte es demostrártelo todos los días, a cada hora, a cada instante, de la misma forma que lo hacías tú con la gente que más querías, con tu familia, con tus admiradores. Y que ése es el mensaje para todos, para todos los que realmente te quieren. Nunca habrá imposibles, nunca habrá imposibles para recordarte con Amor, desde el momento más feliz hasta el más doloroso, para difundir cada concierto, cada tema, para recordar cada una de tus palabras, cada uno de tus sueños, cada uno de tus anhelos, cada una de tus metas, cada uno de tus objetivos. Que tu sueño hecho realidad reflejado en Selena Etc. seguirá vivo de la forma que sea: sólo es cuestión de proponérselo y tenerte mucho Amor. Que cada estatua, cada mural, cada dibujo, cada imagen tuya tendrá vida si nosotros lo llenamos de tu espíritu, de tu dulzura, de tu Amor. Y nada se deteriorará. Ni siquiera el impiadoso paso del tiempo podrá contigo, Selena. Siempre tu Amor será más fuerte … Y lo será con nuestro cariño, acompañándote, no dejándote nunca sola nunca, recordándote con Amor, esperándote para darte ese abrazo que tanto necesitas, ese cariño que quieres recibirlo todos los días para que se te recuerde como se debe, para hacer de tu recuerdo algo digno y hermoso de compartir contigo para siempre…
Y para cantar contigo “Corazón. No puedo dejar de pensar en ti. Cómo te necesito, mi amor. Cómo te extraño!!”
Te recuerda con tanto Amor, y te quiere, te extraña, te implora, te espera…
Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)














¿Por qué, Selena, por qué?


Miro a la madre de Selena afirmando que no concibe la vida sin Selena y se me hace un nudo en la garganta … Selena estaba entre nosotros y nadie, absolutamente nadie, podía imaginarse semejante destino, semejante final, semejante cachetada de la vida, tan maravillosa como tan misteriosa, tan injusta, tan cruel…

¿Es que ése es el destino que te tenía deparado para ti, Selena? ¿Acaso Dios te trajo al mundo para demostrarnos que existe con tu presencia, con su más admirable creación? ¿Acaso Dios te trajo al mundo para que te disfrutara un poquito, sólo un poquito, para luego depararte un destino que nadie podía presumir, imaginar, esperar? ¿Tu destino era el que dijo tu padre, que era el de vivir por siempre a través de tu música? ¿Tu destino era honrarnos con tu presencia sólo por 23 años para luego marcharte y ser sólo una voz dulce que nos encanta, una presencia que nos subyuga, una sonrisa que nos alegra?

¿Por qué es tan cruel la vida? ¿Por qué Dios te llevas a los mejores? ¿Por qué Dios te has llevado a Selena dejándonos esa cruel sensación de un final tan triste, tan doloroso, tan ridículo, tan impropio con su historia, con su dulzura, con su carisma, con su voz? ¿Por qué Dios nos pones a estas pruebas, por qué tratas de ver cuán fuertes somos asimilando toda una vida sin Selena? ¿Por qué te has llevado a Selena cuando el mundo la necesitaba? ¿De qué la quisiste proteger? ¿Qué era lo que no tenía que ver? ¿Qué era lo que no tenía que vivir? ¿Qué era peor que ese cruel final? ¿Por qué tanta sangre derramada en una inocente? ¿Por qué dejaste disparar a esa psicópata insensata? ¿Por qué Dios con tu bondad nos arrebataste a Selena? ¿Por qué le quitaste la posibilidad de que Selena fuera feliz y con vida? ¿Por qué ella, Dios, por qué? Yo no dudo de ti ni de tus decisiones. Sólo quiero que respondas a mis preguntas, a mi angustia, a mi llanto, a mi dolor, que no son sólo míos, son los de mucha gente que ni puede entender aún qué pasó y por qué. ¿Por qué Dios nos diste tantas señales en la vida de Selena y le diste ese destino? ¿Por qué al menos no nos preguntaste si alguien estaba dispuesto a sacrificarse por ella, a tomar el lugar de ella en esa tenebrosa habitación del Days Inn? ¿Por qué no desafías toda lógica, Dios, que sólo tú puedes, y retrocedes todo al 31 de marzo de 1995 para ver si somos capaces de torcer el destino de Selena y que su destino sea el nuestro? ¿Por qué Dios no le das otra oportunidad? ¿Por qué no la devuelves con nosotros?

