Lo tanto que te quiero

30 de septiembre de 2009















No te preocupes, Selena…


No te preocupes, Selena … Yo sé de tu angustia, yo sé de tu dolor, yo sé lo que sentiste aquel nefasto día, yo sé lo que pensaste hasta que ya no pudiste pensar más, yo sé de tus miedos, yo sé de tu dolor, yo sé lo que estabas perdiendo ese día, yo sé de tu angustia, yo sé que pensaste “¿Por qué esto a mí?”. Yo sé que tenías todo para dar. Yo sé que te fuiste en el momento justo. Yo sé que no te esperabas semejante respuesta a tu Amor. Yo sé que te quedaste sola aquel lluvioso día. Yo sé que partiste con un dolor inmenso y con la incertidumbre de tu futuro y con la total certidumbre de que, más allá de lo que pasara contigo, nada sería igual, ya buena parte de la magia se acabaría, aunque para ti no había imposibles, que pronto podrías resucitar ese Amor, que tu propia personalidad borraría ese instante de locura, de dudas y traiciones. Por eso te aferraste a ese anillo. Porque era la última carta que te quedaba, tu última jugada, tu última esperanza. Y te aferraste a ella hasta que un último suspiro te hizo dormir, olvidarte por un instante todas las imágenes que pasaron por tu cabeza, todo el futuro que se te escapaba como agua entre las manos. Te dormiste sin saber si algo iba a quedar de todo aquello, si todos te iban a comprender, si todos te iban a entender, si seguirías siendo la Reina para todos. Te dormiste con la angustia que quedó evidenciada en tu rostro, pero con la secreta esperanza de que los que más te quieren iban a ser lo indecible para que tu sueño se cumpliera. Y ese rostro reflejó también algo de tranquilidad, pero con la incertidumbre de no saber si algún día lo ibas a ver. Te dormiste con el mismo miedo de siempre, de quedarte sola, de que te dejaran sola, de que te dejaran de querer…

Pero no te preocupes, Selena. Porque aquí estoy. Tú diste todo tu Amor en el escenario y fuera de él, en cada acto de tu vida. El que siembra, cosecha. Y tú diste Amor, y recibiste y recibirás Amor. Si hay algo, Selena, que has dejado en claro a todos, a propios y a extraños, a tus fans y a los que te observaban de lejos, es que tú no sólo eras una artista con una buena voz y que era famosa. Tú conquistaste a todos con el corazón, con sentimiento, con cariño. Tú hiciste importante a tus fans. Tú les diste ese Amor que necesitan, esa atención, esa comprensión. Tú sabías que eras la artista, pero si lo eras era justamente por esa gente, que no sólo gustaba de tu música. Esa gente te admiraba, se sentía identificaba, te quería. Quería lo mejor de ti. Contigo no había egoísmos, ni odios, ni malas intenciones. Contigo sólo había deseos de que te fuera bien en compensación por todo lo que tú les habías brindado. Y tan grande ha sido tu Amor que ese cariño, ese sentimiento, eso que tú transmitías de una manera tan especial, no tuvo fronteras, ni límites de ningún tipo. Todo aquel que te admiró al verte, todo aquel que te vio después, todo aquel que hablaba español, inglés o cualquier otro idioma, todo aquel que vivía en México o en Estados Unidos, como en Sudamérica, entendió lo que tú les diste. Todos experimentaron la sorpresa de cómo eras, que tú les dabas más de lo que esperaban, que tenías una forma tan particular de cantar, de mostrarte, de presentarte, de brindarte a tu público, que no podía uno dejar de admirarte, de seguirte asombrado cada uno de tus movimientos, cada una de tus interpretaciones. Y una vez que te comenzaban a admirar, ya nadie podía abandonarte, de quererte, de querer brindarte todo tu Amor. Tu propia presencia, el áurea que emergía tras tu presencia sólo provocaba que dejaras a todos boquiabiertos. Eras una estrella de verdad, como pocas, como ninguna. Por eso nadie te olvida. Porque lo que tú les diste a todos no lo recibirán de nadie…

No te preocupes, Selena … Todos te recordamos cada día, cada instante, cada momento. Estás en nuestros corazones que tú has conquistado. Y cada uno de nuestros corazones está a tu servicio para latir por ti, para expresarse por ti, para tenerte viva, con esperanza, con ilusión. Tú has logrado algo mágico, que es conquistar a tanta gente con tu ausencia, a mantener el Amor de la gente que te vio y te quiso. Esa gente sólo te quiere a ti. No les importa otra cosa. No quiere saber lo que dicen los demás, no le importa saber algo que tú nunca transmitiste. Sólo te quiere a ti. Sólo te tributa. Se alegra con tus interpretaciones y llora por tu ausencia. Pero se niega a pensar que te has ido así porque sí. Todos pensamos que algún día volverás. Todos sabemos que algún día lo harás. Nos resistimos a pensar que eso no sea así. Lo peor para nosotros y lo peor para ti es resignarnos, pensar que nada se puede hacer, dejarnos llevar por las voces que nos piden desde hace tiempo que te dejemos sola y en paz, como si dejarte sola es precisamente dejarte en paz. Para ti lo mejor es que te demos todo nuestro recuerdo, todo nuestro Amor. Y no hacerlo por ningún interés, no esperando nada a cambio. Para ti, Selena, es dar todo a cambio de nada. Como lo hacías tú en cada concierto, en cada foto que te pedían, en cada autógrafo que les ofrecías. Cuando hay Amor no se piensa en qué se recibirá a cambio. Y todos sabemos que tal vez nunca recibiremos nada por recordarte cada día, cada instante de nuestras vidas. Lo único que nos mueve es darte ese cariño que necesitaste siempre, ese Amor que necesitas ahora para que siempre estés acompañada, para demostrarte que siempre estaremos por todo lo que nos diste, y a sabiendas de que todo lo que podemos hacer por ti es poco al lado de lo que tú hiciste por nosotros, por tu familia, por todas las personas a quienes tanto amaste…