Miro una y otra vez a Selena, recorro una y otra vez su vida y parece estar viviendo una tragedia griega, como si leyera una típica historia de tragedia griega en la cual al protagonista, al héroe, al invencible, le depara un destino cruel, insólito, triste, inadmisible. Es como si Selena, desde el momento en el que recibió casi casualmente su nombre, tomara ese rol trágico, asumiera desde su nacimiento que ésa iba a ser su vida y ése iba a ser su final, y que innumerables señales nos dejaría para que nosotros percibiéramos a tiempo o tardíamente la cruda realidad, el golpe certero de la vida, la guadaña impiadosa de la parca, el implacable destino que no se puede torcer, que no se puede cambiar. Y los hechos se suceden con la lógica de un matemático: cada movimiento parece estudiado por un jugador de ajedrez. Nada parece tan perfectamente realizado, desde el inicio hermoso e idílico hasta la espantosa realidad que nos sacude la cabeza, que nos golpea el alma, que nos duele en el más profundo de nuestro corazón…

Recuerdo nuevamente esas palabras de Marcela Quintanilla y me pregunto por qué tenía que pasar lo peor luego de que ella dijera esas palabras, por qué esas dulces palabras de amor de una madre a su hija tendrían esa respuesta, ese destino, ese dolor. ¿Por qué la vida le ha deparado ese destino, esa crueldad, ese sinsabor? ¿Por qué le tenía que pasar esto? ¿Qué hizo ella para recibir lo más doloroso que podría recibir? ¿Por qué el destino tan cruel le haría ver que a pocos días de aquel nefasto 31 de marzo de 1995 se estrenaría la película “Don Juan de Marco”, esa película en la que Selena aparecería en la pantalla grande por primera vez cantando mariachi? ¿Por qué tuvo que pasar así? ¿Por qué su madre y toda su familia tuvieron que pasar en un instante, en un minuto, de la gloria al dolor, del orgullo a las dudas, del aplauso al cuestionamiento? ¿Por qué el trabajo honesto de tantos años se tiran por la borda así porque sí? ¿Por qué el bueno recibe tanto dolor y se tiene que ir? ¿Por qué el malo daña y no contento con lograr su objetivo sigue disparando con crueldad hacia un cuerpo que ya no se puede mover, hacia un alma que no se puede defender, a una persona que ya no puede vivir? ¿Cómo la vida permite que un ángel caiga en manos de una malvada? ¿Cómo nos dejan semejante señal, lección, mensaje? ¿Cómo la vida nos regala semejante insensatez?

Veo a Selena cantando “Fotos y recuerdos” y no puedo evitar pensar que en esa letra está buena parte del destino de Selena. Escucho esa letra y pienso que poco tiempo faltará para que la gente que tanto quería a Selena vaya a experimentar lo mismo que la protagonista de la historia. A nadie se le hubiese ocurrido pensar que de Selena quedarían sólo fotos y recuerdos. Que aquella imagen con tanta fuerza, con tanta energía, con tanta pasión, quedaría reducida a unas imágenes inanimadas que jamás reemplazarán la esencia de Selena, pero que nos tendremos que contentar a falta de ella, a falta de su Amor. Cuando vemos una foto de Selena, con su sonrisa, acaso nos demos cuenta de que sólo una persona con tanto Amor podía tener siempre esa sonrisa, tener siempre la mejor predisposición … Sólo su presencia podía sacar lo mejor de cada uno de nosotros, generar un Amor que tal vez no sabíamos que lo teníamos y que lo descubrimos con Selena. ¿Cómo no íbamos a tener Amor para devolverle todo el Amor que ella nos dio? A veces pienso si ése era el destino que Dios le tenía deparado a Selena…

La veo a Selena cantando “No me queda más” y no puedo evitar pensar en esas palabras … “No me queda más” … y en lo que pasaría después. Luego veo el video de esa canción y otra vez el destino me da otra de sus señales crueles. Ese video, precisamente ese video, sería el último que haría Selena. ¿Acaso la vida nos quiso dejar ese mensaje? ¿Acaso Selena nos quiso dejar sus últimas palabras, sus últimas imágenes, su último aliento? ¿Por qué justo ese video, en el que Selena tenía tantas expectativas que se viera en todo el mundo, fundamentalmente en toda Latinoamérica, sería el último, sí, el último? ¿Por qué Selena se tenía que ir poco después cuando ya se mostraba como una gran estrella, cuando nadie la detenía, cuando su sonrisa estaba más amplia que nunca? ¿Por qué el destino le haría ver a Selena el éxito, que le diera la oportunidad de asomarse a él para sentir lo que es llegar a la cumbre, pero no disfrutarlo? ¿Por qué el destino hizo que Selena se fuera en el momento justo?

¿Por qué Dios quiso que exactamente 33 días antes de ese nefasto día Selena diera el concierto de su vida? ¿Por qué cuando por primera vez televisaban en directo un concierto suyo la haría partir para inmortalizarla con ese vestuario, con esa interpretación, con semejante recibimiento, con semejante actuación? ¿Por qué nos dejó verla una sola vez interpretar ese Disco Medley? ¿Por qué no pudimos ver otra interpretación de “Si una vez” como en aquella oportunidad en la que nos dejó sin aliento? ¿Por qué las ironías de la vida hicieron que precisamente ese día se despidiera con un saludo profético: “Mil abrazos y mil besotes a cada uno de ustedes. Cuídense muchísimo y nos veremos muy pronto. Hasta luego, Chau, Buenas noches. Gracias”? ¿Por qué Dios no le hizo pensar a Selena que debía cuidarse ella? ¿Por qué no la volveríamos a ver muy pronto? ¿Por qué la seguridad del Astrodome miraba atentamente al público para cuidarla a Selena de cualquier problema si su gente jamás le haría daño? ¿Por qué nadie, absolutamente nadie, pensó, intuyó, sospechó, imaginó que acaso el peligro no estaba en esas tribunas sino en un lugar más cerca, mucho más cerca, a pocos pasos de Selena? ¿Cómo Dios no pusiste a Selena a resguardo de esa persona? ¿Por qué permitiste que ese fuera su último gran concierto propio? ¿Por qué dejaste que fuera su último Astrodome? ¿Por qué no dejaste que siguiera rompiendo records, que cada vez fuera más la gente que la fuera a ver? ¿Por qué permitiste que Houston se transformara de un jardín de ensueños a una tristeza sin fin? ¿Por qué le hiciste vivir una gran fiesta y luego le hiciste padecer un espectáculo digno de un circo romano? ¿Por qué permitiste que una psicópata se llevara todo el protagonismo que sólo Selena se merecía y que se había ganado a base de talento, voz, sacrificio y tanto Amor?
¿Por qué Selena se tenía que ir exactamente un día antes de su concierto en Los Ángeles? ¿Por qué no le daría la oportunidad de dar un nuevo concierto propio luego del Astrodome? ¿Por qué el destino transformaría lo que sería una gran fiesta en una misa que se haría en su nombre una semana después? ¿Por qué hizo pasar por tan dura prueba a sus fans? ¿Por qué no permitir que la gente se divierta, baile, cante, participe de esa comunión de Amor con Selena y la exponga a la mayor de sus tristezas, al mayor de su dolor? ¿Qué hicieron ellos para merecer eso? ¿Qué hizo Selena para que no disfrutara con su canto, que no recibiera más el cariño de su gente, no viviera un capítulo más de su éxito y se lo arrebatara un día antes? ¿Por qué una vez más el destino transformó una ciudad de la euforia al silencio, de la alegría a la tristeza, del Amor al luto, de la confraternidad a la más absoluta soledad? ¿Por qué Selena tenía que vivir esto cuando lo tenía todo? ¿Por qué su gente no tuvo la oportunidad de vivir por siempre feliz con alguien a quien tanto amaba, a quien le había manifestado toda clase de sentimientos? ¿Por qué el destino le quitó la alegría a la gente? ¿Por qué el destino le quitó los sueños, las ganas, la alegría de vivir a Selena?
¿Por qué Dios no le permitiste cumplir a Selena su sueño de grabar su disco en inglés? ¿Por qué le permitiste grabar sólo cuatro canciones si sabías que era el sueño de su vida, algo que había anhelado desde hacía años, que lo había manifestado en el concierto de San Antonio en 1991, que lo anunció con tanta ilusión en 1993 cuando firmó su primer contrato para hacer ese disco, cuando no se cansó en anunciarlo a cuanto quisiera oírla desde entonces? ¿Por qué no la dejaste al menos terminar su gran sueño de tener su disco tan soñado? ¿Te la tenías que llevar en ese momento, justo en ese momento? ¿No podías esperar un poco más? ¿No podías esperar al menos a que terminara su disco, a que todos viéramos todo su potencial, todo lo que nos quería ofrecer? ¿No podías esperar a que viéramos las hermosas fotos que acompañarían ese disco? ¿No podías dejarla a que al menos viviera todo el año 1995 para ver cómo ofrecía un concierto en inglés, como conquistaría a los “gringos”, cómo seguía derribando barreras sin oposición a base de puro Amor? ¿No podías dejarla a que completara su gira latinoamericana para que todos, absolutamente todos los latinos vieran lo que era Selena en el escenario, en la vida, como persona para que dejara una huella imborrable en cada pueblo, en cada país, para que nadie se olvidara de ella, para que todos suspiraran al escuchar decir “Selena”? ¿Era mucho pedir que Selena viviera eso? ¿Era mucho pedir que mucha gente tuviera al menos una oportunidad de verla? ¿O era mejor que todo quedara así para el bien de todos? Perdóname Dios por no entender este destino para Selena, esta lección para todos. Sé que no estoy a tu altura, pero entiende mi limitación y mi dolor…