No te preocupes, Selena. No importa que pase el tiempo. No importa el dolor. No importan las lágrimas. No importa la añoranza. No importa si te extrañamos tanto. No importa que cada día cuando nos levantamos esperamos acaso vanamente que vuelvas. No importa si aparecen nuevos artistas que triunfan y no te vemos a ti ahí, en ese lugar que como nadie lo merecías. No importa la adversidad. No importa si pocas ganas nos quedan luchando por nada. ¿Cuántas veces nos han dicho, Selena, que para qué hacemos esto, si ya nada se puede hacer? ¿Cuántas veces hemos escuchado que aunque deseamos que vuelvas nunca lo harás? ¿Cuántas veces la impotencia nos lleva a un camino sin retorno, a ese odio sin sentido, a ese rencor que tú no querrías, a ese callejón sin salida que es quedarnos llorando esperando lo que no está en nuestras manos, lo que no está en nuestra voluntad, lo que se encuentra en nuestro deseo? Pero los que te queremos con toda el Alma, Selena, sabemos que lo más importante es quererte, sólo quererte, darte nuestro corazón, nuestro cariño, nuestro tributo. Rescatar con nuestro recuerdo todo tu esfuerzo, saber que llegaste a conquistar las almas de tanta gente desde muy chica, reconocerte que a ti nadie te regaló nada, que tú fuiste a buscar tu propio destino, que tuviste la valentía de desafiar toda lógica, todo impedimento, toda limitación. Nadie te lo había pedido: igualmente tú te aprendiste aquellas canciones que cantaba tu padre para encantarlo, para acaparar su atención, para que supieras lo que eras, lo que eras capaz de dar. Aceptaste el reto en el que te puso tu padre, porque sabías que tantos sacrificios tendrían una recompensa, que no se limitaba a cumplir el sueño de tu padre, de quedar bien con tu familia y con la gente que te iba a ver. Y esa recompensa era lograr tu máximo sueño, el de ser diseñadora, de demostrarle al mundo que tenías miles de sueños, miles de objetivos, innumerables e inagotables anhelos que no tenían límites ni imposibles. El límite lo ponías tú y sabemos que tú no tenías límite a la hora de soñar y de hacer. No dudaste, en cuanto pudiste, en plasmar tu sueño creando Selena Etc. No esperaste a ser hiperfamosa en el mundo para hacerlo. No especulaste con hacerlo en momentos en los que un artista, ya en retirada, echa mano a ese recurso para seguir en vigencia. Tú querías hacerlo en ese momento porque desde muy chica soñabas con ese día en el que pudieras abrir tu primera boutique. No pensaste en las consecuencias. No te importó si era el momento adecuado. Ni siquiera se te ocurrió si algunos podían observar con desconfianza y con temor esos pasos. Tú querías hacerlo y tus deseos los hacías realidad. Simplemente eso… Simplemente querías dejar grabado tu nombre en el mundo, que todos te reconocieran, que todos te apreciaran, que nunca pasaras inadvertida para nadie…

No te preocupes, Selena. Si eso es todo lo que hiciste, si eso fue todo lo que nos transmitiste, ¿cómo crees que te vamos a recordar? ¿Con qué idea, con qué espíritu te tributaremos? Tú no esperarías viéndonos abatidos, resignándonos a que hay cosas imposibles, a que no podamos soñar con un mundo mejor, con un mundo contigo, Selena, en el que siempre estés presente, sea en cuerpo, sea en alma. Sólo tenemos para ti palabras y gestos de agradecimiento, de Amor, de comprensión. Tu vida no fue en vano, todo lo que hiciste no fue para nada. Si una persona, sobre todo eso, una persona de tan sólo 23 años, puede generar tanto, ¿por qué nosotros no podremos hacer lo mismo contigo? ¿Qué mejor que tributarte brindándonos del mismo modo que tú te brindaste con nosotros? Porque antes que una artista eras un ser humano, y tal vez hoy ésa es la mejor forma de recordarte. Tal vez sea triste pensar que sólo podemos recordarte sólo como leyenda, como un mito. Eso puede ser bueno, pero eso sólo no deja de ser un recuerdo frío, distante, que no refleja lo que tú has generado. Yo sé, Selena, que a ti te gustaría que te recordaran por tu voz, por tu energía, por tu pasión, por tus sentimientos. Que te recuerden, en definitiva, como algo vivo, presente, algo tan vivo como lo que expresa cada uno de nuestros corazones. Que te recuerden con risas y llantos, con alegrías y con tristezas, con energía y desazón … En definitiva, te gustaría que te recuerden como si estuvieras presente, con todas esas ganas de vivir y de soñar que siempre has puesto en cada concierto, en cada emprendimiento, en cada acto de tu vida…

No te preocupes, Selena. Yo siempre estaré aquí. Nunca, nunca estarás sola. Yo haré lo posible y lo imposible para que te valoren, para que te recuerden, para que te reconozcan, para que jamás se olviden de ti. No me permitiría jamás que no sientas ese Amor que tanto buscaste, no me permitiría que estés nuevamente sola. No, Selena, ¡¡dos veces sola no!! Yo siempre estaré aquí para agradecerte la marca que me dejaste en mi corazón. Yo siempre valoraré tu esfuerzo. Yo seré una de tus voces. Si no estás presente, al menos estaré aquí para representarte como tú lo desearías … con Amor, sólo con Amor. Que siempre estaré aquí para cuidarte, para ser un medio, un instrumento para tu recuerdo. Que en mis expresiones esté presente tu vida, tus alegrías, tus sufrimientos, tu voz, tu talento, tu carisma, tus sueños, todo lo que lograste y todo lo que te faltó lograr. Que trataré de que lo que tú querías lograr lo obtengas. Que todo esfuerzo es poco, que todo lo que se haga por tu recuerdo será un granito de arena para construir un hermoso recuerdo de ti. Y que en ese recuerdo esté todo, incluso ese triste y nefasto día. De nada sirve obviarlo, olvidarlo, negarlo. Que reconocerlo es aceptar nuestras lágrimas, nuestra tristeza, nuestro enojo, nuestra impotencia. Pero que el recordarlo nos dará aun más fuerzas para que ése no sea tu último día, ése no sea tu último esfuerzo, ése no sea tu último acto de tu vida. Que tu vida se prolongue con nuestros sentimientos, con todo lo que nos has dejado y que los expresamos cada día. Que no negamos la realidad, que no estamos locos. Que no importa si los demás no nos entienden. Lo que importa eres tú, Selena. Y que a través de nuestras manifestaciones de Amor estés siempre presente, siempre viva, siempre amada, como tú lo querías, como lo que tú esperabas de nosotros, como tu máximo anhelo desde que te propusiste cantarle aquellas canciones a tu padre…

No te preocupes, Selena. Sólo una persona como tú, con tanto Amor, puedes generar esto. Y siempre nos sorprenderás, siempre nos cautivarás, siempre nos enamorarás, siempre nos emocionarás. Y aunque no podamos más, aunque estemos solos, aunque nos digan que es en vano, aunque tengamos un nudo en la garganta en cada actuación descollante, siempre estaremos gritando por tu nombre. Porque siempre te esperaremos, nunca perderemos nuestras esperanzas, y aunque nos dieran la total y absoluta seguridad de que nunca volverás, aquí estaremos para dejar tu nombre bien en alto, para quererte, para esperarte. Nada mejor que homenajearte de esa manera, nada mejor que manifestarte nuestro Amor de esa manera….

No te preocupes, Selena, siempre estarás acompañada, siempre serás nuestra hermana, nuestra amiga, nuestra novia, nuestra madre. Los grandes amores jamás se olvidan. Lo que tú generaste jamás se olvidará. Estás en nuestros corazones, en nuestras almas, en el aire que respiramos. Y aunque nosotros nos vayamos de este mundo, otros seguirán nuestro camino. Porque el Amor que sólo tú generaste se esparcirá en todas las personas con Amor, en todas las personas con sentimientos, en todas las personas con emoción. Y esas personas siempre existirán. Y mientras exista el universo, tu Amor estará siempre presente…

No te preocupes, Selena. Te queremos mucho, por siempre y para siempre…

Te recuerda con el Amor que sólo tú podías dar…

Sergio









Donde quiera que estés, Selena, recuerda...



Te vi, Selena, te vi!! Estoy seguro. Era un día más, como tantos otros. Iba de mi casa camino al trabajo muy rápidamente, a las apuradas, con el tiempo justo para llegar puntualmente. Esto antes no me pasaba. Yo solía llegar mucho antes a mi trabajo. En ocasiones he llegado a trabajar hasta horas antes de mi horario habitual, pero desde que te conocí Selena, desde que pude verte, desde que pude apreciarte, eso se terminó. Paso tanto tiempo en las noches y en las mañanas dedicándolas a tu recuerdo y a dejar bien en alto tu nombre que ya no me da tiempo para pensar en esas locuras, en ocupar mi mente en el trabajo, en pensar en que lo más importante es solucionar mis labores diarias. Hace rato que lo más importante eres tú, Selena...

Como te decía, Selena, iba a cruzar una avenida y cuando me detuve en el semáforo giré mi cabeza a un lado para ver si faltaba mucho para que cambiara la luz y te vi. No lo podía creer. Me dije: "Yo sabía que no se había ido. Yo sabía que iba a volver. Yo sabía que Selena estaba entre nosotros!!". Iba a correr para abrazarte, pero justo cambió la luz del semáforo y los autos arrancaron velozmente e impidieron mi paso. Supe que tendría que esperar un tiempito para poder verte. Ese tiempito en realidad era una eternidad, pero traté de serenarme y me puse a pensar qué te diría primero, qué es lo primero que trataría de decirte, cuáles serían mis primeras palabras hacia ti...

Ahora que te tenía tan cerca hablando con vaya a saber quién riéndote, me inhibía correr a abrazarte y llorar como un niño sin consuelo ... Había mucha gente y no parecía que todo en esa mañana tan soleada fuera triste. Por eso pensé en que mi mejor carta de presentación sería tomar una de las tantas fotos que llevó de ti en mi mochila y ofrecértela para que me la firmes. Sí, claro!! Una de mis fotos preferidas, la de Dreaming of you. Ésa elegiría!! Y luego me acercaría con todo el ímpetu al principio y con bastante timidez después hasta llegar hacia ti. Esperaría tu mirada, tu risa cómplice, que te dieras cuenta de mi gesto que te diera a entender si podía molestarte por un ratito para que me firmaras mi foto y me hicieras la seña correspondiente para que yo pudiera llegar finalmente hacia ti. Y después, recién allí, cuando tú me dijeras "Hola!!", me dieras un beso y me dijeras cómo estoy, recién allí te diría todo lo que siento, todo lo que guardo en mi corazón, aunque jamás mi habla expresaría todo lo que siento por ti...

Jamás podría superar la imponencia de tu figura, el respeto que has generado por lo que has hecho en tan poco tiempo. Sé que te darías cuenta de lo tonto que soy cuando no puedo levantar mi vista por mi timidez, cuando balbuceo mis palabras, cuando me enredo en mis pensamientos, cuando se hace inevitable demostrarte lo tanto que te quiero pero que me da vergüenza demostrártelo de una manera tan tonta, casi de un adolescente que le declara su amor a la primera mujer. Sé que te reirías de mí, no por burla, no porque me consideraras un tonto o por mis actitudes ridículas. Te reirías porque entenderías lo que siento. Te reirías como tantas otras veces, en las que ante situaciones complicadas, de difícil escapatoria, largabas una de tus carcajadas para que todos se olvidaran del mal momento, de la situación de "callejón sin salida", del vacío difícil de llenar, y para que enseguida todos siguieran tu ocurrencia y echaran a reír también. Y pasáramos a un ambiente más lindo, más alegre, en el que todos nos olvidáramos de nuestros padeceres, en el que todos nos olvidáramos de nuestras penas, y nos avocáramos a vivir la vida, el momento, cada instante, con una sonrisa en la boca, con la mejor predisposición, con toda nuestra energía para ser mejores personas...

Te extendería esa foto en la que estás con tu mano llevada al cuello y te pediría que si por favor me la pudieras firmar. Y me quedaría en silencio, acaso esperando tu reacción, tu aprobación, tu sonrisa al verla. Sé que te reirías. Sé que dirías que ésa es una de tus fotos preferidas también. Yo te diría que esa foto la tengo en todos lados, y es el rostro y la pose con la que siempre quise recordarte, con la imagen con la que siempre quise retenerte cuando cierro mis ojos, con la que quiero evocarte, con la que siempre quiero identificarme. Me preguntarás por mi nombre y sé que me dirás que es un muy bonito. De inmediato tendría temor en cómo estoy vestido o si voy muy desalineado. Sé que no podrías evitar sacarme alguna pelusita que tengo en la camisa o en arreglarme algo que esté fuera de lugar, aunque seguramente me alabarías por algo que llevo puesto. Sé que me preguntarías qué estoy haciendo y te sentirías halagada por saber que voy a las apuradas por recordarte, por ser tú para mí la prioridad. No podría evitar decirte que todo lo hacemos por ti, Selena. Tal vez me preguntes si deseo que pongas algo en particular, y te diré que no, que me gustaría que pongas lo que tú prefieras ... Aunque después de pensarlo te diría que desearía que pusieras "Mil abrazos y mil besotes. Cuídate muchísimo y nos veremos muy pronto...". Recordarías esas palabras, entenderías a lo que me refiero y allí me animaría a decirte sobre aquella noche...

Te preguntaría qué sentiste en ese concierto, qué pasó por tu cabeza. Si sentiste que esa noche no era un noche más. Que era "la noche". La noche en la que demostrarías que se estaba terminando una época, una época de tantos años de sacrificios, de tantas postergaciones y en la que comenzaban a verse los frutos de tanto trabajo y constancia. Te preguntaría si te sentías una estrella, si sabías lo importante que eras para todos en ese Astrodome y en ese año. Si en ese Disco Medley estabas anticipando tu disco en inglés y tus futuras presentaciones. Si acaso nos estabas anticipando tu futuro, tu madurez, tu magia, que ya no eras la joven promesa, que eras una realidad. Que querías demostrarle a todos algo que nunca te atreverías a decirlo abiertamente y que sólo lo tratarías de ratificar en el escenario, en ese lugar en el que tú eras única, inigualable, irrepetible, en ese lugar en el que te permitías como en ningún otro lado expresar todo tu sentir, todo tu ser, todos tus sentimientos, todos tus pensamientos. Si acaso querías demostrarle a todos que eras la mejor y que allí estaba tu público para certificarlo, para reafirmarlo. Esas 65.000 personas venían a verte a ti y a brindarte todo tu cariño, y a ratificarte que la ligazón hacia ti no era sólo musical. Era de afecto, de cariño, de Amor. Que pocas veces una artista logra acabadamente esa combinación: popularidad y afecto. Te preguntaría, Selena, si sentías que eras tan querida y apreciada. Si te dabas cuenta de que mucha de esa gente se veía representada por ti y que tenía tantas expectativas, tanta confianza, tanto Amor. Si te dabas cuenta, Selena, que ya no eras patrimonio de una familia o de un par de amigos y admiradores. Que eras parte de cada uno de los que te amaban, de los que te llevaban en el corazón. Y que eso era Amor, un Amor que pocas veces se da, que pocos artistas reciben. Pero que a su vez ese Amor implica compromiso. Que eso implicaba estar preparado no sólo en lo artístico, sino también en lo mental y emocional para sortear los obstáculos que había que afrontar, y que eran tan dificultosos como en las épocas de tantas carencias y de padecimientos ... Los obstáculos de la fama ... Te preguntaría insistentemente si estabas preparada para afrontarlo...

Te preguntaría si eres consciente de lo que has generado. Si te das cuenta de que hay mucha gente que te extraña horrores y que no acepta su partida. Que todos los que te queremos de verdad no podemos pronunciar determinadas palabras que estén ligadas a tu partida de este mundo y que no puede entender lo que ha sucedido. Entonces, ante tu ausencia, todos los días te dedica parte de su tiempo, de su vida, de su cariño, de su Amor, para recordarte. Que es tan absurdo todo lo que ha pasado que no se puede asumir como real. Que tenías tanto para dar que cubrimos todo este tiempo en el que no dudamos en que serías famosa, y sobre todo feliz, para recordarte y recrear todos aquellos lindos momentos que nos has dejado. Que ésa es nuestra forma de sentirte cerca, de demostrarte cuánto te queremos y que te seguimos esperando. Y que soñamos con ese momento como el que tengo yo ahora en el que sintamos que nuestra espera no ha sido en vano, que tuvo un sentido, una finalidad, y que ahora podremos ser felices para siempre con tu presencia entre nosotros...

Y a medida que tomara confianza te diría por qué no te cuidaste, por qué no te diste cuenta, por qué no pensaste en ti, en tu fuerza, en tus ideas, por qué dejaste en manos de otros tu destino. Por qué no te diste cuenta de que tú eras la forjadora de tu destino. Te diría por qué por un instante olvidaste todos tus proyectos, todos tus sueños, que tú eras la estrella, y que todos se debían a ti y no tú a ellos, por qué no te permitiste ser un poco más egoísta y pensaste primero en ti antes que en los demás. Te preguntaría si alguna pensaste si te íbamos a querer igual a pesar de todo. Te preguntaría qué tan importante era ese anillo al que lo mantuviste aferrado a tu mano hasta último momento, con tu última energía, tu último esfuerzo, tu última esperanza. Te preguntaría eso pero no buscaría respuesta. Sólo te lo diría para desahogarme, para liberar mi pena, mi pena por no verte, no verte feliz, no verte famosa, no verte en el lugar que te mereces. Te diría eso sin buscar una respuesta inútil, una confesión que no tiene sentido, una infidencia que yo no tengo por qué escuchar. A veces este tipo de desgracias, de tragedias, de hechos dolorosos habilitan a gente inescrupulosa para meterse en la vida privada de la gente para averiguar, indagar, manchar impunemente el buen nombre y honor de las personas, para hacer pasar a los victimarios en víctimas, y a las víctimas en victimarios. Así de injusta y de perversa es la vida ... En un instante la vida nos pone a las pruebas más duras. Y eso es lo que te diría, Selena. Te diría lo que ha sido Houston sin ti. Te mostrarías la alegría de esa ciudad mientras tú brillabas en febrero de 1995 en el Astrodome, y la cara más miserable hacia octubre de ese mismo año cuando las cámaras sólo registraban el rostro de una asesina que te quitó todo, absolutamente todo ... menos el Amor de tu gente ... Pero no!! No querría seguir hablando de eso. No quiero ver tu rostro triste. Yo no quiero llorar más. Yo sólo quiero verte aquí frente a mí, frente a todos ... entre todos nosotros...
Te diría para que lo recuerdes por siempre y para siempre que eres una artista excepcional, que eres la mejor, que tienes la mejor voz, la mejor sonrisa, la que baila mejor, la más hermosa, la más carismática, la más exultante, con una personalidad y gracia inimitables, con un talento increíble, que tu figura es imposible obviar, que es inevitable seguirte, que sólo a ti se te ve en el escenario que tú dominas como nadie. Que nadie podrá igualarte ni emparentarte. Que sólo tú podías cantar de esa manera, mostrarte de esa manera, presentarte de esa forma. Que yo no me engaño: que esa artista que estaba en el escenario era la misma que la que estaba fuera de él. Que esa artista tenía un corazón y un alma enormes, que ponía todo su ser en cada cosa que emprendía, que no se guardaba nada, que no quería aparecer ante los ojos de nadie por alguien que no era. Te diría, Selena, que desde los 8 años te ganaste a la gente con lo más básico y lo más hermoso que puede generar un artista, que es mostrar su sonrisa y ofrecer su corazón para conquistar el Amor de la gente. Y que cuando alguien recibe eso de alguien nadie se puede resistir. Te diría que así que como no estudiaste ni canto, ni danza, tampoco estudiaste cómo ganarte a la gente, no consultaste a ningún especialista ni buscaste a un asesor de imagen para que te dijera qué es lo que le gusta a la gente recibir. Tú lo aprendiste a los 8 años con un micrófono en la mano frente a un auditorio. Y nadie más sabio que un niño para saber lo que es el Amor en el estado más puro y ofrecerlo sin límite alguno, sin especulación. Y así fuiste siempre, como aquella niña que da Amor y espera Amor. En cada presentación, en cada concierto, en cada acto de tu vida no dejaste de ser esa niña. Y ése fue el secreto de tu éxito, ése es el motivo por el cual la gente te sigue queriendo y no te olvidará jamás ... Porque aunque tú apenas hablabas el español, el Amor y el sentimiento que le ponías a cada palabra, a cada expresión, a cada gesto generaba una emoción que pocos pueden lograr, incluso aquellos que hablan el español perfectamente. Porque algunos entenderán un idioma. Otros comprenderán otros. Pero el Amor sólo tiene un idioma que es entendido y sentido por todos por igual. Y tú, Selena, sólo tú, eras el Amor, la pasión, el sentimiento hecho canto...
Así es, eso fue todo lo que me sucedió y pasó por mi mente hasta que por fin cambió de luz el semáforo. Efectivamente, duró una eternidad. No aguantaba más ... ¿Pero por qué no encuentro a Selena ahora? ¿La he perdido entre la multitud que va y viene sin parar, sin saber qué es lo que hace y para qué? ¿Esa gente que me empuja ambicionando cosas que les durará un soplido y que cuando se quieran acordar ya no la tendrán más? ¿Por qué está tan apurada la gente? ¿Acaso no se dan cuenta lo que tienen frente a sus narices? ¿No saben distinguir lo bueno y lo malo, lo importante de lo insignificante? ¿Acaso no ven a Selena, aunque tal vez no la conozcan? ¿Acaso no se dan cuenta en sus apuros cuando se topan con alguien que no es común? ¿Acaso no se dan cuenta del color cuando todo es gris? Empiezo a mirar para un lado y para el otro, comienzo a correr para una calle, a la mitad me arrepiento y voy por otra. Comienzo a gritar tu nombre, pero no sólo no te encuentro sino que los que se dan vuelta son todos los que no comprenden a quién llamo desesperadamente y por qué. Allí me doy cuenta dónde estoy y de que ha pasado un largo tiempo. Me doy cuenta por lo alto que está el sol ya. Resignadamente miro el reloj y me alarmo por la tarde que se ha hecho. Allí doy cuenta de la realidad y camino resignadamente a mi lugar de trabajo. No sé qué voy a decir como argumento para justificar que llegué tarde ... No sé mentir y no tengo ganas de hacerlo en este momento. No tengo problema en decir que llegué tarde porque te estuve buscando, Selena...
Ya llegando a mi trabajo, recibo otro cachetazo de la realidad, que si bien lo recibo todos los días cada vez que paso por allí, ahora toma otra dimensión ... Exactamente en la esquina de mi trabajo está una de las sucursales del Days Inn. Pasar por allí hoy es como recibir esa puñalada, ese inmenso dolor en la espalda. Es como saber que nunca te podré encontrar. La presencia de ese lugar sólo me deja lugar para recibir ese mensaje descorazonador, desesperanzado, desolado ... Y así de triste entro al trabajo ... Ingreso, apenas hago un gesto como todo saludo y me siento. No tengo ganas de hablar, tampoco de dar excusas. Sólo espero que mi propia cara hable por sí sola y no pregunten. Prendo la computadora y veo tu figura, en esa pose inolvidable cuando detuviste tu canto cuando interpretabas "Si una vez" en el Astrodome. Tuve muchas ganas de llorar. Me contuve, pero cuando supe que mis lágrimas corrían por mi rostro me levanté y me dirigí a la ventana y la abrí de par en par. No me importó el aire frío que golpeaba en mi rostro ni el sol que enceguecía mi vista. Me asomé todo lo que pude y volví a mirar las calles, los edificios, el cielo ... buscando y rogando encontrarte ... buscando y deseando poder decirte todo lo que siento por ti, todo lo que sentimos todos los que te amamos, Selena...
Yo te sigo queriendo, extrañando, esperando que tú vuelvas con nosotros...
Simplemente, te quiere con toda el Alma...
Sergio















Tú robaste mi corazón



Definitivamente mi vida cambió aquel día que pude ver a Selena entrando en ese carruaje que la depositaba al escenario del Houston Astrodome en 1995 para interpretar su concierto más venerado, más apreciado, más visto. Yo no tuve la fortuna de conocer a Selena. Es más, soy de Buenos Aires, Argentina, y como lamentablemente aquí a Selena poco se la pudo apreciar, recién accedí tiempo después a ella, empezando por el hecho más doloroso, aquel que poco queremos recordar, que poco queremos aceptar…

Es curioso. Cuando me enteré de su historia, allá por 1998, siempre me quedé impactado. Yo no la conocía. No tenía fotos. No sabía de su música. No sabía nada de ella. Sólo tenía su particular y personal nombre. Pero ese hecho trágico me generó mucha angustia y siempre me decía: “¿Por qué sucedió eso? ¿Qué le pudo haber pasado? ¿Qué pudo haber acontecido para llegar a ese final? Selena estaba en su mejor momento ... ¿Por qué entonces esa tragedia?”. Semejante hecho -que ni quiero mencionarlo ahora porque me genera mucho dolor- y su respuesta empezaron a ser la búsqueda de mi vida…

Por esos tiempos yo no tenía computadora en mi casa. Recién comenzaba a tenerla en mi trabajo. Yo soy muy estricto y rara vez me meto a Internet por cosas que no tienen nada que ver con cuestiones laborales … salvo por Selena. Y así empecé a indagar sobre su vida, sobre su historia, sobre su arte. Empecé a ver sus primeras fotos. Venía de mi trabajo con las primeras impresiones de aquellas páginas de Internet que estaban dedicadas a Selena. Historias que publicaba gente que vivía en Monterrey que mezclaban historias de su vida con las de Selena. Empezaba a sentir que para todos ellos Selena no era alguien ajeno a sus vidas cotidianas. Selena para ellos era parte de sus existencias. Selena era un miembro más de sus familias…

Recuerdo llegar a mi casa con aquellas impresiones con aire de extrañeza y desconcierto. Mi hija era aún muy pequeña. Iba al jardín de infantes. Y yo le mostraba esas impresiones y le explicaba que esa mujer que aparecía allí eran de una tal Selena, que por esas cosas absurdas del destino ya no estaba más entre nosotros. Recuerdo que a mi hija también le dio curiosidad mi relato y aquellas fotos, y se llevó esas impresiones para el jardín para leerlas, para saber quién era Selena y por qué no la podíamos compartir...

Cuando supe que había una película que se había hecho sobre su vida, la busqué en la guía de la televisión, la grabé y la vi. Era un sábado a la noche, bien tarde. Era mi primer contacto con Selena, aunque haya sido a través de la actuación de Jennifer López. Y siempre quedó grabado en mí una imagen que nunca se me ha borrado de mi mente, a pesar de haberla visto infinidad de veces. Esa entrada al Astrodome, ese contacto con esa multitud, esa emoción de Selena al ver semejante recibimiento, esa comunión entre Selena y su público que se veía y se percibía mientras iba en su carruaje camino al escenario quedaron grabados para siempre en mi pensamiento y en mi corazón. Y esa imagen y ese sentimiento jugarían un papel decisivo en mi vida y en mis sentimientos hacia Selena tiempo después…

El final de la película me dejó desconcertado porque seguía sin saber por qué pasó esa locura y durante mucho tiempo seguía obsesivamente una respuesta a esa pregunta. En el medio de todo eso tuve la oportunidad de adquirir una computadora para tener en mi casa y lo primero que hice fue a buscar imágenes que me explicaran que pasó con ella, qué fue lo que sucedió. Busqué y busqué. Iba ciegamente por todos lados hasta que algo pasó que hizo que cambiara mi vida, mis costumbres, mi forma de ver las cosas, mi forma de ver la vida. Vi algo que marcó mi vida y acaso marcó mi destino: vi a Selena...

Recuerdo que fue en el concierto del Astrodome del 26 de febrero de 1995. Y fue curioso. Empecé a verlo sin hacerme ninguna expectativa, sin ninguna ilusión. Nunca había reparado en ella. Hasta allí mi música era el rock y pocas veces había reparado en figuras fuera de esa música. Había encontrado buenas cantantes y artistas, pero ninguna que me llamara la atención. Por eso, cuando comencé a ver aquel inicio del concierto del Astrodome no pensé encontrar nada novedoso. Había visto la película, había visto la espectacularidad de su actuación a través de Jennifer López. ¿Qué novedad podía encontrar? “Sí, ya sé -me decía-. Ahora veré a la verdadera Selena”. Ésa era la novedad hasta ese momento para mí. Eso era para mí lo nuevo. Pensaba ver más de lo mismo. Pensé que iba a ver a una artista que estaba en su mejor momento de su carrera por un par de hits. Pensé que con la película y con un par de relatos ya tenía todo visto. Que ya sabía lo suficiente de Selena. Pensé que Selena era una más .... ¡¡¡Qué errado que estaba!!! ¡¡¡Que Dios me perdone por haber prejuzgado!!! Caí en la misma trampa que tantos otros. Yo sería otro de los tantos que quedaría sorprendido por lo que estaba viendo por primera vez…

Cuando vi semejante performance de Selena en el Astrodome, lo primero que se me pasó por la mente fue pensar: “¡¡¡Ah,no!!! ¡¡¡No era una artista más!!! ¡¡¡Era diferente!!!” Y quedé sumamente impactado, anonadado, extasiado, maravillado con Selena por esa interpretación del Disco Medley, En esos casi nueve minutos pude ver a una artista que tenía todo: voz, gracia, carisma, personalidad, dominio del escenario y del público, movilidad, ansias, pasión, energía. Selena tenía actitud ... En ella podía verse sus sueños, sus anhelos, su vida. Se podía ver a una artista de verdad que ponía todo de sí en el escenario para dejarnos boquiabiertos, sin palabras. Selena se proponía conquistar a cuanta persona se le cruzaba en su camino … ¡¡¡y lo lograba, sin duda!!! Viendo aquella actuación empecé a entender no sólo por qué Selena era tan popular. Empecé a entender por qué Selena era tan querida. Selena era auténtica, era genuina. Difícilmente podamos ver en alguien que tenga todos los atributos que hacían de Selena una artista única e irrepetible…

Desde que vi aquello, mi vida fue por y para Selena. Vi muchos conciertos, infinidad de reportajes, empecé a enterarme de lo que fue su vida, fueron sus sueños, lo que era como artista y como persona. Me quedaba pasmado con sus interpretaciones en vivo. Allí donde precisamente la artista y la persona se fundían en una y se ofrecían al público que quedaba maravillado con su música, con su estilo, con su dedicación. Entré a su mundo y no puedo y ni quiero salir de él. Tal vez toda mi vida lamente no haberla descubierto antes, que no haya reparado más en ella cuando a la pasada vi en su momento su video de Bidi Bidi Bom Bom en 1994. Pero la virtud de Selena es que, más allá de las distancias de espacio y de tiempo, aún hoy puede despertar las mismas emociones, los mismos sentimientos que aquellas personas que la han visto descollar en el concierto de San Antonio en 1991, en el de Corpus Christi en 1993, en el de Far West Rodeo en 1994 (sobre todo en el concierto en el que estaba vestida de azul) o en cualquiera de los conciertos en el Astrodome, por poner apenas unos pocos ejemplos de semejante carrera artística…

Cuando uno entra a tan rico mundo, cuando ve a Selena en cada concierto, en cada programa de TV, en algún momento memorable de su carrera artística, no se puede evitar recordar aquel nefasto 31 de marzo de 1995 … Y nos es inevitable llorar y mucho. Muchas veces me ha pasado en el medio de la noche, luego de ver algo increíble de Selena, irme a la ventana de la cocina de mi casa para que no me viera nadie y ponerme a llorar desconsoladamente por mucho tiempo. Luego de ver interpretaciones como “Si una vez” en el Astrodome en 1995, de “Where did the feeling go?” en San Antonio en 1991, de “No debes jugar” en el Far West Rodeo en 1994, de “Missing my baby” en Corpus Christi en 1993, de “Como la Flor” en Festival Acapulco 1994, uno no puede dejar de pensar y de que es imposible creer que aquello que sucedió después haya acontecido. Uno quiere y desea creer que aquello no fue cierto, que es producto de un mal sueño o de una pesadilla, que no es real, que no ha pasado, que no pudo haber pasado, que no debió haber pasado. Muchas veces me ponía en las noches a mirar las estrellas para acaso ver alguna señal de ella, algo que me indique que Selena está en algún lugar, que volverá alguna vez, para que aquel dolor sea menor para nuestras almas, para nuestros corazones…

Desde que descubrí a Selena he comenzado a comprar sus cds, sus dvds, todo lo que tenga que ver con ella. Y con toda la dificultad que es conseguir algo de ella en Argentina, ya que el único de medio de conseguir algo de Selena es por Internet. En la actualidad, me dedico a recordar a Selena en diferentes páginas Webs a través de mis escritos, de fotos. Me he propuesto difundir su obra a cuanta persona quiera leerme o escucharme. Quiero devolverle a Selena aunque sea algo de todo lo que ella nos dio en tan sólo 23 años. Creo que la mejor forma de mantenerla vigente es teniéndola siempre viva en nuestros sentimientos, en nuestros corazones. Sólo sus admiradores saben lo que significa Selena y no nos resignamos hasta no ver su sueño cumplido … Siempre me imagino que en algún lugar Selena nos está observando y que estaría muy contenta por todo lo que le dedicamos a ella, cómo la recordamos y que nunca la dejamos sola. Siempre recuerdo que uno de los grandes miedos de Selena era el de no ser aceptada, de no ser querida. Y todos mis actos, todos mis recuerdos son una respuesta para ese miedo de Selena: “No te preocupes, Selena, aquí estamos. Estamos para recordarte, para quererte, para decirte que lo tuyo no ha sido en vano. Que el Amor que nos ofreciste nosotros te lo damos todos los días. Que no sólo nos robaste nuestros corazones. Nosotros queremos que lo tengas tú hasta el día que nosotros tengamos la dicha de encontrarnos contigo, para expresarte todo lo que significas para nosotros…”.

Siempre imagino poder volver el tiempo atrás para evitar esto. Siempre imagino alguna vez encontrarme con Selena sólo para abrazarla y ponerme a llorar sin decirle nada más que por qué nos dejó solos sin consuelo alguno. Siempre llevo muchas de sus fotos a cualquier lugar al que voy y las exhibo con orgullo. He cambiado en mi casa y en mi trabajo mi fondo de pantalla. Ahora tienen fotos de Selena. En Argentina ese recuerdo genera extrañeza. Muchos me preguntan por ella. Otros saben de qué se trata pero se quedan intrigados de mi admiración por Selena. Yo siempre les digo lo mismo. Selena era diferente, definitivamente diferente. Nadie será como ella porque nadie tiene lo que tenía ella, que no es sólo voz, sino talento, pero por sobre todo Amor, Amor a lo que hacía, ganas de ir siempre por más, y de pensar y de sentir que nada es imposible, que todo se puede lograr, que es cuestión de proponérselo y los sueños siempre se lograrán. Tal vez no encontremos una artista que tuviera un trato tan cariñoso y personal hacia sus fans, que los tratara con tanta gratitud, que les agradeciera a ellos por brindarle tanto cariño. Acaso ésa sea la máxima virtud de Selena, y cuyos resultados se vean en cada manifestación de cariño de cada uno de sus admiradores … Siempre agradezco a los conductores del programa “En Vivo”, de Ricardo Rocha, que le dijeran precisamente eso a Selena en vida. Allá por noviembre de 1994 a Selena le decían si ella era consciente del cariño de su gente, que no se expresaba sólo con la compra de sus discos sino con la necesidad de cada uno de sus fans de cuidarla, de brindarle todo su cariño, de manifestarle toda clase de afectos…

Por eso, siempre estaré aquí para decirle a Selena que mi corazón está marcado por su Amor y para decirle que es una bendición de Dios que sólo nos dejó verla un poquito…

Y siempre golpearé mi pecho, como lo hacía Selena en cada interpretación, y señalaré con mi mano el cielo, para manifestarle a Selena todo mi cariño, todo mi afecto, todo mi Amor por siempre y para siempre…

… Y para decir al mundo que Selena vive … en nuestros corazones!!!


Sergio