¿Por qué el destino quiso que Selena apenas pudiera comenzar a realizar su gran sueño de ser diseñadora? ¿Por qué justo que Selena podía hacer algo que había soñado por años el destino le jugó tan mala pasada? ¿Por qué le permitió abrir "Selena Etc." para apenas disfrutarlo? ¿Por qué juntó en esa empresa a ella con esa nefasta mujer? ¿Por qué permitió que esa innombrable manejara el negocio? ¿Por qué el destino puso a esa mujer en aquel concierto de San Antonio en 1991 cuando apenas si conocía a Selena y sólo le gustaba “Baila esta cumbia”? ¿Por qué a ella le dio la idea de hacer un club de fans y no le hizo que se le ocurra a alguno de su familia? ¿Por qué hizo el destino que todos confiaran en ella, todos sin excepción, y no sólo Selena? ¿Por qué justo una persona tan desconfiada como don Abraham Quintanilla creyera en ella para armar el club de fans? ¿Por qué Suzette la hizo Dama de Honor de su casamiento a la par de Selena? ¿Por qué la única vez que veo verborrágico a Chris Pérez es justamente con esa persona en la preparación de la canción “Ya no”? ¿Cómo puede ser que una persona tan malvada engañe a toda una familia por años y se convierta en la persona más confiable para dirigir “Selena Etc.”? ¿Cómo puede ser que cuando veo a Selena decir en el Programa “Un nuevo día” que ellos han hecho una empresa familiar porque no se sabe con qué se puede uno encontrar si se tiene a alguien extraño en un emprendimiento, hayan confiado en esa mujer a la par de un familiar más? ¿Por qué el destino quiso que esa mujer tuviera el poder que nadie tuvo, que esa mujer pudiera más que su familia, que la disquera, que sus fans, que el Amor de su gente? ¿Cómo pudo ser que el destino permitiera que una sola persona acabara con una vida y con el sueño de años y años de toda una familia? ¿Cómo puede ser que el destino dejara ese impiadoso mensaje que más vale engañar, mentir y traicionar que ser honesto, trabajador y talentoso?
Tal vez esto es lo que Dios haya querido. Tal vez Dios le asignó un lugar a Selena, que es encantarnos cada día con sus interpretaciones, con sus inolvidables conciertos, con su alegría, con su sonrisa, con su carisma, con sus ganas de vivir, con sus sueños, con sus anhelos. Tal vez Dios quiso que Selena nos diera una lección, nos hiciera mejores personas. Tal vez Dios nos mostró a Selena para que viéramos lo grande que es, lo que es capaz de generar pero que debía hacerla partir para que nos diéramos cuenta de cuál era el camino correcto, cuáles eran los verdaderos valores que debíamos aprender. Tal vez tenga razón don Abraham: tal vez el destino de Selena es que se inmortalice con su canto, que nos endulce con su voz, que nos dé una caricia cuando nos vayamos a dormir escuchando sus canciones. Tal vez haya sido ése el destino de Selena, un destino que seguramente ella no quiso, que tampoco nosotros deseábamos para ella, pero que no estaba en nuestras manos ni disponer ni decidir … Tal vez … Y aunque ese “tal vez” sea cierto, siempre esperaré que ese “tal vez” tenga otro final, que todo sea un acto más de Dios para darle a Selena una nueva oportunidad, una nueva vida, un nuevo sueño, que sea tan sólo terminar eso mismo que ella mismo había comenzado para que ella vuelva a vivir, y para que nosotros volvamos a tener una sonrisa y seamos felices con su presencia…
Eso es lo que yo espero de ti, Dios, que me dejes volver a ver a Selena, que vea a Selena feliz, triunfante y, sobre todo, viviendo su vida… Y para que su madre conciba su vida con Selena…
Te lo pide de corazón por Selena, sólo por Selena…
Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